La verdad no nos hará libres o la aplicación de los razonamientos de Lakoff en Venezuela

- Después de gritarlo tengo una sensación como de liberación.

Es la confesión de una chica opositora a la que pregunté qué lógica tiene para ella ese último grito de guerra que han puesto de moda y repiten con denuedo los antichavistas en estos días sin electricidad en los que la frustración, los miedos, los resentimientos y en general las emociones negativas afloran, en unos y otros, como la tos en un pabellón de contaminados con tosferina.

La verdad es que después de casi 3 días sin electricidad, en estas ciudades modernas donde ese servicio es tan vital en la cotidianidad como el oxígeno que requerimos para mantener nuestros cuerpos con vidas, que alguna gente se dedique a mentarle la madre al Presidente es lo menos malo que sucede entre peores cosas en un país donde hasta lo inimaginable puede ocurrir en el momento menos esperado.

Intentando razonar con la joven, la cual ni siquiera cuenta como votante por su edad, aunque si es ya admiradora de Guaidó y de la "gesta" que encabeza, termina confesándome que alguien tenía que ser culpable del apagón y que para ella lógicamente tiene que ser Maduro, no había otro culpable y por eso ella está entre los que seguirían haciéndole el coro al grito de guerra opositor.

Conversando con otra opositora, del triple de edad de la primera chica y "supuestamente" con más criterios y más racionalidad que la del grito, quien es además su madre, le expuse que desde mi punto de vista el "sabotaje eléctrico" está claramente enmarcado en un plan de derrocamiento del gobierno actual por parte de los EE UU y que es similar a lo que ha ocurrido en otros países donde los Estados Unidos han "derrocado gobiernos" para imponer títeres que respondan a sus intereses. La mujer después de oírme, no de buena gana, admite que los Estados Unidos podrían estar interesados en derrocar a Maduro, pero -el problema es que son ladrones y corruptos y se han robado toda la plata, son ineficientes, bla, bla, bla….Después de oír el manido discurso opositor no puedo más que pensar cuánta razón tiene George Lakoff en sus investigaciones acerca de los marcos de referencia y su papel en la política, en su obra No pienses en un elefante.

Dice Cristina Peñamarín, en la presentación del libro, para introducirnos en los planteamientos esenciales de Lakoff que, en política el discurso articulado y eficaz debe reconocer "el poder de nombrar, que es el de empotrar cada denominación en un marco conceptual que implica valores y sentimientos de los que las audiencias generalmente son inconscientes. Y ese lenguaje bien armado con sus implicaciones morales y emocionales tiene el poder de definir las realidades una vez introducido y reiterado en los medios de comunicación".

Y el mismo Lakoff plantea que "El enmarcado tiene que ver con elegir el lenguaje que encaja en tu visión del mundo. Pero no solo tiene que ver con el lenguaje. Lo primero son las ideas. Y el lenguaje transmite esas ideas, evoca esas ideas".

Detrás de la mayor parte de las cosas que han ocurrido en Venezuela, en estos últimos 20 años pero especialmente en los últimos seis, hay toda una "maquinaria mediática" que ha elaborado de manera sistemática y permanente propaganda de guerra contra un gobierno y un pueblo que desde la llegada de Chávez se autoproclamó soberano y adelanta políticas opuestas a la hegemonía de los Estados Unidos.

Cómo la oposición que adversa a Maduro y al chavismo no va a asumir que el apagón es responsabilidad del gobierno que durante 20 años no ha cambiado ni una tuerca en todo el sistema de producción y distribución de energía eléctrica. Ese "marco" está previamente fabricado por los think tanks que han hecho muy bien su trabajo. Son los mismos que antes fabricaron mentiras para "justificar" las guerras que devastaron a pueblos enteros en nombre de su supuesta liberación, ¿quien ha oído nombrar en la noticias de estos días a Libia?

Maduro es un dictador, ladrón, incapaz, corrupto y su gobierno representa, al igual que antes lo representó Chávez, el modelo comunista /socialista fracasado y retrógrado de la sociedad en comparación con el modelo idealizado del capitalismo próspero y exitoso de los Estados Unidos y de las sociedades occidentales modernas. Este marco conceptual de la derecha venezolana, que se relaciona con un profundo desprecio por el pueblo, por lo popular y por cualquier opción de independencia y liberación del país explica en parte porque que al grito, supuestamente espontáneo de la palabra Maduro, se oiga al unísono: "coño e tu madre".

No importa que quienes han creado estos marcos sean los mismos que, siempre a buen resguardo, seguirán alentando una confrontación entre venezolanos como única opción final para arrebatar las riquezas de un pueblo que hace 20 años se afirmó libre.



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Juan González


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