El inicio del año escolar 2008-2009, se ha convertido en el blanco perfecto para quienes siempre han enfilado acciones golpistas en procura de la salida del presidente Chávez. Son los mismos sectores quienes durante el 2003 abandonaron su rol de “gremialistas” y “docentes” para sumarse a una paralización educativa que afectó a millones de niños y adolescentes, y que nunca levantaron su voz contra una campaña maligna orientada fundamentalmente por la televisión, (convertida en la vocera oficial de la otrora “coordinadora democrática”), la cual tuvo serias repercusiones sicológicas en el desarrollo de esa población infantil; acciones criminales que estuvieron acompañadas de un ambiente de zozobra entre los venezolanos al dejarnos sin alimentos, sin medicinas, sin gas, sin gasolina.
Afortunadamente, y motivado por la acción de los extintos consejos estadales de derechos, (hoy eliminados por acción de la ex diputada y Defensora del Pueblo, Gabriela Ramirez) fue posible revertir el paro educativo a través de sendas medidas cautelares, las cuales obligaron a tales “educadores” a retomar sus actividades, y convertir lo que hubiese podido ser el puntillazo final para la pérdida de la democracia, en un escenario de confianza para quienes apostaban a la integridad de la institucionalidad, así como demostrar a los sectores desestabilizadores de la educación, es decir, “representantes” de “federaciones” y “colegios” de maestros y profesores, que sus ambiciones perversas y personalistas jamás encontrarían apoyo por parte de una población decidida (cuando menos en la educación pública) a luchar por el Derecho a la Educación de sus hijos e hijas.
Nuevamente, estos sectores tienen armado un plan para dejar sin educación a nuestros niños y niñas. Para ello, intentan engañar a miles de colegas docentes y parte de la población con frases que no tienen fundamento tales como: “el gobierno nacional no ha cumplido con reivindicaciones laborales”, cuando la realidad señala que en los próximos días se firmará la contratación colectiva. “Se pretende cambiar el calendario escolar”, a lo cual habría que preguntarse porqué estos mismos sectores apoyan la educación de otros países del continente, entre ellos Colombia, cuyo año escolar va a la par del año fiscal. El currículo bolivariano “ideologizante” comenzará a aplicarse, pese a que el propio Presidente de la República pospuso su discusión para este período escolar.
Señores “gremialistas”, si en verdad dicen defender derechos laborales; abandonen sus planes desestabilizadores. Renuncien a sus licencias “sindicales” y regresen a las aulas. Visiten a las comunidades, escuelas y liceos para conocer sus necesidades educativas. Promuevan planes de difusión por una educación positiva en los medios de comunicación social. En otras palabras, trabajen más, hablen menos.
El Golpe de Estado comienza por la Educación, quien tenga ojos que vea.
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