Si una Universidad se erige como una autoridad académica, es evidente, que siendo ese aspecto (lo académico) la razón de ser de su existencia; esa autoridad se hace presente en su actuación y en lo que intenta comunicar a la sociedad. Si además de esa condición, reconoce que lo PEDAGÓGICO es otra de su razón de ser, entonces esas dos condiciones, la colocan frente a una gran responsabilidad y cada palabra o juicio pedagógico debe estar fundamentado.
El sábado 12/04/08, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) publicó un remitido a través del cual, el Consejo Universitario de esa institución académica y formadora de docentes, fijó una posición sobre la propuesta curricular que el Ministerio de Educación estaba en proceso de implantación. El pronunciamiento, según su contenido tenía la pretensión de exponerle a la “comunidad de docentes y a la sociedad venezolana en general (…) su preocupación por la forma como el gobierno nacional ha venido llevando la elaboración e implementación del diseño curricular”
No tengo idea, pero me imagino que el contenido de este remitido fue preparado por miembros de un consejo (que por exigencia de la Ley), deben ser por lo menos doctores y académicos de alto vuelo, cuya formación sin lugar a dudas se financió con dinero público. Siendo una universidad y teniendo lo “pedagógico” como uno de sus principales argumentos de existencia, me hice la idea de encontrarme con un documento profundo, bien argumentado y con una respuesta precisa. Estaba plenamente seguro que no había lugar ni razón para los lugares comunes o para leer un pronunciamiento genérico y de los que suelen salir por ahí firmado por cualquiera ONG, cuya razón de existencia es el antichavismo. No era el caso. Se trataba de la UPEL y de su Consejo Universitario.
Con lápiz, resaltador rojo rojito y unas fichas me dispuse a echarme un baño (cultivarme) de fundamentos y filosofía pedagógica y al final; el resaltador, el lápiz y las fichas se quedaron esperando por su uso. Nada que resaltar, nada que subrayar y nada que apuntar en la ficha. El contenido del pronunciamiento del Consejo Universitario de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (¡Que nombre!) era simple y sencillamente un lugar común, un pronunciamiento común, justificado seguramente por ese antichavismo que embarga a la oposición.
El pronunciamiento en su segundo párrafo reclama o sostiene que “todo proceso de cambio debe obedecer a una evaluación diagnostica que permita conocer las potencialidades y debilidades de los que se pretende modificar. En este caso (sigue el pronunciamiento) no se dispone de una evaluación objetiva e integral del sistema educativo venezolano en los niveles indicados”. Eso es elemental y dicho en un pronunciamiento de un Consejo Universitario de la UPEL suena bufo y un total desperdicio. ¿No existe el Diagnóstico? ¿Cómo lo saben las autoridades de la UPEL?
Si no existe el diagnóstico ya es un acontecimiento grave, pero es mucho más grave que la UPEL lo confirme y si lo confirma, pone en evidencia que una institución universitaria, cuya razón de existencia es lo pedagógico y la formación de docente reconozca que no existe un diagnóstico en este campo. ¿Cómo Forma? ¿Cómo prepara a sus docentes? ¿Qué hacen? ¿Qué investigan?
En su tercer párrafo, la UPEL y toda la autoridad académica la enfilan su accionar echándole mano al siguiente planteamiento:
“El Consejo Universitario de la Universidad Experimental Libertador manifiesta también su rechazo al mencionado diseño curricular por lo desactualizado de su fundamentación pedagógica y por reducir la integración de áreas del saber a una simple yuxtaposición de contenidos (….), así como también por contener principios no enmarcados en la constitución nacional vigente” .
¿Cómo es que una autoridad académica y PEDAGÓGICA no fue capaz de darnos una mejor explicación sobre esa desactualización, la mala integración de áreas del saber, yuxtaposición de contenidos y de los principios no contenidos en la Constitución que se incluyen en la propuesta? Esa falta de argumentación y explicación dejó sin uso el rasaltador y vacías mis fichas, pero además de ello, dejó una sensación sobre la verdadera intención que tienen estos doctores y pedagogos sabios.
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