El cura Ugalde, s.j. y los egresados de la UCAB

El Rector Ugalde, s.j. no desperdicia oportunidad alguna para disparar sus dardos venenosos en contra del Gobierno Bolivariano. En un artículo que apareció publicado, hoy jueves 27 de marzo, en El Nacional cuya intención es invitar a los egresados de la UCAB para que auxilien financieramente a esa universidad, lo aprovecha para mentir, expresar sus ideas retorcidas sobre la educación, y criticar al Gobierno. Tratare los argumentos del cura Ugalde, s.j. en ese orden. Con sus argumentos revela su posicionamiento de clase.

El Rector de la UCAB miente cuando responde, a la pregunta: “¿Qué podemos hacer los egresados para que estudien en la UCAB todos los que tengan las ganas y preparación, aunque no tengan medios económicos?”, afirmando. “(…) Sabemos que esto lo debería garantizar el presupuesto oficial, (…)”. Señor Ugalde, primero el presupuesto oficial no es para financiar las operaciones ideológicas de la Compañía de Jesús. Segundo, los estudiantes que no tiene “medios económicos” cuentan con las universidades del Estado, la Misión Sucre así como con las fuentes de financiamiento del Estado a sus disposición. Sabemos que hay limitaciones y que no se ha logrado una cobertura tan amplia como se desea. Pero no es transfiriendo fondos públicos a las mano de los jesuitas que se logrará esa cobertura universal. Bajase de esa nube.

Miente otra vez Ugalde cuando dice que: “La inclusión fue el deseo y la identidad de la UCAB (…)”. Apoya esa afirmación en la creación de Fe y Alegría dos años después de la fundación de la UCAB. ¿Qué tiene que ver la inclusión en la universidad con la creación de Fe y Alegría? Apuesto fuertes a lochas que sólo una minoría de los egresados de Fe y Alegría ingresa a las universidades incluida la Católica. Además, Fe y Alegría es una transnacional de la caridad con cuartel general en España y con sedes corporativas en varios países de América Latina. Con el estilo de administración de Fe y Alegría se inaugura en Venezuela el modelo estadounidense de privatización de la educación pública, conocida por aquellas tierras como “charter schools”. Escuelas que han llevado a un estado lamentable la educación en Chile y Argentina.

El padre Ugalde, s.j. dice una media verdad cuando afirma que: “(…) en esta Venezuela donde el 60% de los trabajadores no tiene un trabajo digno que le permita vivir fuera de la pobreza.” Debería saber nuestro genio jesuita que eso es un mal endémico del capitalismo. No es un problema de “esta Venezuela”, es un problema de la Venezuela capitalista.

Para llamar la atención de los egresados de la UCAB, Ugalde recurre a la crítica del Gobierno. Para lograrlo tiene que recurrir a la mentira y a las medias verdades como demostramos arriba. Aquí revela su cristianismo hipócrita. Tampoco puede dejar de manifestar, aunque no venga al caso, sus ideas retorcidas en materia educativa.

Ugalde, s.j. y Leonardo Carvajal, uno de sus empleados más destacados, se la pasa cacareando en contra de la ideologización de la educación. Ambos acusan al Gobierno Bolivariano de querer ideologizar a los estudiantes. Sin embargo, el brillante jesuita afirma que “Necesitamos nuevas generaciones profesionalmente capaces y comprometidas con la democracia social y el desarrollo económico inclusivo. (…)”. Es decir, estudiantes comprometidos con una tendencia política bien clara, la llamada “democracia social”, y una corriente económica, el neoliberalismo disfrazado de “desarrollo económico inclusivo”. La democracia social es adoptada como bandera por Primero justicia y Un Nuevo Tiempo. El neoliberalismo es defendido casi en que en pleno por la oposición al Gobierno Bolivariano. A Ugalde no le parece ideologización que en las universidades sólo se enseñe la “democracia social” y el “neoliberalismo”. Además, se vanagloria de la eficiencia de la UCAB en esa tarea ideologizadora. Resalta que “Gracias a sus estudiantes, la UCAB terminó el año 2007 en el corazón del debate y de la esperanza nacional (…)”. Esos son los estudiantes que a Ugalde le gustan, esos son los estudiantes que a la clase dominante le sirven.

Pero las ideas más retorcidas en materia educativa las expresa cuando se refiere al tema del ingreso a las universidades. Entre una serie de interrogantes se plantea el insigne jesuita: “(…) ¿Cómo salen los jóvenes de las universidades?, ¿con qué visión y compromiso de país y cómo entran? ¿Cómo ingresan y cómo egresan? ¿Qué podemos hacer para que entren con las bases suficientes para formarse bien? (…)”. Nosotros sabemos con cual “visión y compromiso de país” ingresan los estudiantes de la UCAB. Globovisión se encargó de divulgarlas. En párrafos anteriores ya había afirmado que: “(…) El problema no es entrar, sino hacerlo en condiciones para salir exitosamente. (…)”. Como buen católico hipócrita, Ugalde sostiene que antes de que fracasen aquellos estudiantes de las clase dominadas es mejor no dejarlos entra en la universidad. Padre Ugalde me conmueve su generosidad.

Más adelante se pregunta: “(…) ¿Cómo formar con calidad y espíritu de solidaridad a los que van a egresar?” Pareciera que la respuesta a esta pregunta desde la UCAB no es muy halagadora. Todavía tenemos en mente las manifestaciones fascistas de los estudiantes de la UCAB. Sobre la calidad, también recordamos que esos mismos estudiantes defendían la autonomía universitaria. Al parecer no saben que la UCAB no es autónoma, que en la UCAB no se eligen las autoridades de manera democrática. Esa es la calidad de la educación que les dan, basada en el engaño.

“Para estudiar en la universidad es necesario preparación y financiamiento. (…)”, resalta Ugalde. Sobre todo esto último. Eso es lo que más aprecia la Compañía de Jesús. Cuando el flamante Rector de la UCAB dice financiamiento se frota las manos y se le brotan los ojos. La Compañía recibe jugosas donaciones de empresa privadas nacionales y extranjeras para manera sus operaciones de formación ideológica. Es decir, la formación de cristianos comprometidos con el capital. Así que más que la preparación, a Ugalde le interesa es el financiamiento. Él cual en su mayor parte no proviene directamente de las mensualidades que pagan los estudiantes.

El argumento de que todos los ciudadanos no somos iguales y que unos son mejores, de mayor calidad, que otros predomina en la doctrina jesuita. Esta se manifiesta en la premisa “(…). La batalla por la democracia es cualitativa. (…)”. La UCAB aunque es una universidad pequeña, de sólo 15 mil estudiantes de pregrado, es de mucha calidad. Es de más calidad que las demás. Porque en la democracia lo cuantitativo, la mayoría no cuenta, lo que cuenta es la calidad, léase la minoría de derecha.

Estoy seguro que hay un cierto número de jesuitas que no piensan como Ugalde. Me imagino que la Compañía de Jesús, como toda compañía, no es una organización democrática, esos jesuitas no pueden opinar abiertamente. Si lo hicieran serían sancionados por la autoridad, los CEO’s de la Compañía se encargan de mantenerlos silenciados. Estoy seguro que un buen número de egresados de la UCAB no comulga con el cristianismo hipócrita que práctica Ugalde. Incluso, algunos estudiantes regulares de esa universidad se han manifestado valientemente en contra de las manipulaciones y mentiras de Ugalde y sus servidores.

Nuestro trabajo es desmontar el discurso educativo de la derecha. Ugalde es uno de sus principales representantes. Desmontar las mentiras y medias verdades de Ugalde es una de nuestras tareas. No permitamos que estos mentirosos de oficio confundan a la gente, a los que más pierden por tipos como ellos.

Julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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