Huelga de hambre de caprichos

Está de moda en nuestro país que un grupo mayor que diez y menor que cuarenta de venezolanos –no distingo profesiones- se pongan de acuerdo sin mucha cautela, sea por lo que sea, pero sí con gran publicidad lleve contra las cuerdas al Gobierno Nacional con un cúmulo de peticiones que al correr de los días, entre ellos y algunos representantes de la Administración Central, habrán de reunirse para oírse y días después se les complacerá a los huelguistas, poniendo en entredicho que con o sin razón, algo no anda bien, en esto tampoco me voy a extender, no es la idea del artículo.

Todo lo anterior está basado en lo que ha transcurrido y sucedido en días pasados en que unos “estudiantes” tirados frente a la oficina de la OEA en Caracas por muchos días, so pretexto de que en Venezuela no se respetan los derechos humanos y, además exigiendo la libertad de unos supuestos presos político del régimen fue su motivo, para lanzarse abrazados a su “huelga de hambre” por el precipicio de la agonía esperanzadora de despertar el interés de la Comunidad Internacional y de José Miguel Insulza como Secretario General de la OEA con la negada petición de la visita in situ de la CIDH de ese organismo.

Corrieron los días y los huelguistas se mantuvieron aferrados a sus pancartas de peticiones más que caprichosas políticas y, para que levantaran su huelga de hambre, tuvo que ir a su presencia una comisión de ministros y otros personeros como autoridades publicas, representantes de la revolución a desechar lo imposible de complacer y, a aceptar revisar, lo que hasta el presente se sabe que es noticia pasada.

¿De quién fue la victoria? ¿Y por qué se les oyó? ¿Había o no un plan de por medio que sigue intacto? Todas esas preguntas están todavía en el aire, van y vienen, se escurren en los entretelones de un público no conformista, ni bobo, que había que reconfortar para calmar los ánimos que de lado a lado se propagaba como un volcán incierto y, como acá siempre las cosas se tardan para verlas y para buscarle solución o por lo menos tratarlas con la voluntad que se merecen. Lo cierto es que los huelguistas en parte lograron su objetivo y, con toda prontitud de las instituciones involucradas hubo cambios en el desarrollo de los acontecimientos y se revisó las que había que hacerle seguimiento de sus antojos bien seleccionados, es decir, en parte se cumplió con el cronograma inicial de las peticiones de éstos.

Nuevamente se reúne otro grupo heterogéneo en cuanto oficio de personas frente al PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en Caracas, quienes a favor de las Universidades Autónomas en busca de más presupuesto que generalice actividades afines a su desarrollo de cuestiones propias, se declaran en huelga de hambre, de cuyo propósito depende arraigar el cúmulo de perversiones y vicios que se han transcendido a través de los años, llevados de las manos por la cúpula administrativa direccional como una enfermedad crónica donde hay muchos síntomas por diagnosticar para depurar.

El “patuque” ambiental de información y desinformación es tal que con marchas y contra marchas, enfrentamientos verbales que se convienen y no se dan, donde todo el que increpa del lado que sea tiene sus razones y, el que más grita coge más aire en el espacio que disponga y los mercaderes a la escurridiza hacen su agosto a su manera sin importarle la confrontación de ideas y la arepa cada vez más redonda dentro del círculo de las nubes de los mercados y, el que puede descalifica al otro y se salpican de cuanta inmundicia se atraviese en el camino y, las risas bañan horizontes en que algunos se dan por vencedores y salen vídeos a destiempo que desdicen mucho de la realidad de la huelga de hambre honesta en que debe lucharse a favor de quien más necesite o por un bien común bien difícil de lograr, pero acá es lo contrario y, más de las veces se resaltan necedades que usted ya lo vio. ¡No aprendemos! Y la burla colma estupideces con horas perdidas que lo dejan son trasnochos.

Sea lo que sea, el Gobierno cedió y seguirá cediendo más temprano que tarde a los que juegan dentro de sus inconformidades de inhumanidad huelguistas que atrapa embrollos, porque el relajo es tal que se ha relegado el derecho de exigir con toda la libertad que el ser humano debe disfrutar dentro de un régimen de oportunidades por igual y, más bien se apela al relajo sin límite.

Lo que no sirve hay que desecharlo con presteza, hay que combatirlo con ideas con argumentos que no escapen a la desdicha de caer en lo mismo de siempre: en el toma y daca y no dejar al libre albedrío, políticas de vital importancia para el país.

Mientras, la candelita de las pasiones sigue la ventolera de la prepotencia y las oportunidades de ser un país de primera se acomoda en un segundo plano y lo más triste el tiempo pasa, pasa …, y, ellos desarticulando el porvenir de la República Bolivariana de Venezuela con más de lo mismo.

estebanrr2008@hotmail.com



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Esteban Rojas


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