Definitivamente en el estado Mérida manda la desidia gubernamental, a la que no escapa ni la sede estadal del Ministerio del Poder Popular Para la Educación o Zona Educativa número 14, ubicada en la avenida 4 Bolívar (casco central de la ciudad de Mérida). En esta institución reina el desorden y la burocracia a la hora de atender a docentes y otros trabajadores del sector educativo; es tan grave la situación que algunas secretarias, oficinistas y otros funcionarios a menudo manejan inadecuadamente papeles que son de gran necesidad para sus interesados, e incluso llegan a perderlos. Eso sí, terminan lavándose las manos y se pelotean unos a otros, o le dicen a los maestros, por ejemplo, que llamen a Caracas para saber el estado de los trámites por reembolsos del Seguro o por otra índole académica o administrativa. Por cierto que el tal Seguro es otro fracaso más, pues sus responsables demoran toda una eternidad para efectuar los reembolsos correspondientes ¿Será qué algunos se están beneficiando indebidamente con el dinero de los asegurados? No estaría de más una investigación profunda al respecto.
A lo anterior es necesario agregar que algunos funcionarios son bien amargados y groseros, como un tal Eddy Campos, acostumbrado a insultar y a amenazar a quienes solicitan su atención, en especial a las damas (como el propio cobarde). Desgraciadamente individuos como éste abundan en la administración pública venezolana, y están bien conectados con distintas instancias del Poder, razón por lo que es bien complicado destituirlos e imputarlos en el caso de que así fuera necesario.
Algo habrá que hacer para poner a valer la Zona Educativa del estado Mérida, pero no se sabe quién y cómo. Parece que nadie es capaz de ponerse los pantalones para ‘agarrar al toro por los cuernos’, considerando que ni siquiera las más altas autoridades del estado gobiernan en forma debida. ¡Qué desgracia¡ ¡Qué futuro nos espera con tan lamentable situación de la institución que rige los destinos de la educación¡ Nada se hace por convicción, sino de mala gana, con el simple propósito de ganar un sueldo quincenal y/o un ascenso. La burocracia, el amiguismo, la mala educación, el resentimiento y la frustración, son vicios y actitudes que han obstaculizado desde un buen tiempo atrás el normal desenvolvimiento de la sede ministerial en Mérida, y ante semejante realidad parece que no hay dolientes verdaderos. ¿Será qué debemos esperar a que el mismo Chávez resuelva los problemas de la administración educativa en Mérida? ¡Esto ya es el colmo¡.
Si el Gobierno “revolucionario” en Venezuela pretende seriamente llevar a buen término el “socialismo del siglo XXI”, deberá atender de manera especial la problemática administrativa que aqueja a instituciones como el Ministerio del Poder Popular Para la Educación, específicamente en estados como Mérida, donde verdaderamente reinan el desorden y los malos deseos.
ruhergeohist@yahoo.com