En la UCV...pasa algo (III)

En el sistema educativo y quienes las integran deben de dar un debate histórico, pero…, qué debatir? dónde debatir? cómo debatir? entre quiénes debatir? para qué debatir? El punto principal ha de ser la implementación de la Constituyente Universitaria Bolivariana teniendo como marco el Programa, que es el texto constitucional, ya que dentro de la Constitución, todo! fuera de la Constitución, nada! Insistimos, no se debe aceptar, ni dar un debate si el propósito de ese debate es retrotraernos al pasado, muy por el contrario! el debate es sobre el presente y el futuro luminoso del socialismo bolivariano.

Causa beneplácito la visión política del líder y la unión estratégica con otras naciones, una nueva relación geopolítica se teje en la política internacional. Venezuela del anonimato pasa a la palestra mundial y establece acuerdos en distintos ámbitos.

Esos acuerdos impactan la realidad política, económica, social, industrial, comercial, social, en fin, tienen una amplia y variada cobertura e incidencia en el aparato productivo y en la plenitud del vivir de la sociedad venezolana.

Pero…¿dónde aparecen en escena las Universidades y Colegios Universitarios? Seguimos produciendo profesionales en las mismas y tradicionales áreas profesionales no acorde con las exigencias del aparato productivo en transformación hacia el socialismo y la plenitud del buen vivir; la resultante: son futuros desempleados desactualizados y descontextualizados; es decir, adecuar y actualizar los pensum de estudio por interés propio de existencia y en acompañamiento al interés nacional y del buen vivir.

Pero qué sucede:

En Venezuela estamos en presencia de dos Estados que cohabitan y que están en pugna por imponerse uno al otro. Nos referimos a un Estado que no termina de morir y otro que no termina de nacer. El primero, el Estado de la Oligarquía que es un Estado de Opresión y la contraparte, el Estado Bolivariano, que es un Estado de Liberación. Cada Estado crea sus valores y principios y todo su ordenamiento que lo justifican de manera histórica y jurídica. Los Estados expuestos se expresan -el inicial- el Oligárquico, en una Democracia Burguesa Representativa, y el Estado Bolivariano, en una Democracia Participativa y Protagónica.

El artículo 3 constitucional devela los Fines Esenciales del Estado Bolivariano

*La defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad,

*El ejercicio democrático de la voluntad popular,

*la construcción de una sociedad justa y amante de la paz,

*la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo,

*la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución.

Entonces: El accionar revolucionario y transformador cotidiano de los y las revolucionarias debe apuntar a la concreción de los fines esenciales del Estado Bolivariano. Si dicho esfuerzo revolucionario no consolida los fines esenciales del Estado es y será un esfuerzo en vano. Y el mismo Artículo 3 precisa: los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines son la Educación y el Trabajo.

Ver para complementar:

http://www.aporrea.org/educacion/a86261.html

Pero retratemos un pasaje de tantos para llegar al día de hoy: aquella noche del 3 de Febrero el líder de los paracaidistas dio la orden, del sigilo pasaron a la acción. Los oficiales y los soldados estaban decididos a enfrentar a lo que viniera.

Comenzó la marcha patriótica desde Maracay. El líder ya les había hablado permanentemente de Bolívar, de la independencia, del derecho al estudio, del derecho a soñar, que ya bastaba que la clase política y oligárquica, así como el imperialismo les hayan secuestrado el país a las venezolanas y venezolanos.

Algunos confesaron que una vez alcanzado el objetivo querían seguir estudiando en las universidades, otros hacer carrera en el seno de las Fuerzas Armadas, otros ir a sus pueblos a surcar y sembrar la revolución bolivariana, otros juraron seguir al líder hasta la muerte. Un joven soldado de 21 años proveniente de cualquier campo de la geografía rural de Venezuela se paró en la última reunión clandestina consciente que cualquier desenlace pudiera pasar y dijo con firme convicción: -Mi Comandante lo seguiré hasta la muerte…a cambio y discúlpeme –y se le quebró la voz al campesino hecho paracaidista, par de lágrimas asomaron a punto de desbordarse, lágrimas que se hicieron colectiva- que mi hermanita que hoy tiene seis años pueda en un mañana estudiar en la universidad, cambio mi vida por eso. Hubo un silencio solemne, el joven paracaidista se quedó de pie mirando con firmeza hacia el futuro, cada uno lo fue abrazando con fuerza para tomar más fuerzas, el Comandante fue el último, le tomó por los hombros y expresó como un padre a un hijo: seremos mártires o revolucionarios, se lo juro!

Llegaron en la madrugada del 4 de febrero a los predios del Palacio de Miraflores, ráfagas de disparos, gritos, ruido de tanques, quejidos de dolor. Iban encorvados y avanzando por la garita 2, el capitán, el joven militar campesino, una muchacha universitaria y un trabajador y sonó una ráfaga maldita ordenada por AD-Copei, la oligarquía, las empresas de comunicación privadas y por los rectores y rectoras contrarrevolucionarias; esta brigada de cuatros patriotas cayó al pavimento apilados casi encima uno del otro, ninguno se quejó pero estaban heridos de muerte, el joven paracaidista, susurró: -mi capitán, mi capitán. El capitán respondió con esfuerzo supremo aferrado a la vida: -si. Mi capitán –susurró de nuevo el joven soldado: -estoy herido! por si acaso mi capitán dígale a mi Comandante que en el bolsillo de mi camisa tengo el nombre de mi hermanita, tiene que ingresar a la universidad. El soldado no recibió respuesta del capitán: - mi capitán, mi capitán -insistió el paracaidista campesino, lo sacudió y no recibió ninguna respuesta, lloró y pensó en su hermanita. Al cabo de los segundos de tiempo afloró una sonrisa porque se cumpliría ese compromiso del Comandante, su corazón dejó de latir, ofrendó su último hálito de vida a la justicia. Las balas silbaban. El trabajador murió desde el primer instante, él murió enfrentado a las mafias sindicaleras, proempresariales y gobierneras. La joven universitaria se aferraba también a la vida para dar vida, tocó el pecho del capitán en el no habían medallas, había una patria, pero el militar ya no respiraba, tomó como pudo la mano del trabajador y del joven, ambas eran ásperas, rudas, callosas, se preguntó la joven universitaria mientras todo ocurría, de cuanto trabajo, de cuantos sueños frustrados. Ella -rememoró- no se permitía quedarse en un pupitre mientras tantas injusticias pasaban a su alrededor, ella decía en cada mitin en los bancos de las universidades que las y los estudiantes han de dejar huellas en las universidades y colegios universitarios, que como canta Alí Primera: -que la lucha es larga que hay que aligerar la carga...que la misa del domingo con pueblo libre es mejor. No dio tiempo a preguntarse más, ella, la joven universitaria también murió cuando su reloj marcaba su hora histórica…pero dejó huella, dejó rebeldía.

No sabemos hoy en día si la hermanita del soldado haya ingresado a la universidad o algún rector o Consejo Universitario se lo haya permitido.

¿Habrá alcanzado el presupuesto de la UCV y de las demás universidades para que esa, hoy adolescente, así como muchos y muchas adolescentes tengan garantizado su cupo y su residencia o la “inversión” en la Zona Rental de los nuevos ricachones le impidió sus derechos de venezolanos y venezolanas?

El compromiso que tienen las y los estudiantes que se autodenominan revolucionarias y revolucionarios con el líder de esos paracaidistas es grande, tienen que ayudarlo a transparentar y que haya justicia con los presupuestos universitarios para así garantizar que la Universidad sea popular e incluyente y marche al compás de la patria. Pero para hacer fructífero dicho compromiso se requieren jóvenes con nuevas virtudes, con el asomo –por lo menos- y la templanza de los y las jóvenes como relevo generacional, límpidas revolucionarios y revolucionarias como decía el Ché.

El Artículo 51 constitucional dicta:

Toda persona tiene derecho de representar o dirigir peticiones ante cualquier autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los asuntos que sean de la competencia de estos o estas, y de obtener oportuna y adecuada respuesta. Quienes violen este derecho serán sancionados o sancionadas conforme a la ley pudiendo ser destituidos o destituidas del cargo respectivo.


*Profesor – Periodista

gaspar_velasquez@yahoo.es


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Gaspar Velásquez Morillo*

Perfil de Gaspar Velásquez Morillo. Venezolano. Lic. en Periodismo egresado de la Universidad de la Habana Cuba. Master en Periodismo por la UNESCO. Candidato a Doctor en Ciencias para el Desarrollo Estratégico. Línea de Investigación: Gestión Pública Bolivariana. Especialista en Políticas Públicas. Especialista en Ciencia Política. Profesor Universitario en Pre y Postgrado. Facilitador de Procesos Socio-Políticos y Educativo. Asesor Político Comunicacional. Consultor de la Asamblea Nacional 2001 2005 en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal y Ley de la Defensoría. 1er Secretario del Consejo Legislativo del estado Trujillo en la República Bolivariana de Venezuela, año 2000.

 gaspar_velasquez@yahoo.es      @gasparvelasquez

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