Esta historia continuará…

Qué tragedia para Venezuela que tengamos profesores ignorantísimos y chochos de nacimiento como Germán Carrera Damas

El libro se llama “El asedio inútil- conversaciones con Germán Carrera Damas”, el cual les advierto, es muy cómico. En ocasiones de humor cutre y cursi. Yo particularmente me divertí mucho con él.

Además, nunca he podido ver a este señor troglodita historiador de Germán Carrera Damas  sin que me provoque risa; una mezcla deplorable de lástima y vergüenza.

Yo me imagino a este señor como una dama a la carrera, angustiado, sufriendo líricos orgasmo cada vez que un presidente de la IV, un rector, un magnate, le extendía la mano, le alababa sus bazofias o lo abrazaba.

¡Cómo gime de alegría cuando habla de Carlos Andrés Pérez!

Díganme ustedes sino es un chocho de atar este señor cuando dice: "cuando hablan de heroísmo se refieren a un sentimiento, a un concepto aprendido, pero no vivido. Se dice también que sólo los que lucharon por la independencia eran heroicos. ¿Y los otros, los venezolanos que luchaban en contra, no eran heroicos? (por ejemplo los realistas Boves, Zuazola, Cerveris, Morales,…) ¿Por qué no? Eran valientes y luchaban por sus creencias. Omitir el heroísmo del otro lado no es una concepción genuina del heroísmo, es parcializada. ¿Cuántos venezolanos reconocen heroísmo en la entereza de Carlos Andrés Pérez cuando fue acusado por los malos manejos de un fiscalete de la República y fue llevado, incluso, a la cárcel?"

El periodista Ramón Hernández le pregunta: "¿eso es morir por la patria?"

Y el genial Carrera Damas quien dice que él nunca se equivoca, responde: “¿En la medida en que se identifique la patria con ciertos valores, sí. Para Pérez, la patria era la República liberal democrática y se sentía responsable de su permanencia... lo suyo fue un acto de conciencia democrática y ciudadana ejemplar. ¿Por qué desagrada tanto Carlos Andrés Pérez y la gente no quiere que se le recuerde? Porque es un reproche vivo a todo el mundo. Pérez es execrado porque su ejemplo no tiene precedentes en la historia de Venezuela... se inmoló para preservar el mensaje democrático. Caramba, si lo que estoy diciendo es verdad (¡CLARO QUE ES VERDAD, DAMAS A LA CARRERA POR CUANTO QUE USTED NUNCA SE EQUIVOCA!), entonces no es un reproche, sino una cachetada a todos los que se agacharon ante el asunto y para quienes la figura de Pérez resulta intolerable... Pérez fue clave en la formulación del proyecto político de Acción Democrática, reconocido por el propio Betancourt; fue clave en la represión de los movimientos subversivos de inspiración cubana…". (pág. 223)

Y miren esta otra perla: “¿por qué se considera héroe al Che Guevara? ¿Héroe de qué?... el sistema estadounidense de comercialización convirtió al Che Guevara en un héroe universal. Aquí los tontos hablan del Che Guevara como si fuera el símbolo del heroísmo para la juventud y la pregunta clave es: ¿por qué se dejó atrapar? ¿Esperaba que lo perdonaran? ¿Qué iba a ser el prisionero? ¿Qué podría rescatarlo del hecho de que todos sus compañeros, a quienes él había inducido llevado, murieran mientras él seguía vivo? Le faltó conciencia del heroísmo. El heroísmo del Che fue construido por la maquinaria propagandística. Los héroes se fabrican arneses y se crean mitos". (pág. 226).

En fin, qué almácigo de tripas delirantes contiene este gordito, de lo más tembloroso y frágil, cuya filosofía de la historia  vienen entreverada con paellas ciudadanas, chinchurrias humanistas junto con racimos de morcillas encebolladas a la Carta Atlántica.

Lo que da un desbordado pánico humorístico es sobre todo imaginar a ese mar de pobres estudiantes que han tenido que tragarse sus barbaridades, su ignorancia, su petulancia, sus grandilocuentes ridiculeces, porque todas las dice con mucha pompa anglo-americana.

Verdaderamente que habría que instituirse una Misión Supra-Robinson para tratar de educar a esa piara de intelectuales venezolanos a las que pertenece este tritonante cómico de la oposición.

De burro a burro se enfrentó él con el bobo del pendejista Ramón Hernández y como digo el pequeño Gargatúa de Germán Carrera se tragó con todo y pelo.

Veamos qué dicen este par de imbéciles sobre historia y sobre la situación política nacional, y cojan palco, señores trogloditas de las letras o no, del país acojonante país de Bolívar.

Ramón Hernández presenta a Carrera Damas como a un caballero que se considera neoliberal, demócrata, y que está dispuesto a parir sin fórceps la libertad a todo riesgo en restricción con las vísceras, con el vientre y con unos 20 kilos de adiposidades mentales.

Dice esta Dama a las Carreras, que Venezuela en 1990 era un ejemplo de modernización no sólo paramédica sino para el mundo (9). Claro, la razón es porque aquí los adecos y copeyanos lo tenían a él como un geniecillo de las letras con docenas de cargos y sueldos jugosos.

Fue Carrera a las Damas, de los más grandes burócratas después del poetrasto de José Ramón Medina. Claro, él fue uno de los 35 vagos que formaba aquella merienda de mediocres llamada la COPRE, cuasi-notable, con muchos doctores honoris guasa de nuestras universidades autónomas. 

Entre los señalamientos que le hace el tonto de Carrera Damas a Chávez, encontramos los siguientes:

· “Chávez ha puesto en marcha la demolición de la República por la vía de la instauración de una modalidad de estado que es la peor combinación del atavismo monárquico absolutista y un grotesco proceso de mediatización y de adoctrinamiento ideológico, dirigido a lograr una sociedad en la que sólo haya dos salidas: convertirse en mendicante agradecido de un régimen absolutista o ingresar a una suerte de apartheid social, ideológico y político, sin posibilidades de influir en el debate real y eficaz de la conducción de la sociedad. Ese aparthied-guetto queda excluido, por supuesto, los intelectuales que mantenemos cierta autonomía de pensamiento". (19-20)

Dios mío, ¡qué bárbaro! Se exprimió todo el cerebro para parir una hamburguesa con chancho popiano. Y estos son los tipos que se creen genios en nuestras universidades. Así enseñan, así delinquen y se roban el sueldo, así destruyen a nuestra juventud, con tan malos discursos y peores argumentos.

Añade Carrera Damas: " durante el gobierno de Jaime Lusinchi, la democracia venezolana parecía más que consolidada. El triunfo de AD fue absoluto." (22)

No dice nada esta marmota o Dama a las Carreras, del caso RECADI, del caso de la barragana del presidente, de la masacre del amparo, de la matazón del 13 marzo de 1985 en Mérida, de la mejor refinanciación del mundo de nuestra deuda externa y de cómo al final, muy tarde piaba, como pajarito… (como le dijo Luis Herrera Campins).

Además de admirar a Lusinchi, esta marmota historiadora idolatraba a Carlos Andrés Pérez, porque era el ser que mejor ha sabido gobernar ¡GOBERNAR EN EL MÁS SENTIDO DE LA FENOMENOLOGÍA INMANENTE DE EDMUND GUSTAV ALBRECHT HUSSERL!

Lo que aprovecha para decir que “la tesis del actual desgobierno es que no puede haber republiquitas ni reyecitos. Así como intenta abolir la República, quiere también abolir las republiquitas, el estado descentralizado. Le tienen miedo al ejercicio de la autonomía local a la descentralización." (24).

Nada se atreve a decir de los consejos comunales ni de las comunas que es en sí la suprema descentralización que el pueblo necesita.

Para esta Dama a las Carreras, que nunca supo hacer historia con juicio, valentía ni ponderación (un delicadísimo jala-mecate de los más guindados), Chávez en un Hitler.

Carrera Damas, lo confiesa él mismo, se las sabe todas, él nunca se equivoca.

Dice esta dama a las carreras que él fue militante comunista desde 1950 hasta 1958 pero que después se convirtió al humanismo marxista. Que a él le pesa no haberle hecho caso a su papá que desde un comienzo le decía: "Germán, el comunismo no tiene futuro porque no logra la condición humana", y esto lo viene a entender mucho más tarde. Su padre -que no se le había leído casi ningún libro, que no había ido la Universidad, que hablaba pendejadas como cualquier hombre de la calle-, había dado en el clavo, y en cambio él que se la pasó entre libros, bibliotecas, recorriendo el mundo, tutoriando estudiantes de posgrado y pregrado, llega después de 50 años en esas lides, a darse cuenta de que su papá tenía razón.

Viejo pendejo.

Y fíjense ustedes, como esta dama a las carreras, de esta manera, pudo dedicarse a deformar y a mariconear jóvenes en nuestras universidades.

Esta historia continuará…

jsantroz@gmail.com



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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