El salario en Venezuela prácticamente es una realidad inexistente, un vacío o hueco en estómago y el bolsillo, como señaló el amigo Profesor Dalí Armando Álvarez, de FETRASINET-Lara este domingo que nos invitó a compartir una sopa de chivo en su casa; el salario mínimo en Venezuela pasó de pírrico a sucumbir en la dolarización de facto, por lo que la diferencia entre el salario del sector público y el privado en muchos casos resulta abismal, ¿qué hará el gobierno en este sentido en los próximos días y meses después del referendo por el Esequibo? Ya que éste parece ser la amenaza más importante que ha detectado en la actualidad y no la amenaza social derivada de un salario y pensiones de tres dólares al mes, es decir, por debajo del umbral de la pobreza y un pueblo con hambre no defie3nde la democracia. Ahí está el ejemplo reciente de Argentina, votó a un fascista de medio pelo, no por el ministro de economía del peronismo.
¿Se va a quedar el pueblo sólo con los bonos compensatorios mensuales, que por cierto no llegan a todos los ciudadanos? ¿Con el bono de guerra económica? ¿Por qué el gobierno de Maduro descuida tanto este ámbito de la seguridad de la nación y no tiene un enfoque integral? Malo eso, yo creo que sus asesores no son sinceros con el jefe de Estado y no le advierten del gran rechazo que tiene entre los trabajadores venezolanos, en lo personal no he encontrado ningún trabajador público que respalde el gobierno, si lo hace es por obligación o de la boca para afuera.
Desde el llamado aplanamiento de las tablas salariales y el último pírrico aumento de mayo de 2022, el gobierno de Maduro, se ha limitado a mantenerlo en el subsuelo, ahorcado, el trabajador se mantiene en unas condiciones de gran precariedad, aunque según las propias palabras de Maduro, viene haciendo de tripas corazones para apoyar a todos los trabajadores; ¿apoyarlo? Porque el bajo ingreso petrolero, junto a las sanciones fueron el principal obstáculo en la economía nacional y apenas va dando signos de cierta recuperación, principalmente en el sector privado, que como ya se ha dicho, sector que ofrece un salario un poco mejor, con lo que las diferencias sociales se han hecho más marcadas.
Es decir, comercios y empresas ofrecen un bono adicional en divisas. En cambio, a los trabajadores del sector público se les ofrece a penas los bonos ya indicados; con ello se ha mantenido hasta los días de corren, cuando todo es Esequibo hasta en la sopa, pura habladuría porque Guyana sigue comiendo el maíz por la orillita, iza su bandera, como, orina y caga por esos descampados, como perro en conuco, ni un tirito a discreción o que el aspa de los helicópteros les tumbe la carpa esa que montaron, todos es dejar pasar, dejar a hacer, como todo en este gobierno.
Las propuestas que hay en el ambiente político y social, son las llamadas falacias ecológicas, unas ideas básicas que a todos parecen lógicas sobre el salario, pero el gobierno no las implementa y el sector privado sólo a medias; por ejemplo, la propuesta del sector sindical ha sido un salario equivalente entre los 400, 500 o 600 dólares americanos y el gobierno dizque manejaba meses atrás una propuesta de 65 dólares, según se oía en la calle; pero todo se ha quedado en eso, puras falacias.
El gobierno nacional ha detenido el incremento salarial, la firma de la tercera Contratación Colectiva del Magisterio y la inversión en infraestructura educativa; hecho que hace que la calidad educativa se ha visto mermada. Los docentes venezolanos no tienen ningún incentivo para laborar cómodamente; es indignante el trato del gobierno para con los docentes y demás trabajadores venezolanos, por lo que de resultas se tiene que la situación no ha cambiado en mucho tiempo; ni parece que hay mucho horizonte de futuro. La depauperación del sueldo y de las condiciones de vida del venezolano ya parece que se ha naturalizado. La salida dizque vienen a ser un cambio de rumbo político, ¿quién se atreverá a liderar el cambio en Venezuela? Por lo pronto, no pareciera que fuera la Machado, una especie de libertaria femenina o al menos que sea alguien del mismo chavismo, pero sin Maduro y los hermanos Rodríguez, ¿cómo?