Economista criollo: ahora el dólar patriota supera al dólar criminal, prueba y error fallida

Lo que pasó en la sociedad económica venezolana a mediados de septiembre de 2019, indudablemente es algo digno de estudio. Hay que investigarlo desde una perspectiva científica y desde su complejidad multidisciplinaria, pero en el laboratorio científico correspondiente, pero siempre manteniendo la ética profesional y la empatía por la persona humana como sujeto de estudio.

Realmente, lo que está pasando en la economía venezolana es algo que genera confusión a muchos e incertidumbre en otros. Sobre todo a aquellos que no comprenden las complejidades envueltas en los sistemas económicos, ni mucho menos la racionalidad de los tomadores de decisiones en materia económica y sus intereses ocultos.

Es evidente que la mayoría de los confundidos son la población trabajadora, pensionada y jubilada (los de s pie), mientras que aquellos con capacidad de ahorro e inversión son los que observan con expectativas negativas el devenir económico venezolano.

Que ahora el dólar patriota supere al dólar criminal, es un indicio que la economía venezolana está caotizada. En concreto, el dólar oficial (promedio del sistema bancario nacional) cerró el día viernes 13 de septiembre en alza (+111 BS) y se ubicó en 21.555 bolívares soberanos. Mientras que el dólar paralelo cerró en baja (-800 BS) y de cotizó en 21.000 bolívares soberanos, por debajo del oficial.

Esa situación devela la estrategia de los planificadores nacionales y asesores extranjeros en un contexto de guerra económica abierta declarada por el país más hostil y violento que haya existido después de la Alemania hitleriana. El “ensayo y error” es la estrategia. Algo que es triste para muchos y alegría para pocos.

Porque considero que la población no puede ser visto como un escenario de laboratorio. Como si fueran ratones de un laboratorio para investigaciones científicas. Donde se toman como muestra para probar algún tratamiento, avance o idea general que a alguien se le ocurra, aplicar distintas dosis, manipular la población muestral, ver cómo reaccionan y si los resultados se acercan o se alejan del objetivo planteado. Si las víctimas son pocas el resultado es bueno. Si las víctimas son muchas, el resultado es malo, intentemos de nuevo, probemos otra estrategia. Pero si en esta oportunidad no hay víctimas sociales: ¡bingo! La pegamos, abre la botella y celebramos.

Ciertamente, del método probar, errar y volverlo a intentar, es como surgen los grandes inventos en las ciencias duras: la medicina, física, química, biología, botánica, entre otros. Pero la mayoría de las veces, en esos laboratorios, de prueba en prueba, mueren muchos ratones por los intentos de aplicar diferentes tratamientos experimentales fallidos (fármacos, entorno físico, etc.), que son técnicas de manipulación poblacional para ver cómo reaccionan ante una dosis o estrategia aplicada.

De igual forma pasa en la economía y en la política como disciplinas científicas, sobre todo cuando no se logra contener un mal social o no logra revertirse un mal político.

Que ahora el dólar oficial esté por encima del dólar paralelo evidencia que es una manipulación más de los que están detrás de esa arma estratégica de destrucción económica masiva diseñada en el exterior para caotizar la economía venezolana como efectivamente lo han hecho en los últimos años.

Que ahora le toque al Banco Central de Venezuela mantener el dólar oficial por encima del paralelo pudiera ser entendido como una prueba más para ver el comportamiento ex-ante y ex post de la población en general y de los especuladores cambiarios.

No obstante, ahora toca observar cómo reaccionan los mercados (bienes y servicios, cambiario, monetario, de crédito, de valores y laboral), y ver como se mueven los indicadores macroeconómicos y sociales (hacia arriba o hacia abajo). Todo esto con el fin de comprender, explicar y luego poder teorizar y generalizar el logro o avance económico encontrado, sobre todo que logre encontrar el camino para vencer el dólar paralelo en la batalla que se libra en el mercado cambiaría nacional desde hace cinco años, donde la gran perdedora ha sido la población en general.

Rogamos que la naturaleza sea benevolente y la población no siga quedando afectada por esas decisiones. Que la prueba no sea fallida y el error no conlleve a más crisis poblacional o incluso, no conlleve a la muerte masiva por la dosis aplicada en este momento como ocurre la mayoría de los casos con los ratoncitos de laboratorios cuando las dosis aplicadas son erráticas.

Es por lo anterior que insistimos, la sociedad venezolana no puede seguir siendo sometida o exponiéndose a la libre determinación de factores externos como el dólar paralelo, a los manipuladores cambiarlos de Cúcuta, Florida e internos, a la impunidad de los monopolios en el mercado de bienes y servicios, y a decisiones macroeconómicas improvisadas, porque se corre el riesgo de generar más males sociales que los acumulados hasta el 13 de septiembre de 2019, que se manifiestan en la pérdida de poder adquisitivo, la deserción laboral y la salida masiva de mano de obra calificada hacia el exterior.



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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