Respecto a la lamentable declaración que circula sobre la politización de la canonización de José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles, nuestra posición como venezolano es clara y contundente:
1. Rechazo a la politización (El NO rotundo)
Rechazamos de manera categórica y enérgica que un evento de tanta trascendencia espiritual para la nación venezolana sea reducido a una disputa partidista o a un instrumento de ataque político.
A los líderes y coordinadores políticos:
¡Dejen el milagro tranquilo! La santidad de José Gregorio Hernández (JGH) y la Madre Carmen Rendiles no es una medalla para colgar en su discurso, ni una herramienta para señalar al adversario.
Detengan este drenaje ético. Cada segundo que invierten en esta pequeña pelea por el control narrativo de la fe, es un segundo que le roban al pueblo que sufre y que necesita inspiración para sanar.
El Cielo le ha dado a Venezuela un regalo de unidad; es vergonzoso que la política intente convertirlo en un nuevo foco de división. Las ofensas y las denuncias sobre la presencia de cualquier facción en el Vaticano no son más que ruido que distrae del verdadero camino hacia la fe y el reencuentro: la caridad y el servicio.
2. Elevación moral: El verdadero significado (El SÍ de la Fe)
Este 19 de octubre no se trata de quién estuvo o no en Roma, sino de lo que JGH y la Madre Carmen Rendiles nos exigen hoy en Caracas, en Maracaibo y en los Andes.
La Lección de JGH: Él nos pide coherencia. Dejemos de celebrar su vida solo con velitas y empezamos a celebrarla con honestidad radical en el manejo de los recursos y la atención al pobre.
La Lección de la Madre Carmen: Ella nos pide resiliencia constructiva. Dejemos de ser expertos en la queja y empecemos a ser arquitectos de soluciones, fundando estructuras de apoyo social a pesar de las limitaciones.
La santidad es el único territorio sagrado que la política no puede tocar sin mancharse. La canonización es un llamado a la unidad espiritual que ya existe en el corazón del pueblo venezolano.
3. Propuesta Estratégica: El llamado a la Inversión Colectiva
Aprovechando este regalo de Dios, propongo a la nación venezolana y a sus líderes un punto de inflexión ineludible:
Hagamos de este día un Manifiesto de la Unidad Nacional.
La firma del contrato de la santidad: Exigimos a todos los líderes, sin distinción, que firmen un contrato ético público cuyo único Indicador Clave de Rendimiento (KPI) sea el cese al fuego político y el inicio inmediato de un plan de trabajo centrado en la recuperación del salario digno y la atención a los jubilados.
El perdón como estrategia de país: Usemos la fe en estos dos santos como la fuerza para liberar la energía del rencor nacional. El perdón no es olvido, es la estrategia de supervivencia que nos permite avanzar.
Inversión en el reencuentro: La única inversión estratégica ahora es crear las condiciones de paz, libertad y prosperidad que garanticen el retorno digno de nuestros migrantes. Cada uno de ellos es un hijo de JGH y la Madre Carmen que espera un país coherente.
MENSAJE DIRECTO A NICOLÁS MADURO
La deuda de la caridad y el KPI de JGH.
Señor Presidente Nicolás Maduro, usted ha reivindicado la figura de José Gregorio Hernández como un símbolo nacional. El pueblo lo celebra, y es justo. Pero el verdadero homenaje al Siervo de Dios no es la canonización lograda, sino la ejecución diaria de su ética en la gestión pública.
El Dr. Hernández vivió bajo un KPI de Coherencia innegociable: La ciencia al servicio de la verdad y la medicina al servicio del más pobre, sin cobrar.
Su gobierno no puede hablar de caridad mientras el salario del pensionado no alcanza para comprar la medicina que JGH le daría gratis, ni mientras el trabajador vive sin dignidad.
La Caridad no es una dádiva; es la justicia económica. Reconocemos que son varios los problemas de Venezuela, entre ellos el bloqueo externo; sin embargo, destacan el drenaje ético interno que permite la corrupción, el despilfarro y falta de rendición de cuentas. Exigimos que cese el uso del poder para fines partidistas y que se elimine la amenaza del amedrentamiento a quien piensa distinto, como la Operación TUM TUM, porque eso viola el espíritu de paz de JGH.
Si quiere honrar al beato, mida su gestión con el termómetro de la dignidad del abuelo y del trabajador. Deje de invertir en la confrontación y firme el contrato moral con la transparencia y el rescate del ingreso. Ese, y solo ese, es el verdadero milagro que el pueblo espera.
MENSAJE DIRECTO A MARÍA CORINA MACHADO
La Liderazgo de la Construcción y el KPI de Rendiles.
Señora María Corina Machado, usted es un liderazgo que acumula capital político y obtiene reconocimientos internacionales. Su proyección ha venido emergiendo. Pero la historia juzgará no la altura de sus honores, sino la eficacia de su capacidad para la construcción nacional y la paz en el entendimiento.
La Madre Carmen Rendiles nos dejó el modelo de la Resiliencia Estructural: convertir la limitación (su brazo, la crisis institucional) en la fuerza para fundar estructuras duraderas de servicio y educación. Su KPI de Impacto fue la obra tangible, la unidad de su congregación.
Usted no puede invertir todo su capital en la confrontación y el llamado a intervención extranjera. Su estrategia como nobel de la paz debe ser la arquitecta del reencuentro. La diáspora, los presos políticos y la miseria de los jubilados exigen que su visión se traduzca en acciones de unidad que obliguen al diálogo para solucionar el sufrimiento.
La oposición no puede ser solo una plataforma de denuncia. Deje de competir por la razón y empiece a competir por la solución.
Exigimos que su liderazgo como Premio Nobel de la Paz se traduzca en una propuesta de reencuentro ineludible, el llamado al levantamiento de las sanciones y bloqueo y que se retiren las amenazas de Estados Unidos en El Caribe, que ponga la liberación de los presos políticos y la seguridad del retorno de los migrantes como la primera inversión estratégica para un futuro próspero. La unidad es la única forma de liberar la energía del país.
En síntesis, el regalo de dos santos en un solo día es la confirmación de Dios de que Venezuela está destinada a la Paz y la Prosperidad. Depende de nosotros, y de nuestra clase dirigente, convertir esta bendición en el inicio de la Estrategia de la Santidad Nacional.
¡Dejemos de pelearnos por la sombra de los santos y empecemos a caminar en la luz de su ejemplo!