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Me dijiste "espérame".
Dijiste que volverías
y lo hiciste,
en una bolsa blanca,
como un cuerpo que ni siquiera puedo ver,
sin el alma que adoré.
¿Dónde está mi amado?
Quiero verte,
tocar tu rostro,
darte un último beso.
Quiero calentarte,
abrazarte
y esconderte dentro de mi corazón
o esconderme en ti.
Toco el sudario.
Quiero sentir tu mano,
dejar un beso en tu anillo de compromiso,
como solía hacerlo.
Pero ¿dónde está tu mano?
Quiero oler tu aroma.
Significa que estás aquí conmigo
y estoy protegida.
En cambio, huelo tu sangre.
Me recuesto sobre tu mortaja y
susurro:
"¿cuándo volverás a casa?".
La comida está lista
y los niños esperan.
Dime, mi amor,
¿cómo pudo alguien hacerte esto? ¿
Lo sentiste? ¿
Me llamaste como siempre?
Si lo hubiera sabido,
nunca te habría dejado ir.
Te habría abrazado más
fuerte y por más tiempo,
habría sentido tus latidos contra los míos,
te habría dicho cuánto te amo.
Amor mío, ¿por qué callas?
¿De verdad nunca volverás?
Si es así,
llévate mi corazón
y espérame.
No tardaré.