Sin ánimo copista, mucho menos plagiar a nadie/alguien en particular, en este océano escritural, narrativo, he hecho una revisión somera en la gran red. Googleando, me reporta esta maraña inter comunicacional globalizada, la existencia de autores que han titulado sus textos, guardando semejanza, con el título de este escrito. La periodista Nana de Juan, cuyo libro, …refleja sus vivencias durante el confinamiento. Y otro caso es el libro de Luis Sepúlveda, …que contiene crónicas escritas entre 2010 y 2011, referidas al país largo de Neruda. Hecha la pertinente aclaratoria, paso a concretar la idea de hacer una apertura a una ventana, espacio o apuesta escritural, a los fines de exponer variados temas, hechos y circunstancias que me rodean, propios de mi humanidad y mi percepción particular del entorno social y ambiental por supuesto. El título de este texto, hace referencia a las circunstancias mismas a que estamos sometidos como individuos y sociedad, dialécticamente entendido y expresado. La vida, la naturaleza, la sociedad, se nos presenta cual líquido amniótico que nos rodea y envuelve permanentemente. Cada paso que damos, nos conduce en condición dialéctica a afrontar decisiones, que señalan un trazado sinuoso, con difluencias y confluencias, cual maraña de rio o caño, en encuentro o desencuentro de aguas cristalinas, turbias, coloridas, como nuestro Delta del Orinoco: esa naturaleza arraigada que bien llevamos, tratamos de entender y asimilar en nuestra relación telúrica, de hijos de esta región privilegiada. De allí, se desprende la inquietud -propia-, por hacer un abordaje de la realidad y sus circunstancias a través de este gran don, que disponemos los humanos: la comunicación. Hacer del común; comunicar hechos y circunstancias a nuestros semejantes través de la escritura.
Propósito planteado, de fines particulares, personales, que refieran acontecimientos desde mi visión como sujeto de una sociedad, que merece hacer el mejor de los esfuerzos, para someterlos a la consideración colectiva. Ese aporte individual -es mi modesta contribución-, queda sometido a ser contrastado con la multiplicidad de opiniones para sugerir el gran debate abierto, sincero y plural que contribuya a la conformación de un producto comunicacional de contenidos, que tributen a una sociedad respetuosa de la opinión ajena y acciones bien intencionadas de los semejantes; reconocernos y encontrarnos colectivamente en la otredad, con divergencias, en un entorno social de paz. Nuestra sociedad, enmarcada como …democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural…como lo señala taxativamente el preámbulo de nuestra constitución bolivariana, es nuestra dinámica fortuna por decisión colectiva soberana. Esto merece atención, ser y hacer(nos), respetuosos y reconocernos en nuestros más altos principios, propósitos y acuerdos de humanidad, que tanto nos han costado, y nos hemos ganado en nuestra condición de ciudadanos deltanos orinoquenses, amacurenses, imataquenses y esequibanos, confederados en la Patria, República Bolivariana de Venezuela. Sumado a ello y lo recuerdo, el hecho que nos debemos a una humanidad entera con sus aciertos y defectos, en un cosmos que navegamos y al cual pertenecemos inevitablemente.
La dinámica de los próximos días, nos traerá las mayores y mejores decisiones de Patria soberana en permanente y dinámica construcción de un sujeto colectivo genuino: de eso estoy seguro, en la voluntad Diosana, de un pueblo en vías de emancipación permanente.
Tucupita, estado bolivariano Delta Amacuro, 21 enero 2025
Puerta Atlántica de Venezuela.