San Sebastián, esa parte de la Tacarigua de Margarita, vestía ese día de fiesta patronal. Eran las fiestas octavarias del santo Patrón, el mártir San Sebastián. La gente estaba alegre y como siempre vestía sus mejores galas para rendirle su fe y devoción a un santo que por más de 100 años ha protegido y ha ayudado al pueblo en los momentos difíciles.
El periodista Juancho Marcano, se presentó en plena misa, y precisamente siempre llega a esa hora, y para no perder la costumbre llegó en ese momento cuando el Cura iba por la mitad de su sermón, el cual era oído con atención por la feligresía que estaba sentada en una cancha deportiva, tanto adentro como en la tribuna, en vista de que el templo ya tienen tiempo reparándolo y va cuesta arriba, pero afortunadamente el alcalde del municipio, prometió casi al terminar la misa que ya ha hecho gestiones y contactos para que la reparación de la iglesia sea una realidad. Que así sea. Amén.
Al terminar la misa, el reportero se dio una vuelta por los alrededores de la plaza y saludó e intercambió palabras con amigos y conocidos, y hasta conversaron que la afluencia a los actos religiosos del santo patrón de los sebastinos en otros tiempos era mayor, y se entendía por las condiciones actuales.
Juancho Marcano, luego que entendió que ya era hora de marcharse, tomó su camino hacia el viejo malibú, rumbo a su casa, donde su fiel perro Pipo, lo esperaba, como siempre, con la alegría y el corazón lleno de contento, pues no sólo quería al periodista, sino que lo admiraba por su forma de ser y actuar, y de ahí ese gran cariño que le brotaba como sudor por los poros. Por eso al estar Juancho ya sentado en una silla del garaje, lo saludó y le preguntó por las festividades del mártir San Sebastián, y el reportero le contó que “antes esas fiestas Pipo, eran un espectáculo donde acudían mucha gente, pues es un pueblo muy alegre y esa alegría se les contagiaba a los visitantes que ahí acudían. Pero ahora tú sabes que lo que llaman crisis, ha mermado la afluencia de público a dichas festividades”.
El perro escuchó detenidamente y cuando escuchó a hablar a Juancho de crisis, le comentó: “Sabes Juancho, que por ahí escuché que en tiempo de crisis hay una cosa más importante que el conocimiento. “¿Si?, dijo el periodista. “Si, Juancho, y es la imaginación y lo dijo Winston Churchill; así que estás raspao, ilustre periodista”, dijo Pipo. Juancho sonrió y pasó hacia la casa, después de darle la razón al perro.