Andrés García, el orgullo de Caicara

Hace poco participé en una tertulias con amigos folcloristas, respecto a quién había sido el artista de música llanera, nacido en el estado Bolívar, más destacado del siglo XXI.

Pero como "de gustibus non est disputandum", frase atribuida a capricho a Cicerón, que más o menos traduce: "entre gustos y colores no han escrito los autores", surgieron nombres varios, repitiéndose tres en casi todas las "papeletas": Henry Fuenmayor, Scarlet Linares y ANDRÉS GARCÍA. Cuando decidimos hacer una especie de votación/desempate para ver quién de estos tres debía ocupar el primer lugar -con argumentos de por medio-, la lista de redujo, de manera unánime, a uno solo: Andrés García. Este mismo artista, expliqué a la audiencia, fue junto a Raúl González, el "Caicareño", los más emblemáticos embajadores del estado Bolívar en las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI, en cuanto a joropo llanero respecta.

Es entendible que algunos que no están muy vinculados a la música llanera no tengan idea a quién me estoy refiriendo y asocien más ese nombre y apellido -Andrés García- con el de un excelente actor dominicano, con importante presencia en novelas mexicanas. Para la cultura llanera, Andrés García, conocido en el mundo artístico como el 'Corobero', a propósito de la coroba, fruto de la palma del mismo nombre (Attalea macrolepsis), fue un un digno representante de su pueblo natal, Caicara del Orinoco, en el municipio Cedeño (la tierra de la coroba). Digo, "fue" porque desde ayer 1 de enero ya no está, físicamente, entre nosotros.

A poco de haberme enterado del fallecimiento del "Corobero" García, charlaba con un amigo en común, don Agustín Matos, y ambos coincidimos en que Andrés fue un artista de un nivel superlativo. Este cronista, en la conversa, sostenía que es imposible que vuelva a nacer en algún punto de los llanos colombo-venezolanos, otro fenómeno musical parecido al hijo ilustre de Bolívar. Voy a tratar de explicar porqué:

1. Fue alumno y discípulo del maestro José Romero Bello, el auténtico Florentino y el único Gran Maestro que ha tenido la música llanera, en cuanto a formación de cantantes, copleros y arpistas respecta. Ya Romero no está, de manera que no es posible que alguien pueda ser formado en la música criolla desde una visión estrictamente vernácula con los criterios musicales y artísticos del joropo criollito de los siglo XIX y XX, que tenía el Romero Bello.

2. Poderosa voz.

Históricamente cuando nos referimos a voces poderosas en nuestra cultura llanera surgen, sin pensarlo mucho,.seis nombres:

- Juan de los Santos Contreras, el Carrao de Palmarito.

- José Alí Nieves, el Pico de Oro.

- Francisco Montoya, el Tigre de Payara.

- Nelson Morales, el Ruiseñor de Atamaica.

- Armando Martínez, el Cantaclaro.

- ANDRÉS GARCÍA, el Corobero.

Esa voz le llevó a ganar el Florentino de Oro, como intérprete, tal como lo hicieron en su momento los otros miembros de esta lista, excepto Morales, por razones que explicaremos en otra ocasión.

Nunca podré olvidar una parranda privada en la cual este caicareño interpretó algunos de sus temas a capela y, como que si de Jaime Vendera se tratase, yo sentí que en algún momento las copas de cristal que estaban sobre la barra de aquel bar iban a explotar, debido a los altos decibeles de la potencia de aquella voz. ¡No exagero! Potencia, afinación, armonía y melodía.

3. Compositor y arreglista.

Un Florentino de Diamante adornó su espacio de trofeos, como el premio de mayor renombre que se le otorgó debido a lo que podía producir su inteligencia musical. Ganó muchos otros pemios, pero esa fue, de alguna manera, su consagración.

De mis canciones preferidas, guardo en un lugar sagrado de mi corazón el pasaje "Solo solito", porque fue canción de cuna de mis hijas; pero "Cuatro corazones" es el tema que, a mi entender, la rompió desde que salió al mercado. Otras dos joyas musicales 'talladas en su taller' fueron popularizadas en otras voces: Víbora del mal (Armando Martínez), Farsante (Luis Silva).

En su momento fue considerado, junto a Humberto Salas y Santiago Valencia, el mejor compositor/arreglista del llano.

3. Coplero.

Fue un estupendo contrapunteador de versos a flor de labio. Retaba a los copleros profesionales y no quedaba mal parado. Recuerdo que en una ocasión fue invitado especial en un festival de contrapunteo; a la final de ese concurso llegaron el 'Guerrerito de Guayana' y Orlando Medina. Para hacer el cuento corto, García llamó a los dos finalistas a la tarima para hacer un contrapunteo a tres. Ese día dictó cátedra, ante los presentes y para deleite, incluso, de sus cotertuliantes.

En su momento me comentó que los copleros con mayor capacidad de estas nuevas generaciones eran el 'Papelón del Chaparro' y el desaparecido 'Mandinga de la copla'. "Esos copleros desarrollan mucho", me dijo mientras destapaba una cerveza.

Tuvo la fortuna de enfrentar, en coplas, a la generaciones de Romero, Montoya, Pollo de Orichuna, Agustín Díaz, Julio Bruces, la Papelón del Chaparro, Mandinga, Henry Fuenmayor y las nuevas de las últimas décadas.

4. Bailador de joropo.

Luego de dar una exhibición de baile en el Centro Hípico Florida, centro de apuestas que estaba ubicado en la avenida Táchira, en Ciudad Bolívar, le pregunté que si él había participado en festivales de baile. Me dijo que sí, y que había ganado muchos trofeos en estos menesteres. "Tienes que aprendé, primo. Aprenda para que goce una bola en esos bailes de campo", recuerdo que me dijo.

5. Festivalero.

Era un matador de festivales a talento vivo. No solo ganó el Florentino de Oro; salió victorioso en muchos concursos a lo largo y ancho de Venezuela. Tenía el talento para destacarse en ese tipo de eventos y en realidad le gustaban y además lo hacía muy bien.

Cuando se organizó el Florentino de Diamante que terminó en empate entre Teo Galíndez/José Alí Nieves y en el segundo lugar Montoya, Andrés me comentó: "no puedes poner a cantar a Montoya y a Pico de Oro con Teo, porque ahí hay una diferencia de edad que no tiene nada que ver con la calidad. Cualquier resultado que desfavorezca a Francisco o a José Alí va a quedar ahí en la historia como algo negativo para ellos. Pa esa vaina me invitan a mí y yo canto contra Teo, que estoy más fresco".

6. Cantor recio.

Obviamente su poderosa voz, su estupendo oído musical y su apego al conocimiento de la tradiciones llaneras le permitieron interpretar los temas recios de manera impecable, como pocos. En privado y al interpretar sus canciones hacía gala de esa cualidad, al punto de compararse a Montoya y a José Alí como los otros que tenían ese swing para cantar temas recios.

7. Pasajista.

Era cantor recio de garganta brava, pero contrario a lo que alguien pudiese pensar no cantaba pasajes sabaneros, sino tendía a los pasajes románticos. Sus estupendas composiciones y su versatilidad vocal le llevaron a convertirse en una referencia del canto romántico, a pesar de, a su vez, ser un cantor recio.

8. A talento vivo.

Jugado en muchas plazas, Andrés García tenía bien show en el escenario cada vez que se presentaba a cantar. El amplio repertorio de canciones, la experiencia y el oído musical, así como su agradable voz le llevaron a convertirse en uno de los cantantes más carismáticos frente al público, sin importar si se trataba de una fiesta de clase alta, un baile de un pueblo campesino, un post parranda o una serenata. En uno y otro espacio se desenvolvía como pocos.

Igual que le ha ocurrido a muchos, por no decir a todos los cantantes criollos, en no pocas ocasiones fue víctima del exceso de bebidas espirituosas justo al momento de su actuación artística, pero en términos generales fue un caballero y un grande arriba de los escenarios.

9. Gallero.

En realidad el carácter y la forma de ser de Andrés García era la de un típico gallero, tal cual. Era un conversador nato, un dicharachero y una persona muy jovial.

Era un asistente permanente a las galleras de oriente, el centro y el llano.

Le gustaba asistir a las riñas de gallos y era muy conocido y respetado en esos ambientes. Conocía a la perfección ese tipo de actividades y era un verdadero apasionado del tema gallístico.

10. Conocedor de las costumbres campesinas.

Digamos que desde siempre Andrés García fue una figura pública, pues llegó a la escuela de Romero siendo apenas un chamo y desde entonces sus éxitos no pararon, pero en su natal Caicara aprendió lo básico que debe saber un joven en sus tareas campesinas. Cuando hizo fortuna, siguió vinculado a las llanerías, y a la minería, y siempre fue un costumbrista y un genuino hombre de campo. Conocía del trabajo de llano, así como también del día a día de la vida campesina.

Andrés García pertenecía a una casta especial de artistas del llano: los completos. Me deben sobrar los dedos de las manos para mencionar a los que han gozado de los dones y cualidades para desempeñarse con calidad en varias facetas. Ahora mismo recuerdo al máximo representante de estos artistas completos: Francisco Montoya; otros seguramente mencionarán al finado Julio Pantoja.

Las muertes de los cantantes llaneros pasan por debajo de la mesa; sin embargo, sirva esta nota para homenajear a un papaupa: Andrés García, el 'Corobero'.

PD: el nombre artístico el 'Caicareño' le corresponde a Raúl González.



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