La artesanía: Una manera de asistir a la vida

No hay arte sin artesanía

Richard Sennett, El Artesano, 2008.

Resulta inexcusable no levantar velas de algunas interrogantes. Por ejemplo: ¿Será posible centrar el análisis sobre las artesanías, fundamentalmente, en el aproximarse a una definición de la misma, cual punto de partida? ¿Cuáles pudieran ser los aspectos legales más significativos de esa específica normativa jurídica artesanal? ¿Es ineludible e inaplazable transformar la Red de Arte en el Centro Nacional de Artesanía? ¿Resulta vital e impostergable emprender la investigación artesanal, en términos de distribución de la población dedicada a esa diligencia, precisar las características del mercado, las modalidades de comercialización, la organización de las formas de producción artesanal, así como la tecnología artesanal, también, y todo lo relacionado, con los estímulos y reconocimientos artesanales, la organización gremial y asociacionismo? ¿Se ha transitado un buen camino en la investigación o resulta inminente emprender la misma? Son estas, apenas, algunas humildes interrogaciones, las cuales deambulan en la investigación y estudio sobre la artesanía. Tal como diría el poeta: vuelven y huyen con el ritmo de infatigables olas.

Estas preguntas podrían resultar demasiado obvias, pero, de alguna manera, repercuten en las estratégicas para impulsar el ir y devenir del desarrollo artesanal con todos sus tramas e implicaciones. La dimensión histórica y cultural; productiva y económica de la actividad artesanal tiene una significación societaria, definitiva e infinitamente trascendente para la identidad y diversidad culturales; las memorias históricas y el sentido de pertenencia de los pueblos, comunidades y grupos étnicos. Todo el arte nació y tuvo su origen en las artesanías.

Existe una realidad artesanal que cabalga, efectivamente, en la realidad socio-cultural de los 335 municipios del país, los 23 estados y el Distrito Capital, así como en las 1146 parroquias que tiene la nación. La República Bolivariana de Venezuela es, por donde se le mire, una nación artesanal, un país de las artesanías. Por ejemplo, la artesanía popular venezolana tiene una manifiesta influencia de la cultura de las comunidades y pueblos originarios indígenas. En Venezuela hay un censo de pueblos indígenas originarios y actuales que marca la cifra de 44 etnias; cada una con su lengua, sus usos y tradiciones, sus particularidades raciales. Y cada etnia que permanece es una nación, una nación integrada en un país llamado Venezuela, (Carrera, 2007).

En términos generales, las manifestaciones de la cultura artesanal expresan los tipos y variadas formas étnicas-socio-culturales, las cosmovisiones de las comunidades, en su amplio espectro, y las maneras, formas y estilos de asistir a la vida. Ello resulta demasiado importante desde el punto de vista económico y productivo, pero también brinda y ofrece, resueltamente, la dimensión cultural e histórica de los creadores y creadoras, así como la dimensión de existencia de las poblaciones. La artesanía expresa la identidad cultural de un pueblo; la artesanía es la más telúrica, diversa y socialmente humana labor de resistencia y habla de lo pluricultural y multiétnico de las poblaciones. La producción artesanal constituye el opuesto histórico antagónico a la producción capitalista en masa. Bien lo dijo, Le Maître de Médan, aquel Maestro francés, cuyo papel en la defensa del famoso caso Dreyfus sería de histórica trascendencia. Se trata de Emile Zola, (1623-1662), escritor, el cual a propósito de la actividad artesanal dijera: en lo más hondo de aquel empecinamiento, clamaba la rebelión del modesto fabricante artesano contra la invasora vulgaridad de los artículos de bazar.

Un registro de la historia artesanal de las parroquias y municipios, también de las regiones y estados, así como de los grupos humanos, comunidades étnicas y pueblo, en general, brinda un marco referencial cultural, de indudable dimensión histórica y contemporánea, sobre la personalidad e identidades de tales, así como la realidad productiva-creadora del sitio y la participación de los habitantes en la acción. Los principales registros artesanales de las comunidades expresan cada una de las épocas de la historia de dichas comunidades, pueblos, regiones, municipios y grupos étnicos, en términos generales y específicos. La artesanía es parte orgánica de la cédula de identidad cultural de los pueblos.

Se vuelve a las interrogantes. Vienen de los montes áridos; de lugares remotisimos y de una urbe contundente, que tiene un mar de seres creadoras y creadores artesanales, los cuales y las cuales, han dado una lucha determinante, decisiva y apretada, de absoluta calle y entrompe revolucionario por la dignidad artesanal. En términos generales, un artesano o una artesana es per se una revolucionaria o un revolucionario, en potencia o real, sin duda alguna.

¿Cuáles pudieran ser las características de la actividad artesanal en tanto labor histórica, económica-cultural? La primera, los artesanos y artesanas son aquellos que desarrollan la actividad y el trabajo de tal naturaleza en términos de labor principal y con niveles de sostenibilidad. Segundo, los creadores y las creadoras artesanales cuentan con las posibilidades de desarrollo competitivo. Tercero, el nivel de producción facilita generar puestos de trabajo asalariado y cuarto, se encuentran ubicados en toda la realidad geográfico-social del país. Lo dijo un filósofo cristiano católico, además de físico, matemático y, fundamentalmente, escritor. Se trata de Blaise Pascal, (1623-1662). Viviría apenas 39 años. Francés. Este geminiano sería uno de los precursores del existencialismo. Su obra incluyó el diseño y construcción de las calculadoras mecánicas. A propósito de la actividad artesanal precisó: Si el artesano estuviese seguro de soñar por espacio de doce horas que es rey, creo que sería tan feliz como un rey que soñase doce horas que es artesano.

Hay un amplio contenido programático sobre el tema de la Artesanía o de las Artesanías. Tópicos como la definición, los tipos de artesanías, la clasificación de la misma, sus caracterizaciones particulares, así como las principales líneas artesanales y, por supuesto, el gran tema sobre el cual hemos dedicado muchos años de estudio e investigación, hasta alcanzar niveles de especialización en la materia: la legislación artesanal.

Se volverá sobre el tópico con un resuelto compromiso militante. En torno a la artesanía es mucho lo que se tiene que decir todavía. Es absoluta y terriblemente cierto que quien esto escribe ni remotamente es o será, menos fue, artesano. Hemos emparentado la creación artesanal con la poiesis, la creación poética. Vamos a parafrasear al gran italiano, Federico Fellini, (1930-1993), director de cine: No soy un artesano, en el sentido literal de la definición. Soy un artesano de la palabra, en su más amplio sentido, porque he aprendido de la intrincada creación artesanal, particularmente de su legislación y a saber cómo decirlo, cómo escribirlo. Salud, camaradas, artesanos y artesanas. Y no dudamos en afirmar: la artesanía es una manera de asistir a la vida. Artesanías o nada.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1567 veces.



Efraín Valenzuela

Católico, comunista, bolivariano y chavista. Caraqueño de la parroquia 23 de Enero, donde desde pequeño anduvo metido en peos. Especializado en Legislación Cultural, Cultura Festiva, Municipio y Cultura y Religiosidad Popular.

 efrainvalentutor@gmail.com

Visite el perfil de Efraín Valenzuela para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Efraín Valenzuela

Efraín Valenzuela

Más artículos de este autor