Cuando la crónica se hace cuento

A Hugo Colmenares

Hermoso trabajo literario el del periodista grítense Hugo Colmenares.

Se trata de uno de esos densos narradores capaces de transformar en una pieza literaria el producto de una conversación o anécdota que escucha en un breve encuentro entre amigos.

Su mente almacena esas vivencias, las añeja cuál frágil encomienda; posteriormente, con el correr del tiempo, brotan de su memoria crónicas transformadas en cuentos maravillosos.

Eran para los que vivimos -en nuestro imberbe quehacer periodístico- del otrora diario "El Nacional" momentos de permanencia entre veteranos de imaginaciones prodigiosas, que sin deslindar roles se ofrecían amenos al trato con pasantes recién admitidos o periodistas en ciernes.

Especie de Sócrates dispersos que el batir de las olas los iba arrimando al periódico entre Puente Nuevo a Puerto Escondido. Allí convergían para dicha nuestra, periodistas y escritores como Oscar Guaramato, Jesús Sanoja Hernández, Cayetano Ramírez, Víctor Manuel Reinoso, Leopoldo Linares y lo que pudiésemos calificar como la inteligencia intelectual caraqueña de la época.

Allí y en aquél entonces nos topamos y surgió un trato que ha devenido en interesante producto intelectual de marcadas coincidencias, tal vez por esa atracción que ambos compartimos sobre el arte y la literatura.

Años distan sin vernos producto de nuestras ocupaciones. Acá en Hanoi he tenido el gusto de recibir un libro de sus recientes producciones intelectuales: "La Afinación de gato viejo y otros cuentos encantados del cuatro", meritoria publicación del Centro Nacional del Libro (Cenal).

Este libro editado en el marco del Año del Cuatro, fue premiado en el concurso "Cuatro cuerdas una patria"; actividad inscrita en la Campaña nacional de promoción de la lectura.

Doce relatos que en la narración de Hugo Colmenares se transforman en breves cuentos, de los cuales quiero compartir con mis solidarios lectores el siguiente, referido a Cayetano Ramírez, sobre el universo de su trashumancia. Pero antes me permito decir que tanto la portada como las páginas de "la Afinación de gato viejo y otros cuentos encantados del cuatro" han sido bellamente ilustradas por la arquitecta y pintora Carmen Salvador.

Un cuatro en la tormenta invernal

En esos años de la crisis mundial de la economía, el entonces periodista Cayetano Ramírez, experto en temas petroleros, debió viajar como corresponsal del diario Ultimas Noticias a Nueva York, donde se reunían a finales de año los presidentes de las potencias económicas del mundo occidental.

-Nueva York, estaba esa noche vieja de los años 60, bajo una terrible tormenta invernal y todo estaba paralizado, salvo el paso de los bomberos que veía pasar desde el hotel, donde con una máquina manual de escribir redactaba las noticias para el diario caraqueño –recordaba Cayetano Ramírez.

Faltaba media hora para el Año Nuevo y Cayetano en sus añoranzas, lejos de su familia. Un periodista que no sabía si dormir, cantar una canción o bajar a la recepción para hablar con el personal del hotel y disipar esa tristeza tan larga como una noche de invierno.

-De pronto, escuché que cantaban el "Alma Llanera" el sonido de un cuatro. El corazón se me salía de la emoción. Bajé rápidamente desde el piso 12 por el ascensor oloroso a pino y velas aromatizadas.

-Sí, señor, de inmediato subo a su habitación –dijo el uruguayo Gonzalo Flores Martínez, gerente de hotelería y quien en un tiempo fue piloto militar.

-¿ Desde cuál de los edificios viene esa música venezolana? –preguntó casi lloroso el periodista Ramírez.

-Sospecho que debe ser del edificio Venezuela que está en la otra calle y un miembro de la familia Briceño Ríos; es el maestro pastelero de nuestro restaurante –respondió- el gerente Flores Martínez.

Al llegar a la puerta del hotel, se anunció el nuevo año. El periodista y hotelero se dieron un abrazo. A los pocos minutos, Cayetano Ramírez ya estaba con la familia venezolana que cantaba aquellas canciones de navidad y festivas de Venezuela.

-¿ Quién toca el cuatro de esa manera tan maravillosa y que escuché desde la ventana de mi habitación en el hotel? –preguntó el periodista corresponsal que ya había despachado desde el día anterior las noticias sobre la crisis económica mundial.

-No tenemos un cuatro, son nuestras voces desafinadas que cantan "Ansiedad".

-Brindemos.

 

*Periodista venezolano en funciones diplomáticas en Vietnam

nelsonrodrigueza@gmail.com



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Nelson Rodríguez A.

Periodista y diplomático. Autor de ensayos, cuentos y poesía.

 nelsonrodrigueza@gmail.com

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