La autocrítica en "nuestro" accionar como militantes de un proceso de cambios

Hay una medicina para no ser corrupto; que uno mandé al cipote las ambiciones personales y materiales; esa es la mejor medicina.

Hugo Chávez
 

LA GEOPOLÍTICA es un método de estudio que a través de variables geográficas y de relaciones internacionales, nos posibilita ENTENDER los asuntos que se desarrollan a nuestro alrededor; podemos EXPLICAR las gestiones de los Estados-Nación, sean estos, pequeños o sean países influyentes; podemos COMPRENDER porqué los recursos estratégicos definen la estabilidad global; ya que estos acontecimientos globales impactan el convivir nacional, en lo político en lo económico.

El mundo atraviesa una guerra que no es entre naciones, no tiene planteamientos ideologícos, solo es una confrontación entre corporaciones por el dominio de territorios con los recursos, que aseguran su desarrollo y preponderancia global.
Cómo pueblo, observamos al presidente de EEUU apoyado por las corporaciones de información y comunicación en competencia con las elites tradicionales asociadas en el ente financiero Blackrock; proyectando una guerra singular: De negocios, guerra donde no existe gestiones, estrategicas, lo que observamos son arreglos entre corporaciones vencedoras y corporaciones vencidas, ocupadas en asegurar sus intereses en relaciones bilaterales. Proceder que se visualizo con claridad, cuando Rusia y EEUU se sentaron en Arabia Saudita
para definir, el fin de la guerra en Ucrania, dejando por fuera a los europeos, quienes la chillaron, no por tener interés en aportar a la paz, sino por haber quedado fuera del reparto.

Importantes Analistas llamaron al siglo XX la era de la "Rebelión De Las Masas", otros, han caracterizado al siglos XXI como la "Rebelión de las Élites" calificativo por las acciones de Trump, contra la élite demócrata, incrustada en el "Estado Profundo"; con el fin de reemplazar a las élites tradicionales y redefinir el poder en EEUU.

Todos estamos claros que construir la transición hacia un sistema de igualdad y justicia que se plantee la búsqueda del bien común en lugar de las ganancias, hoy es más difícil, por la guerra cognitiva contra esta propuesta; por la crisis del sistema; por la ideología del tener ser por encima del ser; porque los valores capitalistas son asumidos como valores personales
generando conductas egoístas, individualistas, egocéntricas; hablar de valores, como la solidaridad, la cooperación, la justicia social se ha convertido en lugares comunes y entendidos popularmente como pura paja. Esto por entender a las necesidades como valores materialistas que guia a la búsqueda de los beneficios;
obstaculizando el camino, hacia la liberación de este sistema injusto y de desigualdades. Sistema que con la implementación de las técnicas de información y comunicación, está causando que la acumulación de capital se concentre, en grupos más reducidos; con la consecuencia de la progresiva debilidad del Estado, la concesión de los recursos naturales a grandes corporaciones; disminución de los derechos sociales y de la calidad de vida, siendo el beneficiado nuestro enemigo estratégico: Las corporaciones financieras.

Hoy la militancia con conciencia revolucionaria nos preguntamos ¿Cómo?
propagar el razonamiento crítico, cuando observamos que una
actitud de crítica social, en la población, no existe, especialmente en el sector juvenil, quienes están siendo dominados por la cultura digital que les está marcando su conducta. Hoy un mensaje de un influencer para los jovenes, es más fuerte que un buen razonamiento, guiados pantallas digitales, con su guerra cognitiva, hacen pensar lo que a esa clase corporativa les interesa, formando a la nueva generación como personas acríticas, consumistas.
Al no poder eliminar el poder de la pantalla digital en nuestros jóvenes, tenemos que aceptar que, en política comunicacional de masas, las corporaciones mediáticas nos han tomado demasiada ventaja. Debilidad de los procesos de transformación en el mundo.

Nuestro presente nos proyecta un reto gigante, no solo es confrontar al sistema que explota, vulnera, asesina a los pueblos; sino que en el marco de la implementación de las técnicas disruptivas de comunicación e inteligencia artificial, es poder visualizar ¿cómo generamos ese nuevo sujeto?, que formará ese futuro de paz, armonía, justicia e igualdad social, pues eso con una sociedad adormecida, sin capacidades críticas, ni analíticas, nos visualiza un futuro incierto y nos hacen sentir que nuestras luchas han caído en saco roto y nos preguntamos ¿Que hemos mal? ¿que debemos hacer para corregir nuestros errores?

Debemos reconocer que, todos y todas por igual estamos cortados por un mismo patrón, seamos personas comunes, ministros, gobernadores, o militantes; somos personas que erramos, nos equivocamos, nacidos y formados en capitalismo tenemos sus vicios, carecemos de generosidad, de nobleza, y nos sobra avaricia por tener, lo que produce esa corrupción que desarrollan algunos funcionarios al llegar a puestos dentro de la estructura gubernamental olvidando que llegan allí a PRESTAR UN SERVICIO, proyectando con sus corrupciones, su falta de grandeza de espíritu.


Pero que seamos esos seres infalibles no quiere decir que no podamos lograr nuestro sueño transformador, tomando en cuenta las revoluciones que se han realizado y la permanencia del proceso bolivariano a pesar de nuestras fallas.

La transformaciones requieren dos cosas: Variar las relaciones de poder, y lo que se nos dificulta y no hemos sabido como entrarle: Modificar la ideología del capitalismo, alterar en nuestro accionar los valores que ese sistema asesino y explotador nos inculco.



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Marta Ortega

Docente jubilada, militante por la transformación social desde el voto nulo hasta hoy. Pionera en la formación de la Liga Socialista y defensora de los Derechos Humanos

 martaortega4@gmail.com

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