¿“La culpa no es quien le da el garrote sino del ciego”? . ¿La ANC y los malos funcionarios de Maduro?

No es que quiera siempre andar llevando la contraria, tanto como poner un título con un texto generalmente expresado al revés o lo que es lo mismo "La culpa no es del ciego sino quien le da el garrote".

Dentro de la gente muy cercana al gobierno como Isaías Rodríguez, quien siempre lo ha estado, tanto como que sigue siendo nuestro embajador en Italia, Luis Britto García, José Vicente Rangel y hasta Julio Escalona, quien incluso formó parte del mismo grupo político al cual perteneció Maduro, prevalece el criterio que hay que sacar al presidente del medio cuando se evalúa lo que en Venezuela acontece. Es decir, al momento de asignar responsabilidades por la persistente comisión de errores en el hacer y hasta no hacer, ellos coinciden en desvincular al presidente de esas responsabilidades. Hasta hace poco, la culpa de eso se le atribuía funcionarios que se habían ido como Rafael Ramírez y especialmente los tantos corruptos. Pero entre estos últimos se incluía a unos cuantos que todavía están adentros, pero quienes hacen esos señalamientos, bien enterados que están, se cuidan de nombrar a nadie. ¡Por allá jumea! "Si les conocí no me acuerdo".

Los personajes nombrados antes, sobre todo ubicados en la contradicción fundamental, la lucha contra el imperialismo, que por cierto hoy pudiera tener un fundamento y sustento distinto a la anterior por la maña de lo real de cambiar, lo que pudiera en veces confundir y uno no reconocer a la chama que se cambia de "look", han venido fijando sus posiciones dentro de la conflictividad venezolana de manera que procuran evadir la discusión interna, lo relativo a la conducta y proceder del gobierno, por aquello viejo de "no darle velas al enemigo". Criticar al gobierno, según ellos, es fortalecer al enemigo. Es una muy vieja idea, proceder y conducta. Como aquella que se expresa diciendo "a la familia con razón o sin ella". El familiar puede cometer cuanto error se le ocurra pero si acaso tiene algo que reprocharle hazlo adentro del grupo familiar y si es posible a él en la intimidad mientas afuera callas.

Probablemente eso pudiera ser valedero si el primo o hermano me permite acercármele y hasta estuviera presto a escucharme, lo que implica, si reconoce la validez de lo que le señalo y hasta dispuesto a darle valor a la crítica. Esto último incluye la disposición a enmendar o corregir errores y conductas.

Pero es demasiado evidente que no es sólo a cualquier pendejo que el gobierno y los gobernantes ignoran, a quienes de paso pudiera darle un tratamiento más que evasivo, como ha sucedido con gente como Samán o Vladimir Acosta, sino que así procede con buena parte de los nombrados y todos los demás que son como ellos. ¿Cuánta observación previa no ha hecho Britto sin que le paren? Un notorio ejemplo de ello fue la "Ley de Inversiones Extranjeras". A Pascualina Curzio la usan cuando esta, como en su último artículo sobre las causas de la Hiperinflación, intenta justificar al gobierno restándole a sus planteamientos lo que pudiera haber –porque lo hay- de responsabilidad gubernamental. Pero cuando hace propuestas para remontar la crisis, como a Bouza y Valdez, también ignoran.

La reciente intervención de Julio Escalona en la ANC, en la cual sugirió la necesidad que ese ente tome medidas como destituir o sancionar ministros y hasta propuso se invitase al funcionario encargado de lo relacionado con los "Precios Acordados" a explicar esa política que en su parecer "no está funcionando" y por qué insiste en ella, es un reconocimiento que a nivel gubernamental y hasta en la intimidad no le están prestando atención. Es como decir que el primo o hermano ni siquiera quiso recibirle para que escuchase su pregón. Tanto que, públicamente, como lo hacemos muchos, se vio obligado a hacer sus críticas y hasta pedir de la misma manera la eliminación del Ministerio de Alimentación por no estar prestando ningún servicio positivo a los venezolanos. Pues Julio desde tiempo atrás viene ejerciendo sus críticas sin que uno haya percibo señales que le están haciendo caso.

Pero la intervención de Escalona fue cuidadosa en cuanto mantuvo lejos de su objetivo verbal por lo menos al presidente, algo así como que hay culpables a su alrededor tanto como para que la ANC pudiera destituir ministros y citar "cordialmente" al funcionario de los "Precios Acordados". Pero también es verdad que Escalona opinó como negativamente del "Programa de Recuperación Económica", no sólo por lo anterior sino por aquello que le dice la gente en la calle, "les asusta que les aumenten el sueldo".

Escalona optó por descargarse sólo en esos pocos funcionarios y en la ANC que parece como "muy disciplinada" y no ha sabido responder a las esperanzas que el pueblo puso en ella. Es como si no fuese la culpa de quien le dio el garrote sino el ciego mismo.

Quizás Maduro está envuelto en la contradicción fundamental, tanto que señalarlo como responsable sería debilitarle y "darle riendas o velas al enemigo". Claro hay algo que a eso le cubre de sensatez, criticar a Maduro, endosarle las responsabilidades que tiene, pudiera debilitarle ante aquella confrontación y en consecuencia contribuir con quienes se empeñan no que el país tome el rumbo adecuado, lo que pasa por darle valor y preeminencia las conquistas sociales, sino en tumbar al gobierno. Visto el asunto de esa manera pudiera ser pertinente tal conducta. ¿Pero en verdad es posible asumir esas conductas de criticar las deficiencias, hasta señalar nombres de responsables sin que quienes lo hagan no sean objeto del ostracismo y la marginación? Se dijo, eso fue entre otros Maripili Hernández "La Asamblea Constituyente como que no es tan plenipotenciaria .@VTVcanal8 estaba transmitiendo el importante discurso de Julio Escalona (por fin un debate y no sólo acuerdos pre elaborados en oficinas) y cuando el Constituyente empezó a hacer sus críticas lo sacaron del aire."

https://www.aporrea.org/medios/n335930.html

Y eso que Julio cuidó los detalles, tanto como sacar de ese debate la figura presidencial quien ha asumido de manera casi personal, dicho así por puro formalismo, lo del "Programa de Recuperación Económica", ese que al pueblo asusta.

Pero todavía me queda una duda. Si Julio es como es, comedido y cuidadoso al criticar y quien uno presume cerca de la gente del gobierno ¿por qué se ve obligado a reventar de la manera cómo lo hizo? ¿Qué esperar para quien piensa que no es del ciego la culpa? ¿Será qué hasta por culpa del imperialismo uno debe pasar agachado ante los dirigentes que no dan pie con bola?

 

 



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Armando Lafragua


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