¿Por qué persiste el bachaqueo? (II)

Si lo escrito aquí, le parece necio, hágase el sordo”

El Comercio ilegal de artículos subsidiados por el Estado, ha consistido en un juego fraudulento y se ha convertido para muchas familias en una “excusa para subsistir”, por lo que tienen que someterse a la búsqueda de alimentos que venderían en forma clandestina y con sobreprecios. De la misma manera, no deja de ser una oportunidad para el lucro; y en palabras mayores, la posibilidad para los grupos financieros y comerciales de, además de lucrarse con excesivos beneficios millonarios, la oportunidad de deshacerse de un presidente constitucional. En este párrafo se resume la esencia de la guerra económica, y del bachaqueo como tal.

Sin duda, un juego de esta naturaleza, puede afectar mucho al gobierno, y a su partido, a la vez que motiva a la oposición y a la izquierda solapada a argumentar en contra del gobierno, y profundizar las distancias entre las posiciones políticas. Pero, sin embargo, del resultado de las elecciones primarias del PSUV, se infiere que, el daño que se ha pretendido hacer con la guerra económica y el bachaqueo, no ha calado entre quienes participamos en esa elección.

Ahora bien, el intento de consolidación del bachaqueo, hasta los momentos, se le atribuye a la escasez de alimentos por un lado y a la participación gubernamental a través del control de precios, que molestó al poder oligárquico financiero y comercial, cuyo interés, además de arruinar al país, es cambiar el poder político, pues, el dominio de la oligarquía financiera en la vida económica de los países capitalistas se combina y completa con su dominio en la política.

En fin, ya se sabe que en los países capitalistas, los organismos gubernamentales los dirigen, los propios miembros de la oligarquía financiera o sus protegidos. Así fue en los gobiernos de la cuarta república. Siempre hubo un oligarca en el área de finanzas o hacienda, cuidando los intereses del grupo oligárquico comercial financiero, nacional y mundial.

En todo caso, sigue el bachaqueo y la venta clandestina de productos, no solo de la dieta básica del venezolano, sino de todo tipo, que incluye: Detergentes, pañales, artículos de limpieza, de aseo e higiene personal, etc. Pero, está claro, que esto debe desaparecer, una vez se actúe legalmente, en contra de los creadores del caos económico en el país, o como lo dijo un amigo recientemente en crítica positiva al anterior articulo, cuando el país comience a producir nuevamente. (Las implicaciones quedarían para otro artículo)

Es cierto, además, que el bachaqueo y la venta clandestina de productos, representa lo oculto, lo que no se declara, ni se registra oficialmente que también genera beneficios que tampoco son declarados, y se debe aclarar que en este caso venezolano, el animo del bachaquero no es tanto, la subsistencia familiar sino como dije al inicio del articulo, el lucro desmedido en el camino hacia la riqueza, o en el caso de los oligarcas financieros, el camino a seguir aumentando sus riquezas, sin importar en desmedro de quien, y además de eso, tumbar el gobierno.

Desde todo punto de vista, este tipo de actividades referidas, que suceden en nuestra economía nacional son de carácter delictivo, porque al ser ocultas el Estado no se beneficia a través de los impuestos. De igual manera, quien realiza actividades legales pero no declaradas, y procede igual a acaparar y esconder productos, también está cometiendo un delito.

En fin, seguimos con la guerra viva y el bachaqueo campante. Hasta ahora, el bachaqueo ha sido...duro de matar.



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Jesús Rafael Barreto


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