Opción F: Desinflar los precios desinflando las transacciones del dólar en el comercio

La sexta acción que adoptaría de “las 10 medidas a tomar hoy para terminar con la escasez, la inflación, la especulación, la corrupción y el dólar paralelo” que me invita reflexionar Hernán Luis Torres Núñez (1) en su respuesta a mi artículo, "el ajuste silente del paquetazo empresarial y los riesgos de la suprema felicidad social" (2) es desinflando los precios, desinflando el dólar. Ya sabemos cómo depende el comerciante y el importador de los dólares, divisas petroleras que entran al país, ¿cómo hacer para que no acuda al mercado negro, al mercado paraco, opaco, o narco lavado?

Sabemos que existe un estricto control de los dólares que puedan ingresar al país, que los empresarios que exporten están obligado a declarar y enterar parte de sus divisas y canjearle en bolívares, esto por supuesto crea ocultamiento de información. Mecanismos de evasión, el exportador desea conservar sus ganancias, por ello prefiere depositarlas en el exterior, pues bien hay que atraer esa masa de capitales para la inversión productiva, alejarla del mercado paralelo para lograr ganancias especulativas, como se hace eso, autorizar y garantizar las inversiones productivas otorgarle seguridad jurídica a cambio de impulsar la producción nacional y con ello estaríamos desinflando el dólar negro y no solo eso estimulando la producción social, elevando la capacidad competitiva.

A la par que se desinfle el dólar negro, estamos frente al problema de desinflar los precios, puesto que producimos, objetivamos el trabajo, y respaldamos la circulación con producción nacional, pero requiere voluntad política, se necesita enfrentar dogmas en que está anclado el Estado con el viejo marco político y económico, de control cambiario, debemos permitir la entrada de capitales, un estatuto de inversión, donde se garanticen sin omitir las leyes fiscales, sin privilegios fiscales, darle la misma seguridad que el capital nacional, excepto flexibilizar la repatriación de ganancias al exterior por lo menos un 30%, el resto queda en el país, para garantizar la balanza de pago, evitar las consecuencias de los capitales golondrinos, que invierten, maduran sus inversiones y luego se fugan.

Asimismo, se está de acuerdo con Nicmer Evans, el gobierno debe orientarse hacia la “Protección de la producción nacional y subsidio pertinente. No podremos salir de una crisis de dependencia de las divisas que se generan por la renta petrolera si nuestra producción nacional no es protegida para estimular su crecimiento. Esto implica entre otras cosas el justo reconocimiento del poco sector productivo privado que queda en el país, facilitando así el acceso inmediato a la materia prima para la producción, pero además también implica el estímulo del control obrero democrático (….), con base en un plan de reactivación productiva y estímulo a las empresas de producción y propiedad social. Para ello, después de garantizar la materia prima y la reactivación a plenitud de las plantas productoras, deberá desestimularse la importación de productos que se producen nacionalmente hasta garantizar el pleno abastecimiento con productos nacionales donde tengamos la potencialidad de producirlos, en una articulación entre el sector privado, el estadal y las EPS, con énfasis en el fortalecimiento de las EPS como alternativa ante el capitalismo” (3).

No podemos dejar libremente actuar al capital y su conducta en el mercado, sometido a la oferta y demanda, debemos regular y controlar sus acciones, el comportamiento de las inversiones extrajeras, apalancar el desarrollo con capitales foráneos, regular la explotación de la mano de obra, establecer política fiscales que regulen fiscalmente el salario de las empresas extranjeras que dolaricen los salarios para homogenizarlos mas o menos al resto nacional, evitar las desigualdades sociales y económicas. No olvidemos que la Constitución nacional, de transición al socialismo reconoce la propiedad privada, los regímenes socioeconómicos de distintos signos políticos.

En este contexto inflacionario el cual se pretende desinflar es pertinente Una Reforma tributaria sin impuestos regresivos, donde pague más quien más gana y quien más acumula capital. En la actualidad el impuesto que más aporta al fisco es el IVA en un 42%, el IVA lo pagamos todos igual, el más rico y el más pobre pagan el 12%, esto es inequitativo y va en contra de un sistema tributario que si pretende ser más revolucionario debería obligar a pagar más a quien más gana o acumula (4).

Esto supone disminuir la parte fiscal que pecha las mercancías, disminuir los precios, significa que la reforma fiscal se practique considerando los ingresos, la fortuna, procurando una equidad en la repartición de la renta nacional, haciendo de la sociedad más justa en la etapa de transición al socialismo del siglo XXI.

Otra de las medidas muy considerable para evitar las especulaciones capitalistas privadas con las subfacturación o sobrefacturación en el comercio que encarece los precios por la vía especulativa es proponer el “Control estatal y planificación de las importaciones y participación del sector privado en la distribución y venta. Si las divisas las produce el Estado en un 96% de las que genera el país, es lógico que la administre de la mejor manera para garantizar la soberanía nacional. Sin pretensión de fortalecer un Estado omnipotente, que un Estado responsable sea quien importe, y entregue los productos y materias primas que necesita nuestra industria, eliminando así a las empresas importadoras que en general son cómplices del desfalco a la nación, es a estas alturas un deber patrio. Sin embargo esto no puede hacerse sin una planificación conjunta entre el sector público, el sector privado y el comunal que prevea las reales necesidades y demandas de la población (…). (5).

Necesitamos someter las fuerzas del capital, su metabolismo a las regulaciones del Estado, darle un entorno positivo, como él se crea en Venezuela, una mano de obra culta, con derechos a la educación, salud para todos, salarios dignos, todo ellos es atractivos para las inversiones extranjera, sobre todo, las condiciones que otorga, la mayor suma de estabilidad y seguridad social es propicia para las inversiones extranjeras.

Fuente:

1.-Hernán Luis Torres Núñez, Respuesta al artículo "Los peligros del ajuste silente del paquetazo empresarial" Aporrea, 02/06/2015
2.-Alexander Acosta, “El ajuste silente del paquetazo empresarial pone en riesgo la suprema felicidad”, Aporrea, 02-06-2014
3.- Nicmer Evans, “Para salir de la crisis”, Aporrea, 07/01/2015
4.-Idem.


5.-Idem.



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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