Mi palabra

Las raíces de la corrupción

El corazón del hombre es el que

debe hacerse rico, no sus arcas.

Cicerón

En días pasados, entable una amena conversación con un amigo de muchos años; con el transcurrir del tiempo, se ha hecho más recto en su proceder; vive hablando de la corrupción de manera insistente, llegando al extremo de haber roto la relación con un hermano, porque de la noche a la mañana, pasó de un humilde servidor público a un acomodado hombre de bienes, como dice el refrán: "Ni la tos, ni el dinero se pueden ocultar".El compañero, no puede disimular el grado de frustración, cuando toco el tema;tan trillado, como la misma descomposición, afectando a propios y extraños; parece imposible detener este mal, por demás preocupante de nuestrasociedad.

La corrupción es como el agua, por cualquier parte se mete, pero también se escapa, más cuando la impunidad ha servido como un escudo protector, haciendo estragos en el erario público. El daño al patrimonio de cualquier país, es muy grave, porque siempre va en aumento, parece andar al lado de la inflación para poder satisfacer todos los encantos proyectados por la sociedad de consumo, al extremo que no conseguimos en América latina, un país donde no este presente, como un huracán, contribuyendo a la desigualdad social, con graves consecuencias para la población.

La llamada oposición venezolana, siempre esgrime, como argumento para atacar al gobierno: la corrupción, sin embargo la mayoría de sus dirigentes son fichas de los dos partidos AD y COPEI, el cual gobernaron durante cuarenta años, haciendo de los recursos del país un verdadero festín; en ese periodo se turnaban en el poder, sin llegar a castigar a los depredadores de la economía venezolana; la gran mayoría emprendieron vuelo para el estado de Florida, especialmente su capitalMiami, razón por la cual se encuentra pobladacon un número considerable de venezolanos, en su mayoría con dineros mal habidos en los cargos públicos de los gobiernos puntofijista del pasado.

Esos mismos personajes repiten a cada instante ¡En este gobiernose desbordo la corrupción!Tratande minimizar la corruptela del pasado, sin llegar a reconocer, que ningunaadministración ha enfrentado con firmeza este flagelo, como ha sucedido en los últimos quince años, peroel problema es muy grave;desde la guerra de independencia, arrastramos este vicio; son ampliamente conocidoslos casos de José Antonio Páez, Francisco de Paula Santander, quienes aprovecharon el poder para enriquecerse.Esto se ha venido corriendo a través del tiempo y en estos momentos es algo inherente a la sociedad de consumo; parece andar a la par de la inflación, más en un país petrolero, donde el ingreso de divisas, fue creando vagas ilusiones en un sector importante de la población, al extremo, que en un determinado momento la gran ilusión era visitar Walt Disney World.

Algunos lectores se preguntaran ¿Por qué relacionar la corrupción con la sociedad de consumo y la inflación? La razón es muy sencilla, en el pasado el corrupto se robaba por dar un ejemplo: 100 millones, lo que hoy en día, son cien mil bolívares y se podía dar un tiempo prudencial, para volver a cometer una nueva fechoría. En estos momentos esa cantidad, solamente alcanza para comprarse un celular de esos, quetanto agrada y embelesa a los corruptos, como a la gente honesta, porque de la moda,nadiese escapa, la imponenlos medios audiovisuales, acelerando el robo de los fondos públicos, y por la otra parte, estimula la delincuencia, la tentaciónes muy grande por la falta de conciencia.

El castigo a los corruptos, nunca se había visto en nuestro país, como es el caso reciente del exgobernador del estado Guárico Luis Gallardo, condenado a 18 años de prisión por haberse embolsillado una jugosa suma de dinero, en compañía de sus más allegados, quienes formaban parte de su tren ejecutivo. Esto nos demuestra, lo difícil de romper con una práctica vergonzosa, pero profundamente arraigada. El corrupto se va fortaleciendo a medida, que se va enriqueciendo, hasta llegar a formar parte de una clase privilegiada, tomando acciones y decisiones para favorecer a su entorno. El caso más claro, es el del general Raúl Isaías Baduel, quien paga condena en Ramo Verde, por haberse apoderado y a la vez favoreció algunos familiares con dineros de la nación, comprobado con algunos bauches, del cual no pudo defenderse, porque lo acusaban directamente, sin embargo quisieron desviar la atención, dándole un tinte político, cuando la realidad demostró un acto de corrupción, amparado en el poder, semejante al lancero José Antonio Páez, quien llegó a la Presidencia, uno de nuestros héroes de la independencia, quien mancho su brillante carrera militar, sin pensar en el mayor tesoro del ser humano: la dignidad.



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Narciso Torrealba


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