Aristóbulo Istúriz y Guillermo Martínez: ¿Quién es dueño del Mercado Tronconal?

Tenía necesidad de algunos productos porque ya  carecía de jabón de lavar, cloro para limpiar mi baño, desinfectante, lava plato y un paquetico de harina para la arepita mañanera. Por problema de edad -74 años y tullido - no puedo tirarme cualquiera cola y decidí  este sábado, irme al mercado de Tronconal, cuya ubicación está justo entre Tronconal II y III. Su Punto y Círculo son 5 Tronconales y calculo que en ese punto y círculo deben de “existir” -en carpetas- unos 30 consejos comunales.

Realicé un recorrido por el mercado antes de decidirme comprar los cuatro productos que requería con urgencia y hecho el reconocimiento y con la rabia a millón, procedo en consecuencia a dejarme robar porque no tenía otra alternativa. En casi todos los Kioscos o puesto destinados para la venta de estos productos que requería estaban todos y sin colas, pero habíamos muchos dejándonos robar así muy tranquila y pacíficamente.

Compre un litro de cloro, un litro de suavizante, un paquetico de jabón las llaves -el pequeñito- y un “potecito” de lavaplatos del pequeño y estos cinco productos  me costaron 763 bolívares. Ya en casa, llamé a una amiga y le pedí que me dijera cuál era el precio que justamente debía pagar. La amiga al rato me respondió que según los precios; yo debía pagar un poco menos de 200 bolívares.

Me provocó regresarme al puesto donde compre estos productos y pegárselo a la persona que vendía en ese Kiosco por la cabeza. Recapacité y decidí mejor, sentirme estafado o robado muy educadamente por una señora que me robó sin arma blanca ni negra.

Hay de todo en ese mercado y a precios de atraco. No está ubicado en Lechería, donde pudiéramos suponer que sus ciudadanos y ciudadanos serían capaces de salir con pancarticas diciéndonos: Con nuestros precios altos no te metas”. El mercado como ya dije, se encuentra ubicado entre Tronconal II y III.

Ya con la arepita en el aripo[i] y esperando que estuviera asada para colocarle las rebanadas de queso, pensé un poco el asunto e iba concluyendo.

1) La alcaldía o la gobernación, que uno de ellos debe el dueño de este mercado, debería colocar un gran aviso bien luminoso y grande, en el cual, se le advierte al consumidor que se está entrando a un territorio y una INSTALACIÓN PÚBLICA sin ley o una zona para que el consumidor LO ROBEN sin correr ningún riesgo por su vida. Lo roban sin hacerle un rasguño o sin tener frente a ti una persona nerviosa que pudiera darte un tiro o una herida por estar nervioso o drogado ya es una gran oportunidad que nos ofrece el dueño de este mercado. Seguro que te atracan muy cómodamente sin ningún riesgo.

2)  Pensé mucho, en eso que llamamos Poder Popular, Comité de Lucha Popular –CLP- y UBECH. Me dije: ¿Cómo es posible que siendo los Tronconales un territorio-pueblo, estas instituciones comunitarias y políticas no estuvieran al tanto de esto o se hicieran de la vista gorda.

3)  Pensé tanto en estas cosas que parecen increíble y  me fueron llegando unas palabras de Chávez dichas  en 1999, que más o menos tenía este contenido: “No en todos los tiempos hay pueblo, no basta que vivan un determinado número de personas  en un territorio de tanto kilómetros cuadrados para que haya pueblo. Tiene que haber algo más que ese conglomerado humano, para que esa muchedumbre, sea la expresión de pueblo” Sin lugar a dudas, los Tronconal con sus Consejos comunales, sus Comité de Luchas Populares y sus Ubech, es simplemente una muchedumbre. Para ser un pueblo le falta mucho todavía.

4)  Los que debía costarme no más de 200 bolívares y eso ya traía las ganancias de toda la red comercial -incluyendo la plusvalía- me costó 763 bolívares. 563 bolívares más, en una instalación pública que no es igual que decir UNICASA  u otro supermercado privado. Tuve que pagar 563 más, lo que representó un incremento de 286,5%. Esta señora se ganó en un mercado público, propiedad de la gobernación o de la alcaldía de Bolívar, unas cuantas veces más de los que se ganaron los capitalistas que fabricaron el producto.

5)  Finalmente y como no sabía de quién es este mercado, terminé por Preguntarme: ¿Quién es dueño de esas instalaciones?



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Claudio Dominguez


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