Los Súper Corruptos

La corrupción es tan antigua como la historia de la humanidad. Es un fenómeno social que está presente tanto en la vida pública como en la privada.

No solo es corrupto quién en ejercicio de sus funciones pública estadal se pervierte, sino también aquel que creyéndose “astuto” violenta una cola, así como el que otorga un presente y/o soborna, para ser atendido rápidamente. También es corrupto, quien recibe esos presentes o se deja sobornar para prestar un buen servicio, para el cual fue contratado. Este es un concepto básico aplicable a cualquier ámbito de la sociedad.

Conscientes de la transculturación de la esencia de la humanidad como expresión divina de la vida, no debemos sancionar con la misma densidad, a aquel individuo que producto de una urgencia requiere adelantar la cola o aquel que entendiendo la emergencia accede a atenderlo con aquellos sujetos que valiéndose de sus atribuciones coaccionan a los usuarios para recibir prebendas producto de la emergencia, o aquellos que entorpecen todos los procedimientos administrativos para luego sobornar producto de una ineficiencia voluntaria.

De cualquier forma no cabe duda que la corrupción debe ser combatida en todos los terrenos. La aplicación de la tecnología en todos los procedimientos administrativos públicos puede contribuir significativamente porque despersonaliza el trámite. Así se facilita la tramitación y se garantiza el control, más allá de los establecidos en las leyes, porque permite la supervisión social.

Sin embargo, mientras se trabaja en ello, este flagelo tiene que ser atacado con contundencia. Para ello debe dejar de ser un eslogan de moda o producto de las presiones circunstanciales.

Se podría comenzar a establecer las responsabilidades penales a los que están detrás de la estafa de 25 mil millones de dólares que se “fugaron” el año pasado a través del SITME, o los responsables de la comercialización vía extra-administrativa de las empresas mineras y ferrominera, así como la de las cabillas y las del cemento.

Es verdad que el Gobierno está apretando las tuercas para combatir la corrupción e incluso, que hay personas detenidas por delitos. Sin embargo, preocupa que bajo el paraguas de la corrupción, algunos individuos (los Súper Corruptos) aprovechen las buenas intenciones gubernamentales para aniquilamientos individuales de sujetos que no les son afectos, o que los detenidos sean del equipo del “Chinito de Recadi”.







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Jiuvant Huérfano


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