David contra Goliat, sin saber el tamaño de nuestra honda

La mejor defensa es el ataque

Sábado, 15 de noviembre de 2025.- La mejor defensa es el ataque.

Realmente, no tengo una idea precisa de cuan vigente esté esta idea, este principio, que rigió por mucho tiempo el enfrentamiento entre tropas enemigas, realmente no lo sé, pero esta idea tiene días pujando por salir y ahí les va, estaba dándome vueltas y más vueltas en la cabeza y ahora espero que sea útil y además, sea un aporte en estos convulsionados tiempos que nos ha tocado vivir.

Si, está vieja y sólida fórmula de batalla se encuentra en casi todos los códigos de guerra que han orientado y orientaban las acciones de los ejércitos que se confrontaban cara a cara y funcionaba y funcionó por mucho tiempo.

La mejor defensa es el ataque.

La sorpresa hermanada con la audacia e indudablemente con el entrenamiento y la preparación adecuados, la agilidad en los movimientos y la velocidad de la acción y la reacción, predeterminan un alto porcentaje de éxito en su ejecución.

Claro que los avances en las técnicas y el desarrollo de los equipos y una dotación de armamentos más sofisticados, así como la indudable reacción de los oponentes, hacen que se compliquen las decisiones y que se modere el uso de esta estrategia.

Todos los blancos son accesibles, actualmente, con los adelantos técnicos en materia de misiles, son alcanzables y aún el poderoso y aparentemente intocable e indestructible portaaviones Gerald Ford, que junto con sus barcos de apoyo se acaba de sumar al sitio, están dentro de la lista, así como blancos en tierra firme en territorio estadounidense.

Probablemente la reacción de una potencia como los Estados Unidos sería brutal y desencarnaría un desarrollo, un escalamiento de la guerra que nadie desea, por lo cual habría que revaluar cuidadosamente el concepto de que la mejor defensa es el ataque.

Revaluarlo y utilizarlo, de ser necesario.

Y nosotros estamos, sin la menor duda, en plan de defensa, nos están rodeando y están estrechando el cerco, nos quieren ahogar, quieren que nos desesperemos y además, como ya se ha dicho hasta el cansancio: tenemos derecho a la legítima defensa, si somos atacados.

Acción, reacción o incluso, adelantarnos si es necesario, para evitar males mayores, lo que llaman los estrategas militares: acciones preventivas.

Carajo, el tema es delicado y las consecuencias imprevisibles.

David contra Goliat, sin saber el tamaño de nuestra honda lanzadora de piedras o misiles.

Se sugiere prudencia sin entrega.

No podemos ir a la batalla, a ninguna batalla, si estamos derrotados antes de enfrentarla, prudencia, sabiduría y explorar posibles diálogos,

Aunque no es fácil dialogar con quien no quiere dialogar sino imponerse y te planta una poderosa y agresiva flota frente a tus costas, frente a tus narices, no es fácil, nada fácil.

Tenemos argumentos y algo de fuerza de choque, utilicemos ambos en nuestro favor y siempre con La Paz en la mente.

La mejor defensa para preservar La Paz es estar suficientemente preparados, en todas las áreas.

La mejor defensa es el ataque.

Adelante Venezuela, se te quiere y se te respeta.


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Luis Enrique Sánchez P.


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