En una conversación que se extendió por dos horas, el presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, discutieron principalmente sobre la guerra en Ucrania, con Putin reiterando que cualquier solución debe ser a largo plazo. Sin embargo, Macron aprovechó la oportunidad para tocar también el tema de Irán, explorando el papel de Rusia en el entorno geopolítico del país persa, un punto que ha generado controversia.
Un artículo de Bloomberg ha agitado las aguas al afirmar que el bombardeo estadounidense a Irán ha sido una "victoria estratégica para Putin", pues el conflicto en Oriente Medio desvía recursos y atención de Ucrania, favoreciendo los intereses rusos. Este giro en los acontecimientos coincide con el anuncio de la Casa Blanca de suspender el envío de ciertas armas a Ucrania debido al agotamiento de sus reservas, lo que podría poner en peligro la capacidad de respuesta de Estados Unidos en ambas regiones. Las armas suspendidas incluyen interceptores de defensa aérea y misiles de precisión, que son cruciales en la defensa de Ucrania ante los ataques rusos. Esta situación refuerza la percepción de que, a medida que la guerra se alarga, las tensiones globales están afectando la disponibilidad de recursos, lo que podría cambiar la dinámica en el conflicto ucraniano.
