El impacto de este programa en la población de menores recursos es uno de los logros de esta etapa de la vida nacional.
Lamentablemente a través del abuso de autoridad y el mal manejo de determinados funcionarios no siempre se logran los objetivos para los cuales fue creada esta misión.
El caso que hoy les presentamos a aporreadores y aporreadoras es uno de esos donde el abuso, la desconsideración y la falta de una supervisión adecuada permitieron que una adulta mayor con un hijo en condiciones especiales y una hija menor fuesen desalojados arbitrariamente por un teniente coronel de la Guardia Nacional Bolivariana, la GNB, de un apartamento que le fue otorgado .
Pero dejemos que sea la señora Marisa Mota, desde lo que fue su antigua casa en Antímano, que está intentando recuperar, quien nos narre los eventos que la han arrinconado a una situación crítica a ella y a sus hijos:
Tengo un muchacho especial, en el año 2010 quedé damnificada totalmente, los aguaceros, el invierno me tumbó mi casa, nos sacaron al refugio con mis dos hijos, con mi hijo especial y una menor de edad que tenia en ese tiempo trece años.
Me fui a mi refugio, tengo constancia de todo eso, yo fui una de las primeras que me sacaron al apartamento, a vivienda sin terminar, porque yo tenía mi muchacho especial.
El padrino, que era CORPOELEC, se portó muy bien, me buscaban las medicinas de mi hijo, nunca faltaron medicinas, bueno, se portó bien.
informó la señora Mota que el urbanismo, que se llama OPP 20, donde estaba ubicado el apartamento que le asignaron, quedaba en la avenida La Estrella de San Bernardino, cerca del Hospital de Niños.
Cuando me pasaron a mi vivienda habían obreros todavía, terminando el urbanismo„ porque los apartamentos estaban sin terminar...a mi me tocó la torre A, primer piso, me puse a cocinarle a los obreros porque yo soy una mujer que yo siempre he trabajado, siempre he trabajado y trabajaba de taxi con un carro que yo tenía, me rebuscaba con mi taxi, me puse a cocinar.
Cuando yo tenía dos años y medio (en la vivienda) sucedió un hallazgo ahí, que mataron a un señor, a un muchacho ahí.
El padecimiento de mi hijo es que él es esquizofrénico severo, agresivo y retardo mental, no habla, no oye, no se sabe expresar y nada de eso.
Hice bastante para que mi hijo no viera el hallazgo que estaba pasando, que habían gritos, había sangre, había esto, pero por mas que sea mi hijo vio y mi hijo se me alteró.
Yo lo tengo en control en Sebucán desde los 16 años, llamé en seguida a su médico...y él me dijo que lo llevara para estabilizarlo, yo llevé a mi hijo, lo estabilicé, me le puso un tratamiento y me dijo llévatelo, me lo quiso hospitalizar, yo no quise hospitalizarlo, me dijo llévatelo a su antigua casa y lo dejas tranquilo y viven tranquilos allá, no lo leves a donde pasó el hallazgo.
Me agarro, me traigo a mi muchacho, pongo sábanas, acomodo aquí y me quedo con mis dos hijos aquí, yo iba todos los días a mi apartamento, lo vigilaba, pasaba rato allá, pasaba porque yo estaba mudada yo vivía ahí en ese apartamento.
Un día llegué, una tarde llegué y metí las llaves del apartamento y me encuentro que la llave no pasa y me dice una vecina una vecina: mira Marisa Lugo, el teniente Lugo estuvo ahí, te cambió los cilindros y cerró el apartamento, el teniente ( teniente-coronel) Francisco Javier Lugo de la Guardia Nacional Bolivariana.
Me dejó una cita con la vecina, cuando yo fui a Copredi, él y el general Virela que eran los que tenían el mando de todo eso en Copredi.
Fui allá y el señor me trató mal, me desmaye.
Voy allá con mi hijo, porque mi hijo no lo desamparo nunca, al ver mi hijo el trato que él me está dando, que me está gritando, manoteando encima, mi hijo le brinco encima y le sapoteó la cara.
El tipo me sacó así en peso, como un cochino, y me puso ahí en el suelo, en una acera y me acostó.
Me acuerdo de unas palabras que me dijo; así te encadenes a Miraflores tú no vuelves a ese apartamento.
Desde entonces tengo esa lucha.
Y prosiguió la señora Marisa con su narración de los hechos, la cual puede ver y oír integralmente en el siguiente video.
Nadie me llama, no me dan respuesta, nada, nada, ni siquiera agarran un teléfono para llamar a uno, de esta forma continúa la narración de su caso la señora Marisa Mota a quien, según nos indicó, le fue arrebatado con maniobras que se iniciaron con un cambio de cerraduras, cambio del cilindro de la puerta de su apartamento otorgado por la Misión Vivienda y sin aparente base legal.
A llevado su caso a múltiples instancias del Estado: a la Misión Vivienda Venezuela, a la Defensoría del Pueblo, al Ministerio Público y en ninguno de estos organismos le han solucionado su situación.
Señaló la señora Mota: mi objetivo es que el gobierno me reintegre todo lo malo que yo he vivido por culpa de ese teniente coronel, yo necesito que el Gobierno me de mi vivienda y que me de un crédito para un carro para yo trabajar de taxi.
Yo le diría al presidente Maduro que vigile a su gente y que vea qué es lo que hace su gabinete administrativo, lo que él tiene al lado de él.
Porque él se ve que si es una persona sensible y una persona que si quiere sacar a Venezuela y lo que está pasando.
Lo que pasa es que él tiene gente a su lado que no cumple su mandato.
Indicó la señora Marisa Mora que está abierta a aclarar su caso y que se haga una investigación.
Los números telefónicos en los que se puede localizar a la señora Marisa Mota son los siguientes: 0414-318 4019, 0414-257 7237 y 0412 626 6288
Yo lo que le pido al Gobierno es que me solucione este problema de mi vivienda porque la necesito, necesito mi vivienda.