2 y 3 de junio en el Centro Internacional Miranda

(VIDEOS) Conozca lo que dijo Emir Sader en el encuentro “Intelectuales, Democracia y Socialismo”

Emir Sader

Emir Sader

Credito: La Jornada

27 de junio de 2009.- Intervención de Emir Sader durante el encuentro "Intelectuales, Democracia y Socialismo":

Estar hablando a ustedes en una reunión impar como esta, sobre temas latinoamericanos. Para mí la reunión es de extrema utilidad. Yo comparto las preocupaciones de ustedes, sin la propiedad que ustedes tienen porque las arrancan de la realidad concreta, uno tiene preocupaciones, pero son un poco abstractas porque uno mira desde afuera. Para mí es muy útil la reunión, yo tengo dudas si lo que yo voy a hablar sea útil para ustedes porque es un poco genérico, sobre la situación latinoamericana.  

No voy a hablar de la situación latinoamericana en general, más bien partir de la idea de qué es lo que está pasando con esos gobiernos que salen de los patrones urgentes en la década pasada. Cómo América Latina ha pasado de ser el paraíso o infierno neoliberal, para ser lo que yo llamaría el eslabón más débil de la cadena neoliberal, simplemente porque vive una resaca de todo aquello. Pero qué es lo que caracteriza a esos gobiernos. Estamos pensando qué forma asume la lucha antineoliberal y anticapitalista.

Creo que lo primero, aunque sea muy genérico, es decir qué naturaleza tiene el periodo histórico que vivimos. El periodo es un periodo histórico inaugurado con la Revolución del 17, que terminó con el fin de la Unión Soviética, y mucho más que eso, el viraje del periodo histórico de los años 70 para acá está marcado por tres cambios regresivos: primero el paso del mundo bipolar al mundo de la unipolaridad bajo hegemonía imperial norteamericana, lo que se llama una cosa brutal, habría que pensar todas las consecuencias de aquello. Segundo, el paso de un ciclo largo expansivo del capitalismo de segunda postguerra a un ciclo largo recesivo, en que seguimos todavía. El tercero el paso de un modelo hegemónico, regulador o keynesiano, de bienestar social, como se quiera llamar, a un modelo desrregulado, neoliberal y todo. Es una combinación brutal que hace concreta una correlación de fuerzas absolutamente regresiva y negativa, basta con decir que desde que la palabra izquierda fue inventada por los europeos, nunca la izquierda fue tan débil en el mundo.  

América Latina es una isla soplando contra un viento conservador en escala mundial, no voy a hablar de las consecuencias de aquello, pero basta con decir que la victoria del campo imperialista no fue una victoria apenas política y económica, fue sobre todo una victoria ideológica. Había dos interpretaciones del mundo antes de aquello: para el campo socialista, el antagonismo fundamental se daba entre capitalismo y socialismo, para el campo imperialista la contradicción se daba entre democracia y totalitarismo. Ganaron ellos, se había derrotado el totalitarismo fascista, se derrotó el totalitarismo soviético, stalinista y ahora están tratando de derrotar el totalitarismo islámico, terrorista, lo que sea. Pero ‘democracia liberal’ pasó a ser igual a ‘democracia’, ‘economía capitalista’ pasó a ser igual a ‘economía de mercado’. Es una victoria ideológica brutal.  

Y una segunda consecuencia, que no me voy a detener pero que es la más importante, el nivel más importante de la hegemonía norteamericana, capitalista e imperialismo en el mundo no es el nivel económico, ni político, ni tecnológico, ni militar, aunque siguen siendo los niveles no se terminan en esta crisis, menos todavía en el capitalismo, debilitados seguirán adelante, son hegemónicos. Pero el nivel más importante de la hegemonía imperial en el mundo es el nivel ideológico. El modo de vida norteamericano es el arma más importante entre los gramscianos de la hegemonía capitalista en el mundo de hoy, al punto de que penetra en los que deberían ser sus antagonistas. Yo tuve en China el fin año pasado, me quedé impresionado, no soy de aquellos que desechan la experiencia china, la consideraba muy en serio, pero está claro que ha inducido estilos de vida norteamericanos. China que nunca se había dejado influenciar por ninguna civilización externa, ni siquiera por la guerra con Inglaterra, induce la utilización del automóvil, el coche, de la tecnología, la forma de encarar. Entonces eso es hegemonía en el sentido gramsciano de la palabra. Lo que debería ser el antagonismo lo hace el estilo importado norteamericano.  

Pero mucho peor para nosotros, los niños y jóvenes de la periferia, grandes metrópolis que son la mayoría de nuestra sociedad, son en la mayoría pobres, ambicionan consumibles, mercancías de marcas norteamericanas, son víctimas de la sociedad de consumo. Eso es hegemonía en el sentido gramsciano, cuando las víctimas privilegiadas del modelo inducen e incorporan valores del modelo dominante. Entonces la lucha ideológica es más que fundamental. El neoliberalismo hoy no tiene otra forma de sociabilidad que compita con él. No es que la soviética fue una gran competidora, no era, pero tampoco son los islámicos, ni los evangélicos, ellos avanzan solitos. Hay espacios chicos de sociabilidad alternativa, pero nada que se necesite a escala global.  

Entonces no hay que confundir debilitamiento político, económico, militar norteamericano porque la hegemonía ideológica sigue siendo global absolutamente, invadió Europa del Este, etcétera. Entonces es un marco globalmente negativo, hay que planteárselo porque hay que ver en qué marco de relaciones internacionales estamos.  

El socialismo hoy es un objetivo, levantado gloriosamente por Venezuela para debatir. Pero la lucha fundamental hoy se plantea como lucha antineoliberal, cómo podemos llegar a ser anticapitalistas, por acá en el Foro Social se plantean “Otro mundo es posible”, ni siquiera enuncia qué mundo es ese, está claro que es un mundo antineoliberal o postneoliberal, como lo llamemos.  

América Latina tiene excepciones en todo aquello. Si uno agarra la trayectoria de los últimos 50 años, yo lo llamo en mi último libro el nuevo topo, que aparece espectacularmente sobre golpes extraordinarios y tiene una capacidad de recomposición formidable. Si agarramos la cronología, las derrotas que tuvimos en Europa fueron sesenta años de luto, sesenta años de repliegue. La capacidad del topo latinoamericano de recomponerse, sorprendentemente, como todo movimiento revolucionario, sorprendente.  

Yo creo que vivimos hoy una resaca neoliberal, pasamos de una década de resistencia, en que los movimientos sociales eran los protagonistas principales en la madeja de construcción de alternativas, que empezó justamente hace 10 años con la victoria de Hugo Chávez. De ahí pasamos a una época de disputa de hegemonía.  

La línea divisoria en América Latina, a mi juicio, no es una izquierda buena y una izquierda mala, eso es lo que dice todo el que quiere dividir a la izquierda. Con todo lo que es Lula, y con todo lo que es positivamente Hugo Chávez, si los dos se pelearan los dos se debilitarían, porque se aislaría más la alternativa más radical y Lula quedaría más disponible para captaciones de alianzas de otro orden. Entonces es una alianza, digamos, contingente pero que es positiva en cierto sentido.  

La línea demarcatoria, a mi juicio, está entre los que firman tratados de libre comercio y los que están por la integración regional, esa es la línea divisoria inicial. Los que tienen TLC están del otro lado, no hay integración latinoamericana, se comprometieron estratégicamente con el libre comercio, tienen una relación privilegiada con Estados Unidos. Miren México, 90% de su comercio exterior con Estados Unidos y corrió al Fondo Monetario, el primero que llegó allá a golpear la puerta.  

Mientras que nos defendemos mejor porque tenemos los que vamos por la integración regional, diversificamos le comercio internacional, caso de Brasil, más comercio con China que con Estados Unidos, el conjunto de la región tiene un 25% con Estado Unidos. Entonces sufrimos menos el efecto de la crisis.  

Segundo lugar, la intensificación del comercio regional, es muy importante, sobre todo para Chile, Argentina, Venezuela. Y tercer lugar, más importante, desarrollo del mercado interno de consumo popular. Un tema de democracia social muy importante que nos diversifica la economía, ahí nos defendemos mejor, entonces estamos menos afectados por la crisis. Pero en los que están por la integración regional algunos están avanzando para romper con el modelo y otros no. Está claro que me refiero en segundo lugar a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, que han heredado modelos económicos financieros, han mantenido sobre todo la dimensión financiera del modelo, no necesariamente la económica, porque se han retomado la idea del desarrollo económico que debe ser abolida, el papel del Estado como inductor de la economía, pero han mantenido el modelo financiero que es gravísimo, la hegemonía del capital financiero se mantiene como sólida, fundamentada y dominada por tasas de interés estratosféricas, por bancos centrales en la práctica autónomos, eso se mantiene, como se mantiene el modelo de agronegocios, varios elementos graves del modelo anterior están presentes. Y tampoco son gobiernos que se plantean el tema de la ruptura del modelo, no está planteado que hay que romper con el neoliberalismo, se democratizó elementos de espacios importantes, cualquier análisis que diga que Kichner es igual a Menem está absolutamente equivocado, como que Lula es igual a Cardozo está absolutamente equivocado. 

Todo lo que cambió, cambió para mejor, la política internacional mejoró, la política social mejoró, la relativa re-composición del papel del Estado claramente mejoró, son gobiernos contradictorios. Frente a esos gobiernos hay dos posiciones de la izquierda posibles, una, es decir que son los mejores administradores del neoliberalismo, porque mantienen el modelo y engañan al pueblo, una versión posible de la otra izquierda y ese modelo hay que destruirlo porque sino no vendrá nunca una izquierda pura, libre, perfecta, etc., eso no sólo nos da cuenta de la realidad, de las diferencias; la teoría no sirve para amalgamar, sirve para caracterizar las diferencias. Con un segundo lugar, lleva alianzas con la derecha contra su gobierno, y las alternativas terminan siendo esos gobiernos o la derecha.  

Y la segunda es la posición con un gobierno contradictorio, que tiene un sector progresista y otro conservador, y ojalá el gobierno de Tabaré y el de Lula sean puentes hacia la ruptura del modelo, y que si llega a ganar Mujica, si llega a ganar un candidato del PT Ese será un paréntesis y volverá la derecha. Pero la pelea es por lo que viene después, si viene ruptura del modelo o no. 

Otros gobiernos que ustedes conocen, Ecuador, Bolivia, Venezuela muy particularmente tienen dos características importantes: primero, creo que representan una tercera fase de la estrategia política de la izquierda latinoamericana. La primera fue la estrategia de reformas, que fue muy importante, coincidió con el ciclo largo expansivo del capitalismo, sincronización en la periferia. Todas las  democracias son social con regímenes populares de Perón y Vargas, son típicos, Lázaro Cárdenas etc., modelos desarrollistas que fueron muy importantes desde el punto de vista del desarrollo económica, elaboración de proyectos nacionales, que se agotó, que se agotó no sólo porque tuvimos la experiencia más famosa de Allende que fue derrocado. Se agotó porque el ciclo largo expansivo del capitalismo se agotó, se terminó, no era más funcional la convergencia desarrollista del periodo. 

La segunda estrategia es la de la lucha armada, que trajo conclusiones fundamentales, bastaría con la revolución cubana más la nicaragüense, pero la propia conversión de la izquierda armada guatemalteca, salvadoreña, demostró, reveló, que la correlación de fuerzas había cambiado conforme el periodo internacional cambió. Es justa la lucha armada, pero muy correctamente lo dice, Hugo Chávez le planteó a la Farc, son inviables como camino de victoria, por la correlación de fuerzas nacional e internacional, entonces se agotó también como alternativa.  

Y una alternativa nueva que de manera distinta que como Ecuador Venezuela, Bolivia plantean, combina distintas formas de luchas, que la sublevación desemboca en solución política electoral, pero busca refundar el Estado. Entonces como que combina formas de luchas distintas, buscando construir un modelo distinto, no está en la legalidad estricta, hay sublevación popular que tiene un carácter militar acá, indígena en Ecuador, en Bolivia, pero no queda presa de la idea de autonomía de movimientos sociales, que es una idea equivocada, al contrario busca disputar hegemonía política. Por eso es tan importante que los movimientos sociales bolivianos hayan fundado el MAS, para pasar de la fase de resistencia a la fase de disputa de la hegemonía, pero cuando se llega ya al contrario de reformismo tradicional, no trata de cambiar la sociedad con la forma de Estado existente, busca refundar el Estado que corresponda a  un bloque social nuevo con una correlación de fuerzas políticas distintas.  

Entonces, ese es un elemento embrionario, por eso es la nueva estrategia política, lo cual es muy significativo, no por acaso son los que más avanzan. No sólo es romper con el modelo, romper con esos instrumentos políticos tradicionales de producción de las relaciones sociales, el Estado triacionó los países para cambiar la sociedad, hay que tratar de reproducir la sociedad tal y cual es. Con su inercia, con su burocracia, con su corrupción, no son los instrumentos idóneos, ni para democracia política, ni social, ni transformación económica. Entonces eso son los temas que se plantean nuevos, no está claro si van a resultar o no, pero esos son los elementos más avanzados.

El neoliberalismo nos plantea un dilema equivocado, el campo teórico, como diría el burgués y el neoliberalismo, es estafar lo privado. Y es una trampa, destruyen el Estado y dicen ¿quieren defenderlo o se vienen para nuestra esfera que es la privada? La esfera de ellos es la esfera privada, es la esfera mercantil. Lo que hace el liberalismo es mercantilizar todo, transformar todo en mercancía, todo tiene precio, todo se vende y todo se compra. Es la esfera de ellos  hay que denominarla por su nombre real. La esfera privada es la esfera de los derechos individuales, por ejemplo nos expresaron mucho, pero el que pone el tema va a poner el nombre que le conviene, lo de ellos es esfera mercantil y hay que llamarla como tal. Y lo nuestro no es una esfera estatal, es una esfera pública, de la universalización de derechos. El Estado, es decir el burgués, siempre tiene una mano izquierda y una mano derecha, de lo que se trata es de un espacio de disputa hegemónica entre los intereses públicos y los intereses mercantiles. 

El Estado puede ser perfectamente mercantilizado, financializado, como lo es a menudo, los estados latinoamericanos cobran impuestos, del mundo del trabajo, de la producción y los transfieren al capital financiero mediante el pago de la deuda. No tiene siquiera el papel anterior de contrarrestar desigualdad de mercados, es un espacio de disputa, no de políticas sociales, esos gobiernos contradictorios son la mano izquierda, el Banco Central la mano derecha , es una disputa política, económica, clara. 

Es un tema fundamental para nosotros, desplazar el debate teórico para el tema. El socialismo en el fondo es una inmensa esfera pública, universalización de derechos, democracia, participación popular. Entonces estamos hablando no sólo del antineoliberalismo, democratizar es desmercantilizar, traer para la esfera pública lo que estaba en la esfera mercantil. Lo que hace el ALBA, y lo que ha hecho desde el comienzo el intercambio Venezuela – Cuba es ejemplar, es lo que en el Foro Social Mundial lo llaman comercio justo, intercambio en base a lo que es necesario y que es posible, que cada país puede dar lo que necesita, no a precios de mercado.

Por eso es que siempre que hablo de los grandes templos de avance antineoliberal están en el ALBA, está la Operación Milagros, está la formación, la formación de nuevas simetrías, generaciones de médicos pobres en América Latina, reducir el analfabetismo en Venezuela y en Bolivia, son hechos en la esfera pública, la esfera de la solidaridad, la complementariedad, que es el espacio de la desmercantilización. Yo digo que se está construyendo, yo llamaría de post-neoliberal como una visión descriptiva, no es una categoría, no  hay un periodo histórico post-neoliberal, es un periodo en que se discute qué carácter va a tener el post neoliberalismo, cuanto más desmercantilicemos, más estamos poniendo espacios anti-capitalistas. Los fines del anti- capitalismo es  des-mercantilizar, qué paradoja más profunda que es mercantilizar a todo. Entonces hay una valoración importante que vemos en el ALBA y en los países que están avanzando en la ruptura de un modelo. 

Refundar el Estado alrededor de la escala pública, tiene que asegurar de derechos, des- mercantilizar,  esos son avances extraordinarios, están en la contramano de lo que pasa en el mundo, conocemos casos de economía  que dicen: bueno, hay cosas que tienen valor de uso y no tiene valor de cambio. El agua, era el ejemplo clásico, tranquilo quedamos, se paga todo, todo se llegó a un  nivel de mercantilización espectacular, no sólo como práctica económica sino como concepción de las cosas. Toda actividad es remunerada, cuando un político hablaba de profesionalización, no es para hacer las cosas mejor, no es que la prioridad de nuestras vidas, como dirían los bolcheviques y Lenin, es porque es remunerada. Eso lo está destruyendo los partidos de allá, el PT, todo incluido, profesionalizar es que yo hago, porque me pagan, no es que haga sólo porque me pagan, pero combino la militancia política con la remuneración, lo cual, está bien si fuera manera de liberar más tiempo para el trabajo, pero la idea de la generosidad de la militancia va en contradicción con esa forma de hacer. 

Ustedes saben cómo la democracia liberal fue corrompida por el neoliberalismo con la transformación de la lucha política, la lucha de marketing, son las campañas electorales que son des-caracterizadas como el debate. Entonces, es una base inmensa de neo-liberalismo. Yo diría que hay dos análisis que circulan por allí que son a mi juicio equivocados: una, de decir que se terminó el neoliberalismo y que el capitalismo se va al suelo ¡Mentira! ¡Mentira! ¡Falso! Si no se le tumba ni siquiera el modelo neoliberal, seguramente habrá adecuaciones, pero el modelo neoliberal no es un modelo económico de gobierno, es una reconstrucción de la sociabilidad al hablar de mercado, eso es inmenso.  

China que es la que más crece en el mundo expande eso de manera espectacular, positivamente hay un desarrollo económico, pero, no sé si toda la industria privada es china, hay quienes dicen China es privada, probablemente casi toda, lo cual es una cosa de una dimensión espectacular de economía mercantil. Brasil, México y Argentina están profundamente penetrados por la ideología, por la práctica neoliberal, no hay que subestimar al enemigo en esos temas, tampoco la hegemonía norteamericana va a caer, porque no hay otra hegemonía en el horizonte, yo creo que con esos factores tenemos por delante un periodo histórico de turbulencias e inestabilidad. Verídicamente, la hegemonía norteamericana sin que se configure un país o un conjunto de países que pueda  sustituirlo.  

En segundo lugar, el modelo se agota y no estamos todavía con un modelo alternativo para proponer, para construir. Entonces es periodo largo de disputa  económica, política, ideológica entre alternativas al neoliberalismo, qué es lo que viene después del neoliberal. 

Entonces no quería alargarme mucho, a lo mejor son consideraciones absolutamente genéricas. Preocupaciones claro que las tenemos, uno sobrevuela por aquí y por allá, cree que conoce mucho en verdad uno volando, conoce más que horarios de aeropuertos que los procesos en concreto. Pero cuando uno llega a un país, los compañeros bolivianos  los encontré muy preocupados, están mirando los árboles y los bosques están hechos de árboles, y claro que hay preocupación respecto a Venezuela porque es el proceso más importante desde el punto de vista político de abajo, por lo que es, por lo que fue y por el  liderazgo que tiene en toda América Latina. Entonces uno mira con cariño especial, con preocupación especial pero yo no me voy atrever a, (sic) yo quería más plantearles preguntas que, me desquité mucho con los planteamientos que hacen ustedes.  

Yo terminaré diciendo que juntamos un fantasma más de los que planteó Monedero ayer, un fantasma que nos cae durísimamente y que fue analizado por Perry Anderson en el libro Consideraciones del Marxismo Occidental: la ruptura entre intelectualidad y práctica política. Intelectualidad, teórica, buena, sin práctica política y práctica política sin reflexión teórica. No por acaso los periodos de generaciones de marxistas, todos son dirigentes revolucionarios e intelectuales. No intelectuales que tienen interés político, no, dirigentes, así como Evo y García Linera lo son, por eso hay que valorarlos mucho, y de alguna manera Rafael Correa, no digo que no los hay en Venezuela, pero es fundamental que no sea una relación externa entre reflexión política y práctica política. Es una tragedia para nosotros, no se es marxista si no se es a la vez militante, dirigente y con reflexión teórica.  

Difícilmente vamos a construir alternativas al capitalismo si no logramos construir instrumentos que se relacionen o que articulen reflexión teórica. No por acaso los grandes nombres siguen siendo los viejitos: Marx, Lenin, Trosky, Gramcsi, Luxemburgo que eran dirigentes revolucionarios, entonces la efectividad de sus reflexiones era insuperable, así como los intelectuales latinoamericanos tienen una reflexión teórica muy grande, pero estamos rezagados respecto a los procesos reales.

No es el caso de ustedes, pero me atrevería a decir que es el caso grave que es el caso en gran parte de la universidad venezolana, con dolor que desde CLACSO, el único país latinoamericano que la mayoría de los centros son de derecha es Venezuela, y tienen el proceso más avanzado de América Latina, ¡Por Dios! Es una cosa, no incomprensible, uno sabe las razones, pero es trágico.  

No es que la teoría vendría de allá, pero es síntoma de algo que en la práctica política no está articulada a la reflexión teórica en particular. Entonces genera esos dilemas tremendos que hay, lo que ustedes están haciendo es intentos extraordinarios por buscar dirimir esas distancias. Como en Bolivia, es posible el proceso de Evo Morales, porque había el Grupo Comuna, que no era suficiente pero era indispensable. Este análisis de Álvaro  García Linera, crítico del economicismo de la esfera lo tradicional es condición de que Marx existiera y quisiera volver de nuevo. Creo que ustedes conocen qué es lo que decía la escuela tradicional boliviana: se dirigía al indígena y le decía: ¿en qué tú trabajas? En la tierra, entonces tú eres campesino,  olvida el ayamra, el quechua, campesino, pero era aliado vacilante de la clase obrera, ya viene el obrero minero a decir qué es lo que tiene que hacer, olvídate de identidad histórica, hubo que hacer la crítica del marxismo soviético, economicista, la forma de reproducción de la vida define la conciencia social.  

Además el indígena boliviano trabaja la tierra comunitariamente, ni siquiera competir, por eso está a la vanguardia de la lucha anti-neoliberal y tiene una dinámica extraordinaria de transformación revolucionaria. 

Entonces, una teoría acoplada la práctica, es fundamental, nadie se pregunta por qué lo escogieron, porque fue un grupo que con una parte en la universidad y otra afuera sigue produciendo lo mejor de América Latina hoy día. Entonces ese es un elemento indispensable.  

Yo creo señores que los intelectuales solitos no somos absolutamente nada, podemos hacer la fotografía que queramos de la realidad, la realidad nos polariza y estamos obligados a definirnos respecto a ella, pero la riqueza de esos procesos, no es un dilema, es novedad, todo proceso revolucionario es nuevo. Decía Gramsci la Revolución Rusa se hace contra el capital, la Revolución Cubana se hace contra el quehacer, no en las leyes generales, allí se reproduce la concepción de Lenin de vanguardia, pero no bajo la forma de partidos tradicionales y seguimos negando y reafirmando, pero tenemos que ayudar a descubrir los caminos.  

Está claro que estamos llegando a ciertos límites para construir, porque no es que pasamos del neoliberal al socialismo, no pasamos, hay que construir el bloque social alternativo, la fuerza hegemónica alternativa, nunca se hizo revolución diciendo: al socialismo muchachos, no, se hizo con paz, pan y tierra, con la historia me absolverá, con caminos progresistas, con programas de transición, hay que descubrir esos caminos. Sabemos que son desmercantilizar, construir la esfera pública, ya tenemos algunos elementos, pero ¿qué estado es posible y necesario para superar el neoliberalismo, desmercantilizar a la sociedad y empezar a construir un camino anticapitalista y socialista? 

Creo que lo hablo es también muy genérico, y termino diciendo que de alguna manera la globalización nos hizo un daño porque  los análisis a veces tendían a ser muy genéricos, y en el fondo ganamos cuando articulamos análisis y esfuerzos a nivel de cada país, allí se rompen los eslabones de la cadena, avanzamos en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia, porque logramos constituir una correlación de fuerzas a nivel nacional, y tenemos que volver a tener esa capacidad concreta de análisis, proceso de acumulación, bloques hegemónicos, alternativos, etc., a nivel de cada país, con todo los condicionales nacionales e internacionales que hay. 

No quiero extenderme más, tenemos un balance importantísimo de todo lo que  se ha dicho ayer. Yo traje uno que otro librito, uno en castellano, otro en portugués, aquí tengo el de castellano para los que quieran eventualmente tomar estas ideas pequeñas que yo he desarrollado. Muchas gracias.



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