26 de noviembre 2008. - El lenguaje que manejaba la oposición desde el pasado domingo, garantizando paz y un gobierno de unidad en aquellos lugares donde ganó, parece que sólo duró dos días; el primero en romper la "luna de miel" y la tregua ficticia fue el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski.

Si bien aseguró que la sede de la Unefa ubicada en la Gobernación de Miranda no será desalojada, indicó durante su acto de proclamación que "aquí en Miranda hay un sólo derrotado: una mala gestión de gobierno. Hay una sola persona, que es la que tiene que abandonar la gobernación. Es imposible que podamos convivir, porque además esa persona que abandona la gobernación y yo somos como el agua y el aceite", dijo en torno al gobernador saliente, Diosdado Cabello.

"Yo no puedo tener simpatías por quien desprecia al pueblo, no puedo tener simpatías por quien se esconde detrás de una fachada y dice ser socialista", afirmó Capriles. "Hubo un gobernador que despreció al pueblo de Miranda".

Acusó falsamente a Diosdado Cabello de no reconocer haber perdido, cosa que sí hizo este martes en el programa "Operativo Voto 2008". "Lamento que no tenga la altura de reconocer su derrota", afirmó Radonski este miércoles.

Futuro de la esquina caliente en entredicho

Sobre la plaza Bolívar de Los Teques, donde personas que simpatizan con el Presidente Chávez tienen una 'esquina caliente', dijo Capriles: "Esa plaza, la plaza Bolívar (de Los Teques, estado Miranda) tiene que ser de todos los tequeños: de los rojos, amarillos, verdes y de los que no se ponen la franela de ningún color. A Los Teques lo vamos a rescatar", afirmó.

Luego de decir todo eso, dijo que estaba interesado en reunirse con el Presidente Chávez para trabajar con él.

Experto en fascismo

Radonski es tristemente recordado por su comportamiento durante el golpe de abril de 2002, cuando permitió el acoso a la embajada de Cuba en Venezuela y, luego de ser invitado a ingresar a la misma para negociar, indicó al embajador Germán Sánchez Otero que las personas que rodeaban la embajada y la habían dejado sin electricidad ni agua, no se retirarían a menos que él revisara la embajada y garantizara que en su interior no se encontraba escondido el entonces vicepresidente Diosdado Cabello.

También es recordado porque él y sus cuerpos policiales, apoyados por el entonces alcalde de Chacao, Leopoldo López, y sus policías, allanaron la casa del entonces ministro del Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, y lo sacaron de su vivienda en Santa Fe (sureste de Caracas) obligándolo a pasar por en medio de una turba airada de opositores, quienes en una muestra de fascismo sin precedentes golpearon e insultaron al funcionario gubernamental antes de que la policía lo metiera en una patrulla.

Todos los cargos e investigaciones sobre estos hechos fueron sobreseídos gracias a una ley de amnistía firmada por el Presidente Hugo Chávez a comienzos de este año.

Pero el propio Presidente advirtió innumerables veces durante la campaña electoral que, si el pueblo permitía que la oposición radical llegara al poder en alcaldías y gobernaciones, dicha oposición iniciaría "una guerra" contra Chávez y sus seguidores. Tal parece que su profecía empieza a cumplirse.