Banca “popular” de la oposición

El Presidente Chávez acaba de crear un Ministerio de Estado y una Corporación de la Banca Pública Nacional. El objetivo es articular el trabajo de las instituciones financieras públicas del sistema bancario. Otra medida importante fue la reciente nacionalización del Banco de Venezuela, de manos del grupo español Banco Santander. Unas decisiones que contribuyen a impulsar el financiamiento de nuestro desarrollo económico…

Nos preocupa que sólo se nacionalizara la filial comercial del Banco de Venezuela y no así BANCRECER que es su banco “popular”. BANCRECER, junto con BANGENTE y BANAUGE son bancos orientados a otorgar créditos a microempresarios (abastos, bodegas, carros de perros calientes, buhoneros, etc.). Esta es su fachada angelical. BANCRECER mantiene la misma Directiva santanderiana de los anteriores propietarios del Banco de Venezuela. Su primera oficina la montaron en Pérez Bonalde, en el corazón de la parroquia Sucre, en el año 2006, la segunda, en la parroquia Antímano, las dos parroquias de mayor votación chavista del municipio Libertador. ¡No se trata de una inocente coincidencia! BANGENTE, es dirigida por el cura Armando Janssens, a quién, desde Clase Media Revolucionaria, hemos bautizado como el Gran Sacerdote gris de la articulación de cientos de ONGs y fundaciones de la llamada “sociedad civil”. Según cifras que disponemos, en el año 2004, BANGENTE tenía 35.907 clientes y para el primer semestre del año 2008 habían crecido a 167.000 clientes, en 2.500 barrios del país, atendidos por 177 ejecutivos “populares”. BANAUGE, forma parte del Grupo Social CESAP, que también preside el padre Janssens. ¡Tampoco es otra inocente coincidencia! Ellos dicen que sólo actúan bajo el “transparente” criterio, muy en boga en el léxico moderno capitalista, de la Responsabilidad Social Empresarial, nosotros decimos que las “rosas son azules y la madera es vidrio”. A buen entendedor, pocas palabras, dice el refrán popular. La realidad, clara como el cielo claro, es que están penetrando ideológicamente en nuestros barrios, sin que nos percatemos de ello, y están buscando erosionar la base de apoyo popular del Presidente Chávez. Todas estas instituciones dicen preferir el “perfil bajo” y “cero propaganda”; faltaba más, por supuesto es norma universal de cualquier acción torcida, el sigilo y el disimulo monacales. BANCRECER, BANGENTE y BANAUGE son instituciones financieras de la oposición que, de manera velada, difunden los valores y estructuras del capitalismo. No son los únicos en hacerlo. Podemos agregar muchas otras organizaciones que van desde empresas privadas, las que utiliza Carlos Ocariz, por ejemplo, en Petare para financiar su proyecto político, o Leopoldo López con sus Redes Populares, hasta instituciones internacionales como la USAID, la NED o la Fundación Konrad Adenauer.

Múltiples máscaras, un solo velón sacramental: la desestabilización lenta de nuestro proceso revolucionario. La oposición también crece en el mercado de los microseguros. Este es otro capítulo de la saga de la llamada Responsabilidad Social Empresarial. ¡No subestimemos al capitalismo!


(*)Clase Media Revolucionaria


nprocoin@gmail.com


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Reinaldo Quijada(*)


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