Una nueva Bahía de Cochinos..... los contra en el Hatillo !

La espesa neblina que mostraba la Televisora Nacional, en medio de la cual se desplazaban cabizbajos y somnolientos los asesinos, parecía una película de terror escalofriante. La memoria de un cincuentón no da para recordar algún evento en el cual la presencia de extranjeros en Venezuela , preparados para el sicariato, matar a quien sea por encargo y motivos aun banales, especialistas en la extorsión, el narcotráfico y las razzias programadas desde los centros de poder económico. La televisora del Estado mostró los apéndices de la violencia colombiana durmiendo cerca del corazón político de la República Bolivariana de Venezuela. La estrategia programada -posiblemente desde las altas esferas del golpismo y que hace dudar que muchos factores de poder económico ubicados en la oposición desconocían tan grande afrenta a la seguridad nacional - era sin duda generar un caos de sangre, en medio de una confusión que permitiría asignarle a la Fuerza Armada una ficticia división y enfrentamiento interno que ameritaba la intervención de los organismos multilaterales bajo la férula de los Estados Unidos.

Lo evidenciado en la madrugada del pasado domingo, día de las madres, no es más que una forma avanzada y una variante de lo que pasó en 1961, cuando Somoza, Dictador nicaragüense, despidió a los anticastristas, hijos de burdeleros y herederos de la banca y la prensa corrupta de la otrora Cuba. Aviones de los Estados Unidos violaron el espacio aéreo cubano y camuflados con su estrella y bandera disparaban y bombardeaban el pueblo cubano dando tiempo al desembarco de los gusanos. Tres días más tarde los cubanos derrotaron a los invasores. Entre los muertos había pilotos de guerra norteamericanos. Cual gusanos, los invasores no tuvieron tiempo de mudar, hacer pupas, para luego convertirse en coloreadas mariposas, que traerían a la Habana, los matices burdeleros de la época de Batista.

La diferencia ecológica de ambos acontecimientos es abismal, los gusanos ingresaron por un pantanal lleno de alimañas, en tanto que en nuestro país los invasores se alojaban en unas instalaciones confortables; en un entorno de poder económico que les garantizaba el abastecimiento alimentario de alta calidad. El confort que se le dio, como aliciente de sangre fue tal que uno de los paramilitares agradeció el trato que le daban sus financistas. Desde Bahía de Cochinos hasta El Hatillo han cambiado los métodos, la praxis contrarrevolucionaria, pero los fines y las estrategias para actuar contra la soberanía de los pueblos permanece invariable.

Lo que resulta extraño es la indolencia de la oposición frente a la mas grave amenaza que haya tenido la república. Colombia es una lluvia de sangre y nadie sabe como y cuando esas gotas caerán sobre su familia. Es desde todo punto de vista inmoral justificar la insurrección desde adentro, pero más lo es justificarla con mercenarios desde afuera.

Chávez y los organismos de seguridad del estado derrotaron a los facinerosos, intrusos sanguinarios en un momento político que hizo recordar el triunfo del pueblo cubano al contrarrestar la ofensiva imperialista en Bahía de Cochinos.......!

Miguel Mora
Mmora170@yahoo.com


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Miguel Mora

Profesor Titular Jubilado de la UNESR, Asesor Agrícola, ex-asesor de la UBV. Durante más de 15 años estuvo encargado de la Cátedra de Geopolítica Alimentaria, en la UNESR.

 mmora170@yahoo.com

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