Mao Tse Tung…
En las pasadas, jornadas de: ”Intelectuales, democracia y socialismo: callejones sin salida y caminos de apertura.”, realizadas en el Centro Internacional Miranda el pasado dos de junio, con historiadores e intelectuales afectos al proyecto bolivariano.
Una de las intervenciones que más ha llamado la atención fue la del Profesor Vladimir Acosta, quien esbozó tres fallas estructurales para la construcción del socialismo del siglo XXI a saber: i. Falta de una ideología o programa político definido- ii, la falta de una dirección horizontal (colectiva), que apuntale el accionar de Hugo Chávez adhiriendo los vínculos entre este y el pueblo- iii, y las mas elemental ausencia de un partido verdaderamente revolucionario. Bueno en sí son reflexiones, sobre tres grandes fallas que presenta actualmente la revolución bolivariana. Por lo tanto la reflexión/opinión de Vladimir Acosta es en si una opinión, pero hay que confrontarla con otras opiniones, coincidentes, divergentes o con nuevas propuestas.
Esto aunado a las fallas presentadas por el profesor Acosta, hay unas muy delicadas y peligrosas. Que el Presidente Hugo Chávez siempre en forma publica, notoria y comunicacional siempre las menciona tales como: Burocracia, ineficiencia, corrupción etc. Estas corren por baranda o en paralelo con las fallas anteriormente mencionadas, y que parasitan en el proceso.
Como puede haber transición hacia el socialismo con funcionarios inescrupulosos ideológicamente en camionetotas súper lujosas 4X4, los hijos estudiando y codeándose en los colegios donde estudian los de la oligarquía criolla más rancia. Los alimentos/ exquisiteces, para sus hogares los compran en: Excelsior Gamma, Unicasa, Central Madeirense, Plaza’s etc. Mientras el pueblo pobre, sobre todo el más excluido, tienen que calarse largas colas de horas para tomar una camionetita o un carrito para dirigirse a sus trabajos (muchos desde las cuatro de la madrugada, en una abierta violación de sus derechos humanos, y de calidad de vida), esto es un cáncer que corroe a la revolución por dentro, la desesperanza va en crecimiento, cada vez con mayor frecuencia, dado el ejemplo de muchos funcionarios “socialistas” corruptos y perversos. Basta pasearse por lo menos en Anzoátegui por los PDVAL y MERCAL, para que vean a la gente sobre todo los ancianos desde la madrugada, haciendo colas inhumanas hasta las cuatro de la tarde para comprar dos pollos y un kilo de carne, y muchos a esa hora cuando les toca su turno les dicen que se acabaron los productos. ¡Ah claro si lo grande va a parar a los Restaurantes, y a los automercados de los chinos donde los pagan muy bien! ¿Alguien podría explicarme que barbaridad revolucionaria es esta?
La mayoría de los contratistas del gobierno en Anzoátegui son de la oposición, critican abiertamente a Hugo Chávez, y no con críticas sanas, sino con críticas malsanas de la peor estirpe. Y el militante que hable bien de Chávez, palo con él y a pelar bolas, mientras al militante pata en el suelo, le ponen una franelita roja para barrer las calles, los “Revolucionarios” del gobierno en este Estado se presentan a las operativos de salud y reparto de bolsas de comida, luciendo costos “suéteres rojos rojitos” *Abercrombie & Fitch* de la famosa cadena de tiendas (pitiyanqui) de ropas deportivas estadounidenses.
Dicen famosos teóricos, que no hay idea más antisocialista que decir que el socialismo nacerá de un gabinete de burócratas, con los ideales de un grupo que luego le presentara el proyecto a la población. El socialismo vera la luz, si viene, de la creatividad, experiencia, conciencia, participación y protagonismo popular, o de lo contrario será una especie de caricatura burocrática y paternalista.
No puede nunca ser socialista una nación que se entere por la Televisión, de que un dirigente lo declare así, sin ninguna discusión previa con nadie, el socialismo no se hace por decreto y menos con el apoyo del aparataje estatal. Lo primero que hace el socialismo es prescindir, en primer lugar, del Estado, que mantiene en la actualidad una relación de clases, administrando y dirigiendo a las personas. Que no es lo mismo, que eliminando el capitalismo y consolidando la democracia, erradicando la ignorancia y la miseria extrema, se pasaría a una buena administración de las cosas para vivir.
El socialismo no se construye manteniendo una economía dependiente y con las mismas estructuras de clases; el distribucionismo no es socialista, sino una especie de desarrollismo perverso, pues ampliar la miseria interna de un país, al reducir el ingreso personal, para dar mayores ingresos a todos, pero siempre bajo el control estatal.
El socialismo tampoco se construye con partidos únicos, ya que la población en si, no todos son iguales, ni tienen los mismos intereses y el mismo nivel de cultura política.
En el socialismo del siglo XXI, se le tiene que exigir a los partidos dentro de estos, democracia y pluralismo, para poder elevar el nivel ideológico y la preparación de sus militantes. No se puede declarar un partido socialista único, sin hacer un balance de las experiencias de las otras organizaciones de izquierda que en el pasado dijeron ser socialistas. Y sin tener al menos un borrador, y no confundir el socialismo, con una política social avanzada en un país capitalista dependiente en tecnología y seguridad alimentaria.
*Este titulo se debe (presuntamente) a un rumor que se originó de esa reunión.
Percasita11@yahoo.es