¿Un cambio en el color del títere?

Alegría de tísico ha llamado la sorna del ingenio descabezado de la multitud, a la expresión fugaz de una sonrisa que aparece en el rostro de los moribundos cuando están al borde del precipicio donde dicen que vive la muerte.

Eso pensamos cuando vemos las reacciones de algunos sectores progresistas de América Latina ante la llegada del primer negro a la Casa Blanca. El profuso flujo de titulares en la Prensa venezolana no da lugar a confusiones. Hay una suerte de certeza no acordada que percibe al señor Obama al frente del timonel de la gigantesca crisis que se cierne sobre el Mundo preso por el capitalismo. Y esa percepción enciende un optimismo en los que profesan el credo de la esperanza en América Latina que se parece mucho a la alegría que aparece en los labios de los heridos por la tisis en su etapa terminal.

Al tiempo que se siente una decepción muy grande al descubrir que la capacidad de análisis de nuestra excelsa intelectualidad, no haya avanzado un milímetro hacia la caracterización real del Imperialismo, más allá de cualquiera de los dos gobiernos con su títere presidencial, demócrata o republicano que se residencie por cuatro años o más en la Casa Blanca ; nosotros, lamentando mucho si lo que vamos a decir va interrumpir esa suerte de idilio providencial que parecen tener las multitudes con el Señor Obama, pensamos que el gran acontecimiento es que el mecanismo de control del poder de los EEUU ha decido cambiarle el color al títere presidencial, y en eso consiste el gran cambio que prometía el candidato negro en su teatro de la campaña.

Tomasi de la Lampedusa y su Gatopardo se infartarían ante el grado de concreción que este episodio entraña al interior de su parodia. ¿Será posible que alguien que haya ido a la Universidad , se haya leído el libro de coquito por los menos, no sepa a estas alturas que el poder en los EEUU lo ejerce el capital corporativo, en su mayoría en manos de los judíos, por encima del color de la bandera y de la piel del títere? Cambiar para no cambiar sigue siendo uno de los grandes principios de la lógica imperialista; y Obama, es el actor perfecto para representa la tragicomedia de las maniobras de los EEUU por recuperar los espacios que ha perdido en el Mundo y particularmente en América Latina.

Ahora veremos al señor Obama, como el campeón del cambio, llevar adelante el libreto de las corporaciones del capital financiero. Seguramente reeditarán programas como aquel que le encargaron a Kennedy llamado “Alianza para el Progreso”. Tendrá otro nombre, no son bobos los semantalogos del departamento de Estado que funciona a través de las ejecutorias de la CIA. Pero de que vienen, con programas de auxilio a la pobreza de las regiones mas deprimidas del mundo y especial de Latinoamérica, vienen.

La condición negra del títere, le soluciona temporalmente a la dirección imperialista, el problema viejo y siempre renovado del tratamiento al racismo que subyace en las entrañas de la muy desinformada sociedad norteamericana. Un negro en la casa blanca es un mensaje a la población negra estadounidense y del resto del Mundo. Tal concesión crea un espejismo del sentido de la Justicia y de la libertad de la metafísica imperialista, tan desprestigiada y tan devaluada hoy. La pobreza mundial que una gran porción está pintada de negro se vería representada en Obama con una representación viva de la tan mentada esperanza. Es la materialización de la oportunidad que tiene cada pobre de la tierra de llegar a ser presidente si sigue las reglas y las leyes del Capitalismo. De ahí que Obama, más de su condición de títere, represente el mayor peligro de la historia para los movimientos de liberación de todo el Mundo, pero muy especialmente de América Latina.

El propósito de la “Alianza para el Progreso” era acallar el fervor revolucionario que atravesaba a Latinoamérica con el ejemplo del Che, y del crecimiento de las guerrillas en toda esta región. Este programa fue exitoso, logró la mengua revolucionaria de los Pueblos que luchan por su liberación. Obama viene reforzado en esa misión que le ha encomendado su amo la gran Corporación.

Es posible que Obama en los primeros días de su representación teatral, le anuncie al mundo cosas muy sorprendentes, como el levantamiento del bloqueo a Cuba, entre otras medidas. Por cierto que si hacen eso habrán encontrado la mejor manera de hacerle daño a la victoriosa revolución cubana, que se ha mantenido pasando grandes dificultades pero incólume, como ejemplo de heroísmo y reconstrucción socialista, gracias a  que ese bloqueo facilitó la victoria sobre la moral burguesa,  bloqueo, que si bien no permite el intercambio económico con gran parte del mundo, impide la penetración perniciosa de la ideología capitalista.


tutas13@yahoo.com




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Eduardo Mármol


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