Chávez no está ciego. Capitán y timonel del barco de las luces de la revolución

UNO: Unos cuantos días de reflexión y poesía hacen falta para poder seguir escribiendo en ese mar abierto en que se ha convertido Aporrea, para tratar de ver con más claridad el camino franco de nuestra revolución que para algunos luce cansada, agotada, perdida. Luego zarpar de nuevo hacia un puerto desconocido…a la mar honda y profunda de nuestra revolución…..y como dice un fragmento de un poema de Rafael Alberti “y con el viento y contigo,…… marineros a la mar!” Si contigo estamos revolución bolivariana, con nuestra conciencia, con nuestras franelas y cachuchas rojas. En los prolegómenos de nuestra revolución una hermosa frase de un desconocido en un acto multitudinario se grababa en nuestras mentes…¡Una revolución inédita en Venezuela es como un faro para iluminar los caminos de nuestra humillada, sangrada y saqueada América… Eso es cierto camarada, pero primero tenemos que consolidarla aquí en la tierra de Bolívar respondía otro entusiasta. Desde un puente cerca de la UCV lloré al ver un pueblo apasionado abrir los surcos de esa revolución inédita. El pueblo es más inteligente de lo que la derecha oposicionista cree. Asombra ver y oír sus profundas opiniones políticas en las asambleas y reuniones. No hay vuelta atrás.

DOS: Sorprende ver y oír como el comandante está siendo fuertemente criticado por quienes ven en las acusaciones contra el actual gobernador del Zulia (ya no quiero ni nombrarlo) una exageración y un ataque personal desproporcionado. Se equivocan los que así piensan. No bastaría ganar la gobernación de ese estado sin ganar la alcaldía de Maracaibo. El filósofo del Zulia utilizaría esa Alcaldía como una trinchera y desde allí continuaría con sus robos, con sus otros delitos comunes y políticos para seguir atacando a la revolución socialista. No puede quedar ese puerto vacio con los barcos destartalados y afantasmados. Futuras generaciones se preguntarán ¿de dónde será ese barco vacio y quiénes sus marineros?. El de las peras al horno, si se ve perdido puede llegar hasta el crimen, hasta el magnicidio. ¿Será ese político el que señala José Vicente, ya con cédula colombiana, mansión y mucho billete mal habido?

TRES: Nuestro timonel, gran Capitán sabe lo que está haciendo, lo ha demostrado tantas veces que asombra que existan revolucionarios que duden de su acciones para llevar a puerto seguro el barco de la revolución. Vacilar es perderse. Criticar por criticar es sembrar de dudas los caminos de este proceso. Tácticas y estrategias bien definidas conducen a un triunfo el 23 de noviembre. La revolución bolivariana lo necesita como la salvia de las plantas y el oxigeno que respiramos. A prepararse sin triunfalismo alguno. Que no se anide la duda en nuestras mentes y corazones. Falta poco. Paciencia y más paciencia, trabajo y más trabajo. Hablar menos y hacer más. Así lo manifestó el “Che” en una oportunidad. Por eso la figura de un enorme barco buscando puerto seguro (Maracaibo) me trae a colación este poema completo de Alberti el cual le hago llegar a los que dudan, a los incrédulos, a los de poca fe, a los revolucionarios confundidos, a los de la oposición, náufragos a la deriva.

Hace falta estar ciego,
tener como metidas en los ojos raspaduras de vidrio,
cal viva,
arena hirviendo,
para no ver la luz que salta en nuestros actos,
que ilumina por dentro nuestra lengua,
nuestra diaria palabra.

Hace falta querer morir sin estela de gloria y alegría,
sin participación de los himnos futuros,
sin recuerdo en los hombres que juzguen el pasado sombrío de la tierra.

Hace falta querer ya en vida ser pasado,
obstáculo sangriento,
cosa muerta,
seco olvido.


Antojofel@hotmail.com


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Antonio Fernández Lunardi


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