¡Por sobre todas las cosas: Revolución!

La revolución. Necesaria y urgente,  nos obliga en muchas ocasiones a decir cosas que aunque dolorosas,  hay que decirlas por la salud de la propia lucha.  Cuando encaramos a nuestros camaradas y tenemos que reclamarle a viva voz los errores cometidos y que sabemos,  están haciendo daño al proceso revolucionario,  matando los anhelos de justicia e igualdad que se persiguen, para que reinen en la sociedad socialista, hacia el comunismo.  Los errores humanos  son factores de los cuales no nos podemos separar.  La misma condición de revolucionario, de tener una sensibilidad  mayor que el que no tiene fe en los demás y sus derechos, nos induce al error involuntario.   Pero la critica oportuna de los otros revolucionarios, ha de estar siempre presente  para alertarnos sobre el desvío.  Las criticas pueden ser acaloradas y hasta traumáticas en muchas oportunidades,  su fin es conseguir la rectificación de una conducta impropia.  Los peligros de las organizaciones revolucionarias, pasan por comportamientos que se convierten en vicios y en actitudes que pretenden  la permanencia de liderazgos que secuestran la participación de las bases,  hasta limitar la iniciativa dialéctica general. Una organización que se atenga a un solo pensador o un solo equipo generador de ideas,  es una organización condenada al estancamiento y aislamiento gradual de las masas, hasta quedar como un cascaron vacío.  Cuando en el ejercicio de las funciones administrativas del poder político,   un personaje falla,  no puede ni debe pretender otras administraciones, pues la lección será doblemente fracasada.  Cuando se confunde el ejercicio del trabajo burocrático;  de servir,  en servirse,   hay peligro de atrasar el proceso al que se quiere ayudar. El hecho mismo del fracaso en la gestión;  es el mejor motivo para abrir paso a nuevos actores,  con nuevos valores y nuevas ideas,  que dinamicen  o,  aceleren las respuestas necesarias a las mayorías populares   y entronicen en la  conciencia del receptor del beneficio de la acción de gobierno,  los valores del socialismo hacia el comunismo.

     Es por esto que duele cuando hay que hacerle criticas a camaradas que están marchando por la senda errada,  sabiendo que de verdad ellos creen en la revolución, pero que no entienden realidades.  Hacia todos eso camaradas,  la mayor expresión de valoración, y la mayor disposición de criticarlos y controlarlos  cuando de  velar por el buen curso del proceso se trata.  No se pretende salir de ustedes.  Se trata de hacerles ver que nuevas realidades, requieren nuevas tácticas y nuevas mentes, para dar respuestas  mas acordes y oportunas.

    Así:  debemos también tener claro,  que por sobre todas las circunstancias y por el bien de la organización llamada PSUV,   los candidatos escogidos para los diferentes cargos electivos,  deben ser respetados y acatados, estemos o no de acuerdo con algunas cosas.  Es asunto de disciplina.  Como también es necesaria la discusión sana  dentro del partido.  Decirnos las verdades  que tengamos que decirnos.  Por más duras que sean.  Pero ser fieles y solidarios cuando de defender a camaradas se trata.  Decírnoslas en la cara,  no a escondidas ni como chisme.  Pues la intención debe ser la de rectificar lo rectificable,  para mejorar y no para destruir.  No podemos perder el sentido de identificar al único y verdadero enemigo con sus secuaces.  Al que si debemos darle hasta con el tobo de la basura.  Pero:  si es necesaria la rectificación de conductas, grupales y personalistas dentro del PSUV.

                                                                   javiermonagasmaita@yahoo.es



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Javier Monagas Maita


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