Sancocho oriental de pescado en Playa Medina

Semana Santa se inundó de revolución

“Dadle de comer a toda esta gente” Pero Maestro son millares y sólo tenemos 3 peces y 2 panes “Con vuestra fe todos comerán”

No existe nada mas gratificante para un combatiente, que observar la alegría desbordada de los pobres de su pueblo.

Que gracias a nuestra revolución, poco a poco dejan de ser los excluidos del pasado, para transformarse hoy, en los incluidos por siempre.

Será por eso, que no existe nada en el mundo que nos produzca mas alegría, que el ver a nuestros más queridos, en la mayoría de nuestras televisoras en las cuales ellos son los protagonistas.

Esa cultura de pueblo, siempre de la mano de su idiosincrasia sin igual, que produce en nosotros ese sentimiento indescriptible que nos llega a lo más profundo, destruyendo a su paso fronteras de disfrazadas indiferencias con armaduras de caretas de durezas, para con su infinita simpleza, logra acariciar nuestro desarmado corazón.

Canales televisivos de nuestra revolución, como Tves, Ávila TV, Vive TV, Venezolana de Televisión, logran en conjunto ese embrujo.

Ni la defensa mejor armada de ejércitos de insensibilidad, podrán resistir los embates del sonido de nuestros tambores en las manos desgastadas de nuestro pueblo, acompañados por los mágicos acordes que florecen de los labios de un niño, donde sólo él conoce el sufrimiento de un pueblo esclavizado por siempre, logrando ese sentimiento profundo en su mágico cantar.

Mientras Tves nos regala todo esto, Vive TV con sana envidia, intenta hacerlo mejor y nos trae la vivencia de una margariteña orgullosa, que nos regala 24 horas de su labor diaria.

Hermosa matrona, que compite con manos arrugadas, por interminables horas de duro trajinar por más de 50 años, contra prototipos de mujeres 60 90 60, convertidas en actrices de televisión.

Mágica doña transformada en actora de comedia, de la mas difícil trama, que no es otra, que la de la propia vida...

Que nos enseña el sacrificio de los pobres, que nos muele ante nuestros propios ojos el maíz de sus arepas, el compás de sus manos acariciando la masa del alimento de sus hijos y sus nietos, el ordeño de la vaca, la limpieza de su casa y las mantas tejidas que florecen del trabajo de esas mismas manos, para nuestra algarabía.

Otra abuela incomparable con una lucidez envidiable con más de 90 años, con su risa cómplice, que no necesita de dientes para ser hermosa, nos dice:

“Que no existe sancocho de pescado como el oriental”.....................

Será por todo eso, que en esta Semana Santa, ese mismo sancocho que compartí con mi pueblo en Playa Medina, tenía otro sabor.

Y si me preguntan ¿Por qué era diferente?

Sólo les puedo decir que a cada sorbo que corría por dentro de mi cuerpo, ese sabor incomparable me traía un puñado de alegrías...

Alegrías que se anidaban en mi garganta produciendo el mágico nudo que todos conocemos...

Y fui feliz, al ser el alegre testigo de tiempos de cambios que ya no tienen marcha atrás, y mi mente me regalaba, el presente de una Playa Medina administrada por las comunidades que la rodean, donde hoy todos somos sus invitados sin ningún tipo de exclusiones...

Al ver la alegría de mi pueblo con sus totumas inundadas de sancocho de pescado, no puedo dejar de pensar en la “Feria del Pescado” en su lucha contra la especulación.

Y los ríos de niños que se arremolinaban alrededor de una pana repleta como para alimentar un ejército que nunca llega a su fin, me hizo agradecer en silencio a la línea de autobuses Socialistas SIPSSA, que gracias a ellos no quedó nadie sin viajar.

Y mi regocijo oculto me obligaba a mirar todo mi entorno...

millares de venezolanos en feliz esparcimiento colmados de alegrías.

No me fue posible, descifrar alegrías diferentes por edad o generaciones, era una explosión de algarabía por igual, hombres, mujeres, niños, ancianos gozaban por igual........

Deseo destacar la labor de todas las policías, de la Guardia Nacional, de los bomberos, de Tránsito Terrestre, como Defensa Civil, lograron un broche de oro para beneplácito de nuestra revolución.

(...)Tuve la alegría de ser el testigo de observar a venezolanos que nos adversan, resaltar la gran labor de todo ese conglomerado de servidores públicos.

Compañeros...seguimos construyendo patria de la buena.

jovarela33@cantv.net



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José Varela El Charrúa Latinoamericano


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