A propósito de "mi general Baduel": carteo entre un compañero argentino y este mortal

Raúl Cerdeiras:

Hermano Roland, ¿cómo leer las declaraciones de Baduel? Escuché completo el audio de sus declaraciones así como la contestación de Chávez. No puedo tener claridad sobre el asunto. A mi me pareció que la exposición de Baduel toca temas y usa frases que es cierto que también las utiliza la derecha, pero me pareció que es difícil atribuirle una actitud orgánica desde la derecha y explícitamente coordinada con ella. La reacción de Chávez fue puramente sanguínea, de sentirse traicionado y apuñalado por un "hermano amado" al que le apadrina una hija pero que "se traicionó a sí mismo"...etc. me pareció que aunque decía que algo esperaba da la sensación de que lo agarró "mal parado". El propio Chávez le reconoció una participación leal a la revolución y muy preponderante en el golpe del 11/13 de abril, etc. Yo no descarto que pueda haber saltado al fascismo de Globovisión, pero no puedo dejar de reconocer que usa argumentos en el sentido de que esta reforma le saca al pueblo prerrogativas constituyentes que muchos chavistas -sin saltar la talanquera- le reprochan a Chávez.

Estoy tratando de escribir algo acerca de una mecánica que ordena todos los discursos que intentan criticar aunque sea levemente al Presidente. El mismo Baduel los primeros 5 minutos de su exposición los dedica a remarcar su fidelidad al proceso. Leí una nota ( en aporrea)de Xiomara Guerra, cuya sintaxis denunciaba que era una compañera bien de pueblo y que quería pedirle a Chávez que limpie al caballo de troya que está en PDVSA. La nota es muy sentida, y la compañera, que luchó como ninguna para derrotar al paro petrolero, resulta que hace 3 años que la dejaron cesante...Finalmente lo que quiero es desmenuzar el mecanismo que obliga a los que quieren criticar a Chávez a tener que hacer previamente un rodeo en donde exponen su condición de luchadores chavistas desde siempre...Pareciera que después de esa purificación se les abre una ranurita para poner su pensamiento crítico. Y siempre se cierra con un cierto llamado lleno de esperanza hacia el líder convencido de que no lo va a defraudar.

Bueno, cuando tengas un ratito dime algo. Por mi parte tengo toda la paciencia del mundo para esperar tus noticias.

Un abrazo hermano-compañero Raúl.

 

Respuesta:

Raúl como andas. Disculpa la última nota respecto al asunto mediático -globovisión, los carallitos lindos jugando a los héroes, etc- y gracias por esa respuesta sobre el caso del golpe al peronismo en el 55 creo y tu pasada por la cárcel. A veces me olvido de tu premisa ser y pensar que son una unidad indisoluble. Tu me lo recuerdas con tu vida y eso para mí es lo que mas vale a la final. No la inmortalidad de las ideas sino nuestro testimonio y lo que dejamos en esta mortal vida.

Me hablas ahora de Baduel, mira, más allá de las sutilezas y juegos de posiciones en su lenguaje, claro que no es un traidor a lealtad alguna, es solo un imbécil político a mi manera de ver. Estamos en un juego trancado entre mitos históricos, ideologicismos y caudillismos personales, y él en su interés claro está no lo quiso aprovechar.

Pero antes de empezar quisiera aclararte: con él y muchos otros organizamos entre el año 2001-2002 (antes del 11 de Abril) lo que se llamó la Coordinadora de Defensa de la Revolución. Una suerte de alianza subterránea entre militares y organizaciones militantes en función de enfrentar el golpe que ya era evidente y que el gobierno no quería aceptar, aunque Chávez ni tonto ni pendejo le dio el visto bueno a esa iniciativa ad-hoc y que funcionó muy bien en Maracay precisamente donde estaba Baduel y otros camaradas que trabajaron en coordinación con él. Pues bien, hace unos dos años, en la última conversación que tuve con él, utilizando las confianzas de aquel 2002, le dije que él era el segundo mito o segundo caudillo en la lista de esta revolución por las razones que sea, a la final el azar histórico más que el mérito en sí lo puso allí. Y si eso era así ( para entonces no estaba planteada la reeelección continua) muchos sectores estaríamos dispuestos de los movimientos populares a respaldarlo por la credibilidad que inspiraba su persona como "caudillo de la moral y la profundización revolucionaria". Entre tres mil vírgenes, santos, budas, y cualquier cantidad de figuras celestiales que rodean su escritorio y su muy particular religiosidad, me dijo -muy dubitativo es verdad- que a la final estaba de acuerdo, incluso me añadió que si era así entonces sí se decidía a ser Ministro de Defensa.

Ahora vamos con el punto. Yo no sé que peso habrá tenido en él esta sugerencia de acuerdo, pero lo cierto es que mucha gente sin duda lo estaba viendo como el "hombre" del paso adelante. Y yo -no ausente también de cualidades imbecilísticas- queriendo hacer de vocero de tal expectativa, imbuido en el propio caudillismo popular. Ahora lo que hace es poner la torta, viéndolo incluso en sus propios intereses. Si Baduel se para como el revolucionario que ha dicho ser desde esa misma tribuna mediática de ayer (en vez de utilizar términos constitucionalistas retrógrados y del siglo XVIII, como eso del "golpe constitucional" -¿qué es eso, que algún ilustre profesor me explique?., "profesionalismo de las FFAA", etc.) y con valentía denuncia que más que una reforma de formas constitucionales en sí mismas, antes lo que necesita este proceso es deslastrarse de la jauría de corruptos, incapaces y oportunistas que medran todas las instituciones y el entorno presidencial. Y hasta bien podría agregar, según su propio pensar de entonces, que el problema más allá de reformar es de transformar radicalmente los métodos del verticalismo, personalismo (y ahora partidismo) para entrelazarle bajo otra visión realmente emancipatoria con la ciudadanía y el pueblo organizado. Dejando así que "el pueblo" se convierta en el verdadero poder constituyente de la nueva sociedad por nacer; púes te aseguro que por menos tuviese una inmensa tajada del chavismo de base con él, es decir, unos cuantos miles y miles. Cosa que a Chávez por lo menos le hubiese zarandeado el cuerpo. Eso era una posibilidad en él, porque me consta que este tipo de argumentos, -él lo diría con sus palabras y entenderes- al menos hizo el amago de estar muy de acuerdo y ser posición propia.

Tu me dirás que lo quiso hacer así precisamente para no repetir la agenda del caudillismo y mover las fibras democráticas de la revolución aunque manipulado por la derecha. No mi hermano, yo sé que ustedes están en contra de los determinismos sociales y los mesianismos clasistas, les doy la razón pura, pero en este caso no tengo otras palabras que decir sino que las palabras de "mi general" han sido la del propio pequeño burgués queriendo jugar a la "trascendentalidad" que la providencia ha puesto sobre él. El se ha creído el salvador de yo no sé que divina democracia y divina nación, de sus divinas FFAA y su pureza corporativa, de los "los altos valores" consagrados en la constitución del 99. Muy bien le hubiese quedado esta charlatanería en un sitio donde no pasa nada, pero aquí ya no estamos para semejantes retóricas de la ideología democratista liberal. Aquí sea como sea, con todo el populismo de Chávez y lo que quieras, aquí hay pueblo que piensa, actúa y que habla "su" palabra, que no es ni la tuya ni la mía en particular, ni siquiera la Chávez, es la de un pueblo inédito que nos enseña y nos abre mundos a todos. Cosa que estos pequeños burgueses y toda la derecha no acepta o no quieren entender, mas bien lo quieren aplastar porque les aterra. Le salió entonces ese estúpido pequeño burgués y burócrata militar, desesperado por jugar "un rol en la historia". Pero, y disculpa lo terrenal de esto, sobretodo desesperado porque en efecto los sectores de la derecha militar del chavismo como lo son Carneiro, Maniguia y Diosdao Cabello cuantos más vaya a saber- no sólo han desplazado a su gente de los cuarteles, sino de la codiciada PDVSA, lugar que aspiran babosos todos estos contrarrevolucionarios que sólo están viendo los contratos que les asegura continuar con "mi comandante Chávez". Así de vulgares y reales son las cosas amigo por estas tierras de Dios.

Pero en fin que quieres que te diga, estoy de acuerdo que en todo caso "es un traidor a sí mismo" -dicho por Chávez- y un imbécil pequeño burgués que se cree con misiones en la historia que nadie le dio -dicho por mí-. Y a la final -y quizás esto te disguste de mi parte, ya hablaremos con mas calma- a pesar de que he sido muy claro a la hora de disentir de este proceso de reforma en método y contenido, estando en desacuerdo totalmente con ese "estado socialista", que ningún Lenin ni mucho menos Marx, ni ningún otro socialista revolucionario que yo sepa, se atrevieron a definir. Es de hecho una entelequia indefinible, un estado que si de verdad es socialista tendría que negarse y destruirse permanentemente. No obstante aquí se le quiere imponer acabando con el "proceso"; joya de la historia abierta y en permanente movilidad de esta revolución. Cosa que además termina estatizando el poder popular y todo su protagonismo. Y hasta he hablado de la "monarquía" que se quiere atribuir a la figura presidencial con esto de las "vicepresidencias" territoriales, y un sin fin de otras críticas. Todo esto lo sigo sosteniendo por entero, pero en este caso camarada me pongo "rodilla en tierra con mi comandante", así me fusile la inquisición de la pureza y la no contradicción. Frase de la peor literatura caudillista ciertamente, pero que tiene un significado escondido mucho mas poderoso y en el fondo transformador que todo lo que yo o cualquiera en esta esfera límite del chavismo pueda decir. Acepto entonces que en el hecho rotundo y decisivo, es mi pensamiento quien se esfuma en su inconsistencia y el ser vivo y creador del colectivo -no siendo nada frente él- quien se me impone: ¡que él y sólo él ordene!. Un abrazo militante mi hermano. Roland



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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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