Tierras con Posibilidades de Producción Agroforestal

Tierras con Posibilidades de Producción Agroforestal: La Ventana de Oportunidad de Venezuela en el Contexto Global de Resiliencia Climática

La dinámica internacional en torno a la agricultura sostenible y los sistemas agroforestales (SAF) ha abierto una trascendental ventana de oportunidad para Venezuela, marcando una ruta clara hacia la revitalización de su sector rural y su alineación con la agenda global de resiliencia climática y justicia territorial. Los recientes encuentros internacionales, como la COP30 celebrada en Belém, han consolidado el consenso sobre la necesidad de un giro paradigmático en la producción rural, uno que integre la productividad con la conservación y la restauración de los ecosistemas.

La Agenda de Acción de la COP sobre Paisajes Regenerativos ha cristalizado este esfuerzo con compromisos financieros masivos y objetivos ambiciosos. En Belém, se anunciaron inversiones por más de 9000 millones de dólares, comprometidos por más de 40 organizaciones internacionales. Estos fondos están específicamente dirigidos a impulsar la producción sostenible, la conservación de la biodiversidad y la restauración de tierras degradadas en más de 210 millones de hectáreas. El objetivo es impactar positivamente la vida de 12 millones de agricultores en más de 110 países para el año 2030, sumándose a los compromisos ya establecidos desde la COP28. Este esfuerzo colectivo subraya la transición de los sistemas agroalimentarios hacia modelos más robustos y resilientes frente a la crisis climática.

Más allá de los imperativos ambientales, la agroforestería vegetal se perfila como una alternativa económicamente superior. Un estudio crucial coordinado por ProVeg Brasil, presentado durante la COP30, demostró el potencial transformador de la transición de la ganadería tradicional hacia sistemas agroforestales basados en cultivos. Los resultados indican que dicha transición puede incrementar significativamente los ingresos rurales:

● Un aumento general de hasta un 110 % por hectárea al pasar a sistemas agroforestales vegetales.

● En casos de sustitución de la ganadería de baja productividad —una situación común en muchas regiones de América Latina— el incremento en la rentabilidad puede ser dramáticamente mayor, alcanzando hasta un 1525 %.

Desde una perspectiva climática, la superioridad es innegable: los sistemas agroforestales vegetales tienen la capacidad de absorber más carbono del que liberan, funcionando como sumideros netos. Esto contrasta directamente con la ganadería convencional, que es una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Este contexto internacional es de particular pertinencia para Venezuela. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha señalado que el crecimiento agrícola en América Latina y el Caribe ha dependido en gran medida del uso intensivo de insumos (fertilizantes, pesticidas, etc.) más que de mejoras genuinas y sostenibles en la productividad. Para Venezuela, que busca urgentemente revitalizar su sector rural, los sistemas agroforestales ofrecen una estrategia multidimensional que aborda:

  1. Productividad Sostenible: Al combinar cultivos alimentarios con especies forestales y frutales, se diversifican las fuentes de ingreso y se reduce la dependencia de un solo commodity.

  2. Resiliencia Climática: La integración de árboles mejora la fertilidad del suelo, previene la erosión y optimiza la regulación hídrica, haciendo los sistemas productivos menos vulnerables a la variabilidad climática.

  3. Acceso a Financiamiento Internacional: Al alinearse con las metas de justicia climática y restauración, se abren puertas a fondos verdes y mecanismos de financiamiento global.

  4. Mercados Diferenciados: Se facilita el acceso a nichos de alto valor, como el cacao bajo sombra y el café sostenible, que demandan precios premium en los mercados internacionales.

Los hallazgos de la COP30 reafirman que la agroforestería trasciende la mera alternativa técnica; es, de hecho, una ruta estratégica para el reposicionamiento de la agricultura venezolana. Para capitalizar esta coyuntura, el país requiere la implementación urgente de:

● Políticas Públicas Claras: Marcos regulatorios que incentiven la transición agroforestal y la restauración.

● Articulación con Fondos Internacionales: Mecanismos que permitan a los productores acceder a la financiación comprometida globalmente.

● Capacitación Técnica Masiva: Programas de extensión que transfieran el conocimiento agroforestal a los agricultores rurales.

En este marco, iniciativas nacionales como el proyecto "Tierras con Posibilidades de Producción Agroforestal " (propuesta del autor) emergen como modelos concretos de aplicación. Esta propuesta busca la participación activa del gremio productivo mediante un esquema de contribución voluntaria:

● Compromiso Gremial: Asociaciones clave como Asoportuguesa, Anca, FEDEAGRO, CONFAGAN, y asociaciones cafetaleras y cacaoteras vinculadas a FEDEAGRO, FAO proyecto andino, se sumarían a la iniciativa.

● Meta de Reforestación: Se propone que los productores destinen voluntariamente el 10 % de sus superficies a plantaciones forestales con fines industriales

● Impacto Proyectado: La meta es alcanzar 1.300.000 hectáreas de plantaciones en un horizonte de 20 años, para su aprovechamiento y comercialización.

● Ejes Geográficos: El enfoque inicial se centraría en estados clave con vocación agropecuaria como Portuguesa, Barinas, Cojedes, Lara, Falcón y Yaracuy.

Estas plantaciones no solo tienen un fin ambiental, sino también industrial y económico, permitiendo generar:

● Madera aserrada y otros productos maderables.

● Pulpa y papel.

● Bioenergía sostenible.

● Créditos de carbono, creando una fuente de ingresos adicional y vinculando a Venezuela con los mercados de carbono globales.

Esta iniciativa se integraría en un vasto Programa de Conservación y Producción Forestal Rural, con enfoques diferenciados por ecosistema:

● Tierras Llanas con Vocación Agrícola y Pecuaria: En coordinación entre el MINEC, el Ministerio de Agricultura y Tierras y el Ministerio de Industria y Comercio, la agroforestería mejoraría la productividad mediante la implementación de lotes forestales que actúen como recuperación de áreas degradadas, reforestación de bosque ribereño, cortavientos, protejan los suelos de la erosión y regulen los ciclos hídricos.

● Ecosistemas de Montaña: La integración de especies forestales con cultivos como el café y el cacao bajo sombra maximizaría la calidad diferenciada de estos productos, asegurando el acceso a mercados internacionales de alto valor y garantizando la sostenibilidad de las cuencas hidrográficas.

Venezuela tiene la posibilidad histórica de transformar sus vastos paisajes productivos en paisajes regenerativos, asegurando un futuro más sostenible y próspero para sus comunidades rurales, en sintonía con las más avanzadas tendencias de desarrollo global.



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Álvaro Zambrano Carrera

Ingeniero Forestal. Profesor Universitario. Consultor Ambiental y Forestal- Especialista en Ecosistemas y medio ambiente -Project Management, Línea de Investigación: Economía Climática +584145656113

 Alvarocarrera2@gmail.com

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