Existen muchos planes que se anuncian y se procede a su ejecución en Venezuela. Todos están concebidos con la mejor de las intenciones y atacan aspectos o dimensiones de la vida nacional que requieren acciones urgentes e inmediatas para remediar situaciones críticas o zonas abandonadas a su suerte desde hace muchos años.
Un nuevo plan extraordinario como el que queremos esbozar no estaría en contradicción con ellos sino que los complementaria visualizando acciones en un área estructurante de la vida de toda sociedad, moderna o antigua, y que no hemos atendido directamente, como es el trabajo. En la palabra trabajo se resumen todas las dimensiones de la situación del país su crisis y sus oportunidades de desarrollo y prosperidad. Esperanza y pasado de todos. Si no atendemos el trabajo, su carencia, su insuficiencia, su modernidad, no podremos encontrar las bases sobre las cuales construiremos los logros para que otros se alcancen y se sostengan.
Si no tenemos trabajo, suficiente, constructivo en lo personal y en lo familiar, y en lo social no tendremos la base material de la soberanía que defendemos. Por alguna razón, no solo al trabajo que se puede ver así como una idea abstracta, sino a la economía, no se le dedican los mismos esfuerzos que a otras propuestas, si vemos al trabajo como el elemento verdaderamente organizador de la sociedad.
Estoy al tanto de todo el esfuerzo que Delcy realiza con empresas y propietarios, dando pistas para empujar e incrementar la actividad productiva. Incansable y ejemplo. Hay que ampliar su base de acción.
Yo no veo a Nicolás, a Diosdado, a Jorge, por mencionar algunos como unos dogmáticos ensoberbecidos, que lo que dicen ellos es lo único que vale, no los veo así, por lo que creo que pueden considerar que a lo económico hay que darle un lugar más estratégico y agitativo, ya que todos sufrimos los embates descabezantes que nos lanzan desde los Estados Unidos. Y el pueblo puja pero no llora.
Un Plan extraordinario de Desarrollo económico reúne dos elementos modernos y necesarios en una estrategia de desarrollo. Primero la idea de planificación, no como una confrontación con otros planes sino que por sus dimensiones puede contribuir a entender la planificación en Venezuela como una comunidad de planes, necesaria y constituyente, hasta que surja una visión más integradora. Una visión versión venezolana de la planificación.
El otro elemento es el económico, que en este caso va dirigido específicamente al trabajo, con un objetivo muy claro, llenar al país de centros de trabajo activos, repletos de trabajadores que se integran a nuevas o antiguas actividades y que ven aumentar sus esperanzas y modo de vida diario en Venezuela. Así de sencillo llega la prosperidad.