Las causas de la crisis actual en Venezuela, al igual que todo hecho en el presente, es resultado de una historia. Historia que a la derecha no le gusta rememorar ya tienen que incluir todas sus actuaciones que se fueron acumulando a lo largo de las décadas anteriores a la Revolución Bolivariana; a ellos le gusta las interpretaciones más simples, como esta, la culpa de la crisis actual la tiene en primer lugar Hugo Chávez y después su seguidor Nicolás Maduro y su camarilla. Simple.
Y es que esta crisis tiene un origen más complejo, con raíces en diversas políticas y decisiones tomadas durante los gobiernos de Acción Democrática (AD) y COPEI, los principales partidos políticos que gobernaron el país desde la década de 1950 hasta principios de los años 2000 y acompañándose con las políticas imperialistas corta cabezas insurgentes, que siempre aplicaron en Venezuela y de las cuales los partidos mencionados eran sus completos seguidores.
Las políticas y decisiones tomadas durante los gobiernos de Acción Democrática (AD) y COPEI fueron cuna para nuestras desgracias presentes y sentaron las bases para los problemas de hoy. Durante décadas, la producción petrolera se utilizó para enmascarar la falta de diversificación económica y la dependencia de los ingresos petroleros y mantener adormecida a la población ante los errores, pues siempre se esperaba un futuro mejor que no llegaba. Se estableció la corrupción y el clientelismo imperecederos, que debilitaron las instituciones y generaron desigualdad.
A esto se suma la perspectiva siempre presente de las "políticas imperialistas" y la injerencia externa. Rómulo Betancourt en un mitin en El Sombrero dijo hacia 1.945, con un movimiento de este dedo eliminaré las concesiones petroleras norteamericanas y los llaneros le creyeron. Pero históricamente, potencias extranjeras han ejercido influencia sobre la política y economía venezolana, buscando asegurar sus intereses energéticos y geopolíticos por sobre todas las cosas. Los partidos tradicionales fueron facilitadores o no confrontaron estas dinámicas, lo que impidió el desarrollo autónomo del país y exacerbaron tensiones internas y rompieron la estructura tradicional de clases en el país. Estas interacciones dejaron al país vulnerable y con una fragilidad institucional que eventualmente eclosionaría y se mantendría persistentemente.
Estas son algunas de las causas más relevantes gestantes o gestoras, que son el origen o la base de la situación actual. Y el imperialismo que pone en movimiento la serie de eventos que llevan a las crisis.
Así que durante los gobiernos de AD y COPEI, Venezuela se consolidó como una economía altamente dependiente de la exportación de petróleo, con una política de ingresos fáciles y falta de diversificación económica que hicieron al país desguarnecido no solo a las fluctuaciones internacionales del petróleo sino también a las manipulaciones de sus grupos dominantes y explotadores internos. Hubo algunos intentos de industrialización pero no se pudo pasar a mayores por la ausencia de un liderazgo más fuerte para este cometido. Soberanía, Independencia, Patria eran palabras ridículas en esos tiempos.
El auge petrolero generó ingresos considerables para el Estado, permitiendo una expansión significativa del gasto público y la implementación de algunos programas sociales y de infraestructura. Sin embargo, esta dependencia excesiva del petróleo condujo a la creación de una economía de bienestar ficticio, dependiente de esos precios petroleros y no del esfuerzo productivo y colectivo del país aunque de ello se hablaba y se esperaba alguna reacción. Todos estos son elementos que de alguna manera conforman el compost que fue descomponiendo la sociedad venezolana y las clases sociales que la dirigían.
Se generó así el modelo rentista, el cual consiste en recibir una renta sin esfuerzo laboral pues el Estado permitió financiar importaciones y mantener un nivel de vida relativamente alto, lo cual junto con la falta de diversificación económica relegó otras áreas productivas como la agricultura, la industria manufacturera y los servicios.
Y fundamentalmente se olvidó completamente a las necesidades económicas y de participación del pueblo, principalmente de los sectores trabajadores que veían su situación cada vez más comprometida y empobrecida ante un disfrute ostentoso de la riqueza nacional en el otro extremo social y politico. Las diferencias se manifestaban en el debilitamiento de los servicios públicos, la precariedad laboral y la ausencia de vías efectivas para la mejora social y económica, llegándose al resentimiento y a un creciente descreimiento en los partidos políticos.
Venezuela estaba en un solo dolor, cuando surge Hugo Chávez y hace sus planteamientos bolivarianos e insurgentes.
