El estorbar la vida y el no estorbar la vida. Agora ahora hogaño, aqueste este cura ignaro raro cleuasmo asno, ha de limitarse a lo de la estética pictórica del pintor, cuya retina, hiciera inmortal el rostro y el dorso, con nalgas y todo, de Alejandro Magno. Agora ahora hogaño, aqueste este cura ignaro raro cleuasmo asno, ha de limitarse a lo del artista y pintor griego Apeles, ante un zapatero sabihondo ladilloso impertinente, por lo de los zapatos del rey de Macedonia. Agora ahora hogaño, Apeles, en el ágora plazoleta expositiva de los lienzos del pintor, hiciera inmortal, también, la expresión: ¡Zapatero sus zapatos! Agora ahora hogaño, ésta, la expresión, endenates dicha: El estorbar la vida y el no estorbar la vida, o sea y es decir, decir la vida estorba y la vida no estorba, fuera extraída de la canción esencia del despecho despacho compungido corazón, del Guayabo de Mes y Pico, del cantante el Guerrero del Llano, Jorge Guerrero del Elorza del estado Apure. De la canción del Guerrero del Llano, se estila la esencia existencia del despacho despecho del guayabo de mes y pico. Despacho despecho guayabo tanto como el sostenido dilatado guayabo del pastor Crisóstomo, que bien pintara en graceja narrativa para siempre, Don Quijote en El Ingenioso Hidalgo. En que el pastor Crisóstomo, quítase la vida por el sentimiento profundo desequilibrado medular amoroso. Y, a buen seguro que en Crisóstomo, no estuviera dendritando bien las dendritas neuronales, y que tal desequilibrio dendrital neuronal, lo condujeran al tan despechado guayabo mortal, que fuera para el Guerrero del Llano, solo y sólo de mes y pico. Y, en después Jorge Guerrero, seguiría, muy tranquilo cantándole al despecho y al amor. Y, que más nunca, jamás, espaturraría rascao a otro cuatro sonoro dentro del chinchorro ni que los pollitos volantones cuánticos volarían la gallera junto con la gallina culeca cuántica. En tanto que Crisóstomo, muerto y bien muertico como dijera Octavio Lepage, en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez por lo de Jorge Rodríguez a lo del secuestro de William Niehous, el empresario estadounidense, presidente de Owens-Illinois en Venezuela. Asina asín así, Crisóstomo, muerto y para siempre en un lugar de La Mancha de cuyo nombre, Jorge Guerrero no se acuerda ni en las cuerdas ni en la escuela. Agora ahora hogaño, Marcela, ni se inmutara ante la muerte de Crisóstomo. Y, Marcela dijera, sin jactancias ni vanaglorias, sin galones ni charreteras, que ella no tenía culpa, que natura la hubiera hecho y echada hermosa encantadora y como que haber nacido bella. Asina asín así, como lo del suicidio de Crisóstomo, Don Quijote, contara en El Ingenioso Hidalgo, otra comedia, la del Curioso Impertinente, y en la relación entre Anselmo, Lotario y Camila, cuyo desenlace novelesco, termina como lo trágico. Anselmo, el curioso impertinente, movido por la curiosidad, ruégale a Lotario que tanteara a su compañera esposa Camila. Endenates, Lotario movido por el detalle curios discernitivo, probara si Camila, fuera llena de la condición honesta virtuosa. Agora ahora hogaño, Lotario, reacio, reacciona, en resolutiva optimalidad presumida, de entre su consciente y su inconsciente. Lotario, finalmente, desajustase y desequilíbrase. Lotario, accede y conviértese en el amante de Camila. En tanto que Anselmo, con confianza ignorante ceguera, no tomara a la verdad verdadera veraz verídica socrática de entre la verdad y la falsedad. Anselmo, ignaro ignora la verdad. Endespués y cuando Anselmo descubre la infidelidad, muere de pesar, y Camila huye. Lotario, recobra, su propia propiedad espiritual racional de reconocerse a sí mismo como persona de entre su consciente y su inconsciente. Lotario, en su lecho de muerte, reconoce su culpa. Agora ahora hogaño, de los relatos de Don Quijote, a buen seguro que fuera el de Anselmo, el propincuo al Guerrero del Llano, Jorge Guerreo, con la diferiencia, como dice el diputado Pineda, de la Cuarta República, el Premio Noble de Literatura Campestre Cojedeña, que fuera el Guerrero del Llano, Jorge Guerrero, a drenar en la caña, sin señales del suicidio, que no deja de decir que sus dendritas estuvieron desbordadas por el guayabo de mes y pico, de lo surgiera el díptico, el estorbar la vida y el no estorbar la vida.
Con parábasis y sin parábasis, que es tanto como decir con digresión y sin digresión, el estorbar la vida y el no estorbar la vida. Agora ahora hogaño, Don Quijote, expresara en El Ingenioso Hidalgo, que las cosas no siempre son lo que parecen que las cosas no siempre son lo que son. Don Quijote, apuntara al cambio. Asina ansí así, en el prólogo de la Segunda Parte de El Ingenioso Hidalgo, Don Quijote, cuenta que el mismísimo loco con la pesada piedra negra en la cabeza como la de machacar y desmechar la carne para aderezar el pabellón en la casa de Rosa María en la calle Alegría de San Carlos de Cojedes. Do Quijote, cuenta que el loco, dejaba caer en la cabeza de los perros que encontrara en su camino, sin importar la raza ni de quien fuera el fulano perro. Hasta que su modo de operar y su condición, el loco cambiara, por el encuentro con un perro de un rico comerciante castellano de la ciudad de Castilla, la ayer dominadora. Y, el loco dejara caer la piedra en la cabeza del fino perro podenco castellano. Los alaridos del perro podenco castellano todavía se oyen en El Tinaco de Cojedes. El comerciante castellano de Castilla ayer dominadora, furioso, el dueño del perro, cayóle a palos al loco, tanta fue la tunda zurra de palos, que el loco adolorido y apesadumbrado, no volviera a salir al ruedo, endespués de unos meses. El loco saliera, en que saliera con su manía, pero y empero, no dejaba caer su ñasca aposentada en su testa, en la cabeza de los perros del camino. Y, cualquier perro flaco enfermo sarnoso caminero, para el loco era un fino perro podenco como el del comerciante rico de Castilla. Y, el loco decía en alta voce ¡Podenco! ¡Podenco! ¡Podenco! ¡Y, ni por el coño, que dejara caer la gigantesca piedra negra de desmechar carne de Rosa María de la calle Alegría, en la cabeza del animal! Todo lo cual indica el comportamiento, la condición, y la conducta condicional cambiable de entre la vida que estorba y la vida que no estorba, que fuera extraída de la canción esencia del despecho, Guayabo de Mes y Pico, del cantante El Guerrero del Llano, Jorge Guerrero. Y, asina asín así, ha de ser el comportamiento cambiable y condición mudable en la persona loca de guayabo, que por alguna circunstancia y algún hecho en entera ejecución como la del loco de la ñasca de Rosa María en la cabeza en el cuento de Don Quijote, la condición de ñasca y cabeza, ha de cambiar. La vida estorba y la vida no estorba, fuera la expresión extraída de la canción esencia del despecho, que disparara el Guayabo de Mes y Pico, del cantante El Guerrero del Llano, Jorge Guerrero. Y, como tiénese dicho y como deténtase mentado, de la vida que estorba y la vida que no estorba, de la canción esencia del despecho, Guayabo de Mes y Pico. Asina ansí así, como de la grisura sombría penumbra whitmaniana en el lienzo pictórico blanquinegro del que han de surgir iguales elementos contrarios, el yin y el yang de Laozi y de Walt Whitman. Asina asín así, de lo gris sombrío penumbroso whitmaniano de entre la locura y la cordura, de entre el estorbar la vida y el no estorbar la vida. Asina asín así, de lo gris sombrío penumbroso whitmaniano de endenates, como tiénese dicho y como deténtase mentado, de entre el estorbar la vida y el no estorbar la vida.
Con divagancia y sin divagancia, el estorbar la vida y el no estorbar la vida. La grafía gráfica grata gata gratificante del estorbar la vida y el no estorbar la vida, ha de ser la bacinilla de Rosa María de la calle Alegría de San Carlos de Cojedes. O sea y es decir, decir, la mitad llena de miao y la mitad vacía es tanto como decir el estorbar la vida y el no estorbar la vida, Asina ansí así, las nalgas de Don Francisco. Asina asín así, las gracias y las desgracias de Don Francisco, que han de estar siempre en las mesas misas musas de todos los conflictos mundiales bélicos geopolíticos. Asina ansí así, la contradictoria topológica silla montanera de montar a Palomo el Libertador Simón Bolívar, la silla del borrén delantero y del borrén trasero, como si fuera la mitad llena de miao y la mitad vacía. Y, la grafía gráfica grata gata gratificante, de la línea curva lemniscata de Bernoulli y de la línea curva paradójica parabólica cúbica de Picasso, han de ser continentes de contener a los contenidos de la expresión esencia cantarina del despecho, Guayabo de Mes y Pico, a los contenidos del estorbar la vida y el no estorbar la vida.
Con digresión y sin digresión, el estorbar la vida y el no estorbar la vida. Es tanto como decir la pasión y la discreción, es tanto como decir el retiro y el retorno, es tanto como decir la certidumbre y la incertidumbre, es tanto como decir la determinación y la indeterminación, es tanto como decir la verdad y la mentira , es tanto como decir lo verdadero y lo falso, es tanto como ir directo al gigantesco cartón cuadrángulo rectángulo pitagórico que guindara del techo del botiquín de Miguelito de San Carlos de Cojedes, en que por una de las caras se leía que el enunciado de la otra cara es verdadero y por la otra el enunciado de la otra cara es falsa, o sea y es decir, decir lo verdadero y lo falso. Agora ahora hogaño, en el gigantesco guindalecho tablero del botiquín de Miguelito, la guerra y la paz, desajustada la guerra de la paz en vivo y en directo, con los hechos en entera ejecución de entre Irán e Israel. Y, Donald Trump, presidente de los EEUU de Norteamérica, condenado histórico fracasado, pende del techo del botiquín de Miguelito de entre la pasión y la discreción, de entre el apasionamiento y la sensatez, de entre el retiro y el retorno, de entre la certidumbre y la incertidumbre, de entre el exceso y el defecto. Donald Trump, junto y al lado con George W Bush, con el parlamento aristotélico exclusivista del estás conmigo o estás con mi enemigo. Donald Trump de los EEUU, rempujara al sionista Benjamín Netanyahu y concomitante rempujara a Israel a declararle la guerra a la república islámica de Irán. Y, ha resultado que a Israel, le saliera la criada respondona. Israel que se creía invencible, ha sido, vencida sin dudas por Irán. Y, Donald Trump, ha sido el condenado histórico fracasado, que ha de ir al esterero de la historia. Y, Donald Trump, ha de tener que renunciar a la presidencia de los EEUU. Donald Trump, de no renunciar a la presidencia de los EEUU, entonces, la rueda soberana histórica popular del pueblo estadounidense, le ha de triturar sin más ni más y sin más ni menos, justo en donde ha de dolerle por tanto mal. Agora ahora hogaño, la guerra y la paz. Agora ahora hogaño, Donald Trump, el gran despechado histórico, de entre la guerra y la paz. Donald Trump, el presidente de los EEUU, con un guayabo de milenio y pico como si fuera al guayabo de mes y pico de El Guerrero del Llano, ha de estar de entre la guerra y la paz, ha de estar de entre el estorbar la vida y el no estorbar la vida.
Si el estorbar la vida y el no estorbar la vida, han de ser casos correlativos límite límbico grembo fronterizo concomitantes contradictorios caliginosos en la perogrullada primera vez de Perogrullo, conocidos por ti como conocidos por mí. Entonces sea dicho que el estorbar la vida y el no estorbar la vida, han de ser contenidos que contiene el continente de la tesis TINACO de Maleo 2001, conocida por ti como conocida por mí. Bergoglio ergo vergo sea dicho que la tesis TINACO, es la tesis de Maleo 2001. Que la tesis TINACO es conocida por ti, es conocida por mí, es conocida por el materialismo histórico flemático capaz y la tesis TINACO es desconocida por el materialismo histórico histérico rapaz. Que a Israel la invencible de papel, le saliera criada respondona. Que la criada respondona de Israel ha sido y es la república islámica de Irán. Que a Donald Trump, no le han funcionado nunca las nalgas. Que Donald Trump fuera despreciativo de las nalgas de Don Francisco. Que Donald Trump, él, el Donald Trump, el del gran despecho histórico histérico, ha de ser contenido que contiene el continente de la rueda soberana histórica popular del pueblo estadounidense triturador de entre la guerra y la paz. Que Donald Trump, el presidente de los EEUU, ha de cargar con un gran guayabo de milenio y pico como si fuera tanto como al guayabo de mes y pico de El Guerrero del Llano, que ha de estar de entre el estorbar la vida y el no estorbar la vida.