En mayo habrá elecciones de gobernadores y diputados. La participación pudiera, por lo antes acontecido, dicho sólo sujetándonos al pasado, no es nada aventurado predecir, será muy baja. Siempre lo ha sido. De modo que, no es sensato esperar de esos resultados, un discurso elocuente. Más aún, si un factor opositor que, pese pareciera desintegrarse por diferentes desacuerdos, uno de ellos, precisamente, motivado en la política abstencionista, insiste en ella. Y no es difícil tampoco predecir, que la oposición abstencionista le dará una lectura convencional. Pero también es previsible que quienes gobiernan lo mismo hagan y opten por ignorar como cada día su prestigio o respaldo disminuye. Y al decir esto, uno se siente tentado a recordar que, gobernar, tener el control del Estado, no es lo suficiente y lo que añora quien tuvo y tiene los sueños de Chávez,

Mientras grupos opositores que antes apoyaron la candidatura del señor Edmundo González, se han decidido a participar en las venideras elecciones, como que Manuel Rosales, se vuelve a postular a la gobernación del Zulia y Henrique Capriles, de Primero Justicia, ha declarado que "abstenerse no es una opción para quienes defendemos lo logrado y nos negamos a regalar nuestro futuro. Nuestra tarea primordial es ofrecerles alternativas reales a los venezolanos, trabajar incansablemente para que se materialicen y así mejorar nuestra calidad de vida, tan duramente golpeada», el liderado por la señora MCM insiste en la abstención. https://efectococuyo.com/politica/capriles-abstenerse-no-es-una-opcion-para-quienes-defendemos-lo-logrado/

Para este grupo, atender a esa convocatoria, sería darle legalidad al gobierno y reconocer el triunfo de Maduro en las elecciones del 28J del año pasado. Un discurso, por cierto, muy estereotipado y un poco pensando, necesariamente, que las resultados de las elecciones venideras, que como ya hemos dicho pudieran tener poca participación, según experiencias anteriores, les servirían de sustento a sus reclamos y como una muestra que las mayorías apoyan a Edmundo González y le tienen como un presidente un tanto al estilo Guaidó.

Lo que pudiera suceder, y uno hasta ya comienza a percibirlo, es que la abstención de las elecciones regionales del 2021, que llegó casi al 58 %, aumente sensiblemente. Pero no es nada atrevido, no sólo hacer esa predicción, sino también que no sería pertinente asociarla, de manera sustantiva, con el llamado del factor que lidera MCM. Lo que no niega que tendrá algún efecto.

Como dijimos arriba y tanto han dicho las cifras, la abstención en los eventos electorales regionales o sólo de legisladores, suele ser abundante y entonces, en mayo uno no puede esperar otra cosa. Lo sustantivo está en determinar si, la abstención, en un modelo de gobierno como el nuestro, es una forma de lucha pertinente, pese se use como excusa, diciendo que estamos ante una dictadura.

La definición de dictadura asumida por factores de la oposición venezolana, se fundamenta en lo que ellos llaman "falta de independencia de los poderes públicos", un sueño iluso y una definición prefabricada, del gusto de la clase dominante.

El hecho que partidarios del gobierno y militantes del PSUV controlen, en primer término, la AN con mayoría absoluta y por esto los demás poderes del Estado, como el TSJ y el CNE, no resultó de la sola voluntad de quienes gobiernan, sino de la abstención opositora en las elecciones anteriores del órgano legislativo. Fue la abstención o, para decirlo con más contundencia, la oposición al abstenerse, la que hizo posible que quienes tenían el control del Poder Ejecutivo, pasasen a controlar los demás poderes. Y ese riesgo lo corrió ese sector, de manera voluntaria, pese haya sido un acto por demás inconsciente y, como decimos en el lenguaje coloquial, "guerra avisada no mata soldado".

Quejarse del control que el Ejecutivo tiene sobre los demás poderes, la ausencia de eso que llaman, "independencia de poderes", y hablar de ventajismo, no es nada sensato y, además, es un atribuirle a otro, un ajeno, lo que es responsabilidad exclusiva de quienes llamaron a la abstención. Es iluso, creer o esperar, que un gobierno, teniendo mayoría absoluta en el organismo representativo, en este caso la AN, genere una estructura equilibrada, en cuanto a la composición de los demás poderes.

Si es valedero decir que, en Venezuela hay una dictadura, dada la falta de equilibrio composicional de los poderes del Estado, también lo es decir, que la oposición se dio un "auto golpe" o metió un autogol, cuando se abstuvo en las elecciones pasadas. Ella ayudó a crear ese estado de cosas.

Si nos atenemos a las elecciones recientes, manejadas las cifras de manera equilibrada y racional, se puede asegurar que, si la oposición no se hubiese abstenido en las elecciones legislativas pasadas, la composición del poder legislativo hubiese sido otro y otro la correspondiente a los demás poderes. Y entonces, el gobierno no hubiera podido hacer "la trampa electoral", de la cual hablan con respecto a los comicios del 28J.

Quienes ahora gobiernan, pese que hubiesen ganado las elecciones del 2018, de lo que hablamos antes, habrían estado obligados a "negociar" con la oposición una composición de los demás poderes, que hasta pudiera haber favorecido a esta. Porque es posible, valedero, pensar que, todo el espectro opositor, obviando las diferencias entre sus componentes, hubiera tenido mayoría en la AN. Entonces el cuento hubiera sido otro. Es evidente que el apoyo del PSUV cada día desciende sustantivamente.

Cuando Maduro ganó las elecciones en el 2013, se halló en minoría en la AN, por lo que optó por una salida constitucional, llamar a Asamblea Nacional Constituyente, sabiendo de la inmadurez, el desorden y la anarquía opositora que privilegiaba el golpe y las guarimbas. Y, en efecto, aquel llamado, fue asumido por la oposición absteniéndose, pese poquísimo tiempo atrás, todo ese universo había superado al gobierno en las elecciones legislativas. Su "salida", fue aquel mamotreto y, por demás corrupto, de la "Presidencia Interina",

No obstante, esa experiencia y los resultados de las elecciones pasadas, del 28j, las que según parte de ellos aseguran haber ganado, este mismo universo, planifica volver a jugar la carta abstencionista. Alegar que en las elecciones del 28J del 2024, el gobierno hizo fraude para justificar el abstencionismo, es negarse a defender ahora lo que, como dice Capriles, es lo pertinente para "quienes defendemos lo logrado y nos negamos a regalar nuestro futuro". Además, es repetir una jugada antes fallida.

Si las cifras electorales del 28j fueron tal como dicen los opositores y hasta menos, entonces es valedero pensar que, sustentado en ese estado emocional de quien o quienes se sienten víctimas de un atropello, las elecciones de gobernadores y diputados regionales, manteniendo los acuerdos alcanzados para las presidenciales y haciendo sus proposiciones de conformidad con ellos, les darían unos resultados, si no de ganadores, si como para obtener, en esos espacios y piezas del poder, bastantes ventajas. Es valedero razonar como Capriles ahora, lo pertinente es defender "lo logrado" y negarse "a regalar el futuro".

El cuadro, visto desde esa perspectiva, se vaticina distinto y muy ventajoso para la oposición, más si recordamos que, la Constitución habla del derecho a revocar los poderes a mediados del período. Y no es nada aventurado pensar que, el potencial votante opositor se sentiría más tentado a participar, si su dirigencia lo estimula, usando lo emocional generado el 28J. El deseo de venganza es un generador de mucha potencia.

Pero viendo el cuadro desde otra perspectiva, desde el ámbito de quienes gobiernan y desean mantener su poder y hasta disipar las dudas generadas por la oposición, que vienen siendo repotenciadas ante el mundo diplomático y el común de la gente, en buena parte del universo, con el argumento de fraude electoral sin pruebas, creo llegado el momento de las grandes decisiones y el despejar dudas. Al venezolano, determinantemente mayoritario, no se le puede asimilar a un bando político u otro. Como que tampoco, se le puede juzgar a favor del abstencionismo por compartir las ideas y propósitos de quienes ofrecen eso como alternativa y protesta por los resultados del 28j.

Lo que afecta, deprime y hunde en desesperanza al venezolano son las dificultades que atraviesa, como los miserables salarios, la pérdida de conquistas como aguinaldos, vacaciones, prestaciones sociales, servicios de salud, educación y el futuro que se le muestra borroso y hasta trágico, etc. Pese se sepa que las sanciones, aplicadas por Estados Unidos y sus socios, ahora profundizadas por Trump, han llevado casi a la debacle el negocio petrolero, la fuente fundamental de nuestros ingresos, eso no es suficiente para ganar o mantener el respaldo de las mayorías; sobre todo dentro de las nuevas generaciones.

Los jóvenes no tienen interés alguno en la política, sus planes se fundamentan en ellos mismos, en su capacidad para evadirse o marcharse del país. Y de todo esto, siente el venezolano mayoritario, es resultado de un combate político, casi una guerra, con injerencia extranjera, donde él no tiene parte, sino para sufrir los impactos. Y ante eso, su disposición es la evasión, abstenerse, no por seguir los dictados de un bando opositor, sino porque no encuentra dónde apoyarse, no mira una mano extendida hacia él. No avizora una respuesta pertinente y que le llene de esperanzas.

Ante esto, más ahora que nos acercamos a unas nuevas elecciones, que pudieran dejar un cuadro más sombrío, quienes gobiernan tienen que responder con pertinencia y hasta audacia. Hemos llegado a un momento cuando es necesario romper con mitos, posiciones idílicas que, en la cruda realidad no dan resultado alguno sino más bien sirven para detener mejoras y hasta justificar injusticias. Lo que percibo, ante una circunstancia específica que entraba o justifica cierta conducta, la piedra de tranca para la toma de medidas sustantivas, me hace recordar la conocida frase de Lenin, casi ahora un lugar común, es pertinente "dar un paso atrás, para dar dos adelante". Más sabiendo que las leyes, no son eternas, se pueden modificar hoy y mañana también.

Estamos en los umbrales del primero de mayo, un momento para recordar que llevamos un largo tiempo con los salarios congelados, como también los contratos de trabajo vencidos y engavetados los nuevos proyectos. El movimiento sindical pareciera haberse rendido, pues no es sólo que el gobierno se niegue a autorizar la discusión de los mismos, sino que aquél parece haber desaparecido o momificado. Y es también oportuno el momento para que cada quien, revise su comportamiento y haga los ajustes necesarios. Ya basta eso de darle valor sustantivo a las emociones, descalificaciones, calificaciones sin sustento, hacer del amigo un enemigo y viceversa.