Impacto del enfoque numérico en la educación venezolana, ¿y donde queda la pasión por enseñar?

Apoyándome en las ideas de Belkis Hernandez, mujer, camarada, amiga, Trabajadora Social en la UNEXCA elabore el siguiente material.

En el contexto de la educación venezolana, el enfoque en las métricas cuantitativas y administrativas y no dándole todo el peso a lo académico, lo formativo y la dedicación de los educadores, puede derivar en un desperdicio del esfuerzo de muchos maestros y catedráticos.

Cuando el sistema educativo privilegia los números, estadísticas, o lo político sin revolución, se corre el riesgo de desmotivar a los docentes, que son quienes dedican su tiempo, creatividad y sus escasos recursos económicos a inspirar y motivar a sus estudiantes, sin esperar nunca un reconocimiento. Obviar los aspectos cualitativos de su labor, afecta a los educadores al percibir que su dedicación pasa desapercibida, lo que perturba su compromiso y satisfacción profesional.

Priorizar cifras de resultados, para presentarlos a otros niveles superiores, fomenta métodos de enseñanza más directivos y centrados en la transmisión de información, en lugar de metodologías activas que fomenten la participación, la investigación, el debate y la construcción del conocimiento por parte de los estudiantes, y la disminución de la exigencia académica por parte de los docentes.

Este enfoque limita la capacidad de los docentes para aplicar estrategias pedagógicas innovadoras y creativas, lógicas dentro de un proceso revolucionario que se define por lo innovador y el cambio, reduciendo el aprendizaje significativo en los estudiantes. De esta manera permanece como práctica frecuente la enseñanza memorística, desplazando el desarrollo de habilidades críticas que son fundamentales para la formación integral. Por su parte, la evaluación tiende a un enfoque sumativo, dejando de lado la educación formativa que es crucial para identificar las necesidades de aprendizaje y ajustar las estrategias pedagógicas.

La educación es una vocación que muchas personas eligen motivadas por su deseo de contribuir al crecimiento personal y académico de nuestros niños, niñas y jóvenes. Sin embargo, cuando el impacto de la educación se reduce solo a cifras, no se visualiza el esfuerzo personal de maestros y profesores, donde parece que la calidad de la enseñanza pasa a un tercer plano, existe el peligro de que los docentes pierdan la motivación y el interés por ejercer su profesión, perdiendo la pasión por enseñar.

Al basarse en aspectos objetivos se tiende a descuidar aspectos claves como el desarrollo de habilidades blandas o la educación socioemocional, aspectos modernos incorporados a la educación y fundamentales para el desarrollo integral de los estudiantes, quedan relegadas al no ser considerados suficientemente. Esto no solo afecta el crecimiento estudiantil, sino que también puede hacer que el esfuerzo de los educadores parezca infructuoso.

La falta de atención a los estudiantes más avanzados es otro problema en nuestra educación obsesionada por los resultados en cifras. Cuando el énfasis está en las métricas, es posible que no se preste mayor atención a los estudiantes con mejor rendimiento, para generar estrategias que permitan potenciar al máximo su talento, siendo una pérdida tanto a nivel individual como social. Nuestra sociedad se arriesga a perder individuos altamente capaces que podrían impulsar la innovación, la investigación y el avance en diversas áreas.

Sin embargo encontramos que, estudiantes con falta de habilidades y destrezas relevantes, con una formación superficial, desmotivados y con dificultades para avanzar son promovidos a los niveles superiores de formación.

Por todo esto, resulta evidente la necesidad de reconfigurar los equilibrios en la educación entre lo cuantitativo, lo cualitativo, lo administrativo y lo político por lo que se hace necesario establecer y aplicar un sistema real de evaluación de la dirección de las instituciones educativas a todos los niveles , lo cual puede ser cuesta arriba en algunos casos. Al final, si el trabajo está bien hecho el que ganará será el politico tanto en imagen como en votos.

Valorar el impacto de los docentes en la formación integral de los estudiantes es esencial para mantener la motivación y el compromiso de estos profesionales, centrando la educación más allá de los números, y convirtiéndola en un proceso enriquecedor y significativo que destaque el papel transformador de los educadores.

Oscar Rodríguez Estrada 16 de abril de 2025



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Oscar Rodríguez E


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