Para seguir a Chávez, ¿Dónde tenemos que mirar?

Ya sin lugar a dudas, es tiempo de aceptar que las Fuerzas Armadas, el gobierno y los plumíferos que los respaldan teóricamente; están unidos en una cruzada político militar opuesta a la revolución socialista del chavismo radical sobreviviente y las izquierdas.

En su tiempo el chavismo con Chávez enfrentó esa contra revolución de Fedecámaras, Carmona, Machado, los traidores asolapados en el Psuv y al imperialismo gringo.

Chávez superó los avatares reaccionarios encabezando una revolución político militar que giraba hacia el socialismo. Las masas era el pueblo chavista, las guerrillas armadas fue una fracción de dirigentes y tropa del Ejército Nacional y su conductor el extraordinariamente humilde, rebelde, sabio y estratega Hugo Chávez.

Con la llegada de Maduro y su tropa, el chavismo fue sacrificado para favorecer intereses globales, grupales repugnantes e individualmente perversos, allí está la raíz del mal que sufren los venezolanos empobrecidos

Y aquí en el gobierno, la fuerza armada, los chavistas-maduristas y sus ideólogos intelectuales es donde están los máximos responsables de ahogar el socialismo, allí es donde tenemos que mirar.

No es de hacerse esperanzas con la Fuerza Armada que fue atada a los intereses mezquinos en la explotación del Arco del Orinoco; además del desmontaje administrativo y sindical de la estructura roja rojita de PDVSA, al mismo tiempo se paró el ímpetu socialista del Psuv y de los medios comunitarios censurados y que pasaron bajo control del Estado.

Cabe agregar también, los interese globales están principalmente manipulados por EE. UU., en medidas menores por chinos y rusos. Todos, se llevan casi regalado el petróleo, el gas, los minerales. De allí la paradoja del antimperialismo, ya llegó a Venezuela el enviado especial de Trump Richard Grenel a hablar con Maduro. Este punto merece más atención.

Parando y desviándonos de estos datos de todos conocidos, es importante pensar que las revoluciones por la toma del poder para transformar la sociedad, han sido revoluciones violentas, políticamente masivas y con una fuerza militar de respaldo; así fue la revolución de Chávez.

El Estado de Maduro y su equipo, previendo el salto popular a ese nivel de lucha, anticipadamente aniquiló a militares chavistas, amarró a Padrino López y otros altos rangos militares con el Orinoco y la burocracia de los ascensos.

Ahora, la Ley del Odio y los ejercicios militares "Relámpago del Catatumbo" son los signos del carácter contra revolucionario de sus objetivos estratégicos: asustar a los revolucionarios para que no sigan el camino de las guerrillas colombianas ni la ruta seguida por Chávez.

Por su parte, los intelectuales del régimen de Maduro, hacen su labor teórica encomiable, engrandecer el sistema, amedrentar con la ley contra el odio a los inconformes y luchadores y generar una concepción cultural baladí que los venezolanos son pacifistas, sinónimo de conformistas y ahora felices emprendedores,

Es por ello que, para seguir en la lucha revolucionaria se debe tener en cuenta la experiencia anterior y avanzar mirando la conducta del poder estatal actual.



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Memo Fernández


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