No es suficiente con vencer, triunfar: "Hay que pensar, pensar y pensar; leer, leer y leer y también, escribir, escribir y escribir".
Necesario PENSAR, REFLEXIONAR Y LEER, todo ser humano no lo puede descuidar.
Preocupa las abrumadoras campañas electorales publicitarias, eminentemente proselitistas, carentes de contenido que eduque para la transformación, el avance de la sociedad y para la libertad. Son brutales por intensa y masiva. Impiden el pensar. Adicionalmente incorporan, hacen que la población participe, en una desenfrenada carrera de velocidad tipo Meteoro y su Mach 5, de difundir en todas las redes, hasta colapsar los teléfonos y estresar al usuario, su propósito satisfacer a quienes chequean y vigilan el cumplimiento de la publicación hecha para su reproducción en manos de la militancia partidista y así valorar sobre su lealtad. Quien publique mayor cantidad de Flyer, aún repitiendo lo mismo, una y mil veces, más leal es y mayor mérito tiene. Así se obtienen prebendas y puestos burocráticos.
Lluvia de flyer que no educan, no elevan el nivel de conciencia, la formación ciudadana, el sentido de identidad nacional, no invitan a pensar ni a leer, tampoco a escribir. Son copias de otros espacios, de territorios extraños. Una modalidad relativamente reciente que ha trascendido a las hojas impresas.
Educar, enseñar a pensar, proponer la lectura es lo fundamental en todo acto político de interés liberador colectivo, para ir creando las herramientas ideológicas, que permitan un conocimiento destinado a juzgar con rectitud, a ejercer la crítica profunda y sana, que permita descubrir la verdad y construir nuevos senderos, nuevas rutas para la vida en sociedad.
El flyer es masivo y embrutece, cansa, impide la elaboración de un conocimiento para la liberación, que revolucione, que enfrente al saber dominante, saber que oprime y que mantiene en la ignorancia a la población.
Es interesante preguntarnos:
¿Cuál era la opinión o reflexión que tenían los pensadores y docentes, hace cuarenta años, sobre el Flyer, los cómic y las historietas tipo el Zorro, Tarzan, El Llanero Solitario, Batman, Superman, y los Super Amigos, Etc?
¿Cuál es su influencia en la educación política, humanista y sobre la profundización y difusión masiva de una vida individualista, el de una sociedad contraria a la solidaridad, al protagonismo colectivo y la vida en comunidad, en la búsqueda de las soluciones entre el esfuerzo de todos y no de un superhéroe que mágicamente nos va a resolver el problema?
¿Es una manera de perder la identidad, de dejar de pensar, de evitar la lectura y la escritura?
¿Sobre ésto que decían o escribieron Eduardo Santoro, Antonio Pascuali, Simón Saez Mérida, Domingo Alberto Rangel, Pedro González Heredia, Rodolfo Quintero, Salvador de la Plaza, Acosta Saigne, Mario Sanoja Obediente, Enrique Bernardo Nuñez, Olmand Botello, Luis Beltrán Pietro Figueroa, Pablo Neruda, Eduardo Galeano y Gabriel García Márquez?
El torrencial aguacero de flyer, de cómic y de historietas a lo Tarzán, Superman, Batman, Popeye, Martin Valiente, ahogan y martirizan, impiden que la población se de cuenta que lo están alienando, idiotizando, que es objeto de una transculturización para fines contrarios a la formación de una sólida cultura liberadora, transformadora, que lo aleja del ejercicio de pensar, de reflexionar y por consiguiente de la no necesidad de leer y de escribir, pues, otros piensan, reflexionan, diseñan por la sociedad entera, lo peor, "solucionan" en nombre de todo un pueblo, más bien hasta de una civilización.
Tarzan resuelve los problemas de África, Superman los de una sociedad urbana caótica y en peligro como la norteamericana, el Zorro, el hijo bueno de un hacendado, soluciona, defiende y hace posible la justicia para los sufridos, los pobres y humildes campesinos, de Batman depende no solo el Comisionado sino toda ciudad gótica -es cualquier ciudad- para, cada noche, salir de su baticueva a "poner en cintura" a los delincuentes, obviando e invisibilizando a los habitantes de la gran urbe.
Es la exaltación del individualismo positivista y la negación del protagonismo del colectivo, del pueblo en la búsqueda de soluciones entre todos. Así entre superhéroes no hay lucha de clase como motor de la historia, no hay contradicciones insalvables que un individuo, el sistema imperante, dominante, no pueda resolver, por tanto, en la cabeza de los superhéroes y de sus admiradores consumistas, no se piensa en cambiar, transformar el modelo económico, político y social, pues todo problema, justicia o cambio, toda solución está en las manos del individuo, del salvador, una especie de un nuevo Dios moderno y actual.
El flyer, el cómic y la historieta impide pensar, razonar, discernir y juzgar las realidades con criterio, con fundamento en un proceso dialéctico, en la crítica, en el juzgamiento con rectitud -como bien decía Don Simón Rodríguez "para conocer las cosas no por lo que parecen ser, sino por el conocimientos exactos que tenemos sobre las cosas y que todos sepamos lo que no debemos ignorar".
El Flyer y demás inventos de la gran industria de mercadeo publicitario, aleja la producción del conocimiento científico, los saberes universales, la búsqueda, la historia insurgente, la memoria y el encuentro con la identidad y la discusión, el análisis para el debate en colectivo. Es la perdición de la fuerza pensante de la masa, el carácter de sujeto social y su encadenamiento, el sometimiento al nuevo mesia individual: la publicidad arrolladora que nos mantiene sin saber de dónde venimos, ni que somos, ni para dónde vamos.
El Flyer y sus socios son la nueva técnica de dominación y el olvido de las letras y de la filosofía de Simón Rodríguez, Andrés Bello, Cortázar, Ludovico Silva, García Márquez, César Vallejo, Andrés Eloy Blanco. No existe equilibrio entre la táctica proselitista, fundamentada en el nuevo Dios de la publicidad y el debate analítico, pedagógico, aleccionador y enseñante. No es del interés del marketing la divulgación del conocimiento transformador revolucionario, su objetivo es que el pensar insurgente quede rezagado, o más bien silenciado y olvidado, que el actual estado de cosas no cambie, permanezca sin importar que la gran población siga en la ignorancia y en la oscuridad. Para ellos, ese es el objetivo. Sus ideólogos publicitarios y especialistas en mercadotecnia, tienen como su máxima como pensamiento central: "Después de mi el diluvio", es decir nada le importa sino la consecución de sus fines inmediatos y utilitarios, aunque el planeta tierra desaparezca.
Tantas cosas, TANTAS IDEAS PARA APRENDER Y EDIFICAR. Construir una generación pedagógica para la autonomía, debe ser lo central, la preocupación, si se desea superar y derrotar el esquema del dominio de la ignorancia, de la alineación y del coloniaje o neocoloniaje cultural. No hay manera distinta de conquistar la libertad y de vivir en la República, en democracia protagónica si no preparamos a la generación de relevo dentro de la crítica y las enseñanzas, entre otros, de Don Simón Rodríguez con su "inventamos o erramos", del MAESTRO de nuestra América Luis Beltrán Figueroa, "con la magia de los libros" y de Paulo Freire "La importancia de leer" y su muy reconocido libro "Pedagogía del oprimido".
Oportuna es la ocasión, en esta escritura, para recordar un pensamiento de Don Simón Rodríguez que pasado los siglos aún no se ha cumplido, señaló: "Hasta fines del siglo pasado (XVIII) dominó la idea de la nobleza; en el presente (XIX) domina la de la codicia; y en el del venidero (XX) dominará la del verdadero mérito, que es el saber". Se consumió todo el siglo XX y llevamos un cuarto del siglo XXI esperando se materialice el pensamiento del MAESTRO del libertador.
Hay que ir al encuentro de "pensar, pensar, pensar, reflexionar, reflexionar, reflexionar, ideas, ideas ideas, leer, leer y leer, inventar, inventar, inventar, educar, educar, educar.