Fuerza Armada política

Nuevamente se trajo al tapete la bendita tesis del apoliticismo de la Fuerza Armada. Basta recordar cómo la creación de la Junta Interamericana de Defensa en 1945 estableció nexos con las fuerzas armadas de los países latinoamericanos, donde lo militar estaba supeditado a las políticas de dependencia desde el comienzo de la "guerra fría". Esa Junta dictó en 1950 el Esquema de Defensa común para el Continente Americano. Pura política.

Estas relaciones se refuerzan poco después, en 1948, con el Tratado Interamericano de Defensa, que hizo a nuestra FAN mucho más dependiente de la política militar de EEUU. En los años 50, la FAN se adhirió a la Doctrina de Seguridad Nacional, que impuso Estados Unidos a los países latinoamericanos. ¿Se le ocurrirá a alguien sostener que esa decisión fue apolítica? Se trató de una doctrina con definido carácter político, más concretamente, anticomunista.

Años después cambia la concepción de defensa, y el rol de las fuerzas armadas. Habían aparecido las guerrillas y otros movimientos subversivos, y desde las dependencias correspondientes de EEUU se ordenaron criterios y concepciones adaptadas a los cambios. Aparecen las bases militares en la región y la Escuela de las Américas, donde se formaron centenares de oficiales venezolanos que trajeron métodos de represión que incluyeron la figura de los desaparecidos y las torturas en los campamentos antiguerrilleros. Pura política.

Desaparecida la Unión Soviética y el "mundo socialista", en las conferencias de ejércitos celebradas después, EEUU propone una nueva concepción de defensa: los ejércitos debían estar al servicio de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. No pudieron. Venezuela, Argentina y Ecuador encabezaron la resistencia política. Los tiempos cambiaban.

Tengo entendido que el concepto de seguridad que durante años tuvo vigencia en la FAN llegó del Comando Sur, de EEUU: sencillamente, era la capacidad de rechazar amenazas. No incluía ningún otro aspecto, como, por ejemplo, la seguridad económica, alimentaria.

En algún momento, esa FAN "apolítica" definió tres hipótesis de guerra para Venezuela: la negra (Guyana), la verde (Colombia) y la roja (Cuba). Por supuesto que ese debate y esas conclusiones tuvieron un gran contenido político, donde los intereses estadounidenses estaban estrechamente ligados a los de los gobiernos de la época.

¿No fueron posiciones eminentemente políticas de la Fuerza Armada cuando en su seno se discutió y acordó el golpe contra el presidente Rómulo Gallegos, así como su participación en el derrocamiento de Pérez Jiménez? ¿Acaso en la Fuerza Armada no se discuten los problemas de geopolítica inherentes a Venezuela? ¿En las escuelas superiores de guerra no se estudian las geopolíticas en el área andina, en el Caribe, en el área amazónica? Impensable que esas discusiones se hicieran haciendo caso omiso del factor político.

Durante años, en la Constitución se repetía que las fuerzas armadas "son pasivas y obedientes", en la de 1936 se añadió que no podían deliberar, y fue en la de 1947, con el trienio adeco, cuando se agrega que es una institución apolítica, concepto que conserva Pérez Jiménez en 1953. Casualmente, es en esos años -de 1947 a 1958- cuando más política se hace en la FAN.

La vigente eliminó el concepto de no deliberante, e introdujo el de "sin militancia política", que no sólo tiene vigencia para la institución, sino para sus oficiales y todos sus integrantes. Confiamos en que el proyecto de Constitución que se elabora lo haya conservado.



El impasse
entre Venezuela y Chile, en vísperas de la visita oficial de la presidenta Bachelet, ha podido evitarse si la Asamblea Nacional hubiese hecho oportunamente lo que hizo después: responder al Senado chileno.


El Ejército de Liberación Nacional
(ELN) pidió al presidente Uribe, con cuyo gobierno tiene meses discutiendo en La Habana un proyecto de paz, que elimine el concepto de terrorista, que usa para calificar al ELN y a las Farc. Hace seis años no los trataban así, lo hacen desde que Washington los incluyó en una lista de organizaciones terroristas.

No sé qué puede hacer Uribe.


Se supone
que desde Miraflores no habrá ningún tipo de interferencia en ninguno de los 12 procesos revocatorios de igual número de gobernadores, ni en los de 134 alcaldes de la primera tanda.


El Grupo
de Diarios de América, encabezado por El Mercurio, planifica una campaña continental contra el gobierno venezolano a propósito de la no prórroga de la concesión a Radio Caracas Televisión (Rctv).


En Últimas Noticias
nos enteramos, por un boletín de la embajada de EEUU, que en el Fuerte Tiuna se reunieron los jefes de Ejércitos de América para analizar acciones ante desastres. Les resultará increíble.


Me escribió
un filósofo taurino: si comienzas por creer que los toros pueden sufrir, como los humanos, mañana creerás que también hacen el amor.


edrangel@cadena-capriles.com


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Eleazar Díaz Rangel

Periodista egresado de la UCV. Ganador del Premio Nacional de Periodismo y menciones en diversas especialidades. Es Director del diario Últimas Noticias desde el año 2001. Profesor titular jubilado de la universidad central de Venezuela, cuya escuela de comunicación social dirigió (1983-86). Presidente de VTV 1994-1996. Presidente de la asociación venezolana de periodistas.

 edrangel@grupo-un.com

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