"Rectificar es de sabios... Cuando uno se equivoca".
Fin de la cita.
Anónimo.
El poeta británico Alexander Pope dijo aquello de: "Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios". Una frase que, no por más trillada y escrita en azucarillos de bar, deja de ser cierta. Todos nos equivocamos, todos cometemos errores. Porque somos humanos, porque es maravilloso equivocarse, ya que sólo de los errores se aprende, porque sólo hasta que pruebas la amargor del equívoco no puedes saborear el dulzor de la razón. O la verdad. O la justicia. O póngase eso que ocurre cuando a alguno le sale la cosa bien y no le han multado en la zona azul. Pero, ¿qué hacer cuando uno sabe que no se equivoca y otro cree que sí? Lo normal es mantener una conversación tranquila, pausada, en la que se expongan ambos puntos de vista y, si se da el caso, admitir el error por una o por ambas partes. Incluso existen casos de soluciones intermedias que a todos satisfacen, porque la verdad no es absoluta. Fin de la cita.
Iba a buscar la palabra en el diccionario, pero me basta con lo que suena: a quien no le duelen las cosas, al que es indiferente ante el dolor de los demás, al que apaga sus compromisos, y se hace el loco, y no se mete, como si no fuera problema de él o de ella. Y como dijo Chávez alguna vez, sobre lo cual dejó también todo un testimonio de vida: "corazón que no siente, ojos que no ven" y brazo que se va desprendiendo de lo que tiene que hacer, de su decoro y su dignidad. Y lo ha dicho el presidente Maduro, muchas veces con el corazón en la mano: "El bloqueo ha dejado heridas profundas en nuestro país. Ha sido duro. No son solamente las guarimbas, el atentado con drones, los intentos de invasión, y golpe de estado, las operaciones paramilitares, el saboteó, sino también el deterioro continuo de las condiciones de vida. Y hay gente que no entiende que justo lo que querían, y siguen queriendo es que la gente se canse, y se desespere, que el pueblo le dé la espalda al camino de la soberanía y de la igualdad que es la revolución Bolivariana, y hay gente que se cansa, y hay gente que se molesta y hasta se voltea". Pero junto a esas personas, "hay otros que mantienen la conciencia, y ni se cansan ni se rinden, aún en las peores circunstancias".
No es solo el "bloqueo yanqui. Hay otro bloqueo que es peor: el bloqueo de las mentes, y el de los corazones. La indolencia, la burocratización, la incapacidad, la corrupción nos han hecho más daño; ese bloqueo es peor, el de los que se encierran y se le voltean al pueblo".
Por eso al evaluar los resultados, el presidente se muestra satisfecho: "dónde ganamos porque merecimos la victoria y dónde perdimos, porque a veces hay que recibir el latigazo, la cachetada del pueblo, para saber lo que hemos hecho mal, y que corregimos o corregimos; aprender que tenemos que actuar de la mano con el pueblo, con el poder popular: con el pueblo todo, sin el pueblo nada". El compromiso que ha llevado a perseverar, nos obliga a tener, cada vez más, un sistema de gobierno que sea de verdad un gobierno del poder popular. Son sus palabras como las escuché, claro está. Y supo hablar. Esto me lo pide el trabajador de PDVSA CI.14.640.002, que se lo transmita de su parte al presidente Maduro, y al ministro El Aissami, a quien por un engaño de una empresa contratista de la estatal petrolera, lo hicieron renunciar como técnico de esa empresa, y por mi intermedio le hace saber al ministro El Aissami, al presidente Maduro, y a recursos humanos de CVP-PDVSA San Tomé en Anzoátegui, que dejen sin efecto su renuncia, ya que quiere incorporarse nuevamente a sus labores en esa empresa, donde siempre observó una buena conducta y eficiencia como trabajador del cual da fe, este articulista, y espero esta petición sea tomada en cuenta, y lo llamen para retomar sus labores en esa empresa venezolana saboteada por las sanciones, y gente infiltrada, que engañan a los trabajadores para que abandonen pdvsa. En Espera de que el ministro Tareck El Aissami, haga justicia, y ordene la reincorporación de este trabajador.