Tres opciones financieras para cancelar la deuda a los trabajadores

Introducción:

Hay una expresión de Confucio que dice que un gobierno debe tener el control de la comida, de las armas y la confianza, en caso de debilitarse primero debe ceder las armas, luego la comida pero nunca la confianza: En el caso venezolano, se ha demostrado que no se tiene el control de la comida y en consecuencia la crisis de los alimentos atribuidas a los productores industriales del país y los importadores, por otro lado si es evidente que se tiene el control absoluto de las armas y que a diferencia de otros países de la región no existen carteles delincuenciales y ha salido airoso de las dos guarimbas que ha enfrentado. Sin embargo en cuanto a la confianza, más allá de la estructura mediática opositora, también obra en contra las decisiones y el no asumir posiciones firmes y coherentes ante el pueblo, como es el caso de la deuda con los sectores educativos que no ha contado con una vocería oficial que asuma la verdad ni las responsabilidades del caso.

Ante estos escenarios, es un deber de los revolucionarios acompañar las luchas del pueblo, fundamentalmente con propuestas que no perjudiquen al propio pueblo. Es por ello que sobre el impago a la deuda con los trabajadores de la educación, conjuntamente con el engaño sufrido por parte de la autoproclamada dirigencia sindical (FTUV) y los asesores económicos del gobierno, es necesario hacer una serie de acotaciones porque si bien es cierto el recurso financiero no existe, tampoco se deben cerrar las opciones para conseguirlo.

El equipo económico venía remando bien, manteniendo a raya el dólar paralelo, reduciendo la hiperinflación, empezando a destacar los indicadores macroeconómicos y dando un primer e importante aumento salarial que no fuese devorado por la inflación de inmediato. Tampoco se sometió a los designios de la banca privada y multilateral, lo que sí es un síntoma verdadero de entrega al neoliberalismo.

Por su parte el pueblo o la base trabajadora que ha acompañado solidariamente a este proceso, aguantó largo tiempo la escasez de comidas, medicinas y la desmejora de los servicios públicos y prácticamente trabajó un largo tiempo sin salarios, pero hoy se enfrenta al engaño y al desencanto, a la manipulación y a la falta de vocería de sectores oficiales para explicar la gravedad de la situación. Ese pueblo que oye estimaciones de crecimiento macroeconómico de hasta un 20% del PIB, es el mismo que ve que su salario no le alcanza ni para comer y necesita respuestas concretas que mitiguen sus necesidades y no volver al modelo de la IV república de desprecio a su condición de pobres.

El ejecutivo nacional, en vez de decir que con el oro retenido por el banco de Inglaterra, al estilo de la canción de Serenata Guayanesa, con real y medio, se pueden resolver equis problemas… es mejor que haga que el equipo económico se aleje un momento de los temores infundado por el ideario neoliberal y genere soluciones concretas a esta situación. Vale recordar cuando el presidente Chávez obligó a Rafael Ramírez y Jorge Giordani a buscar la vía para que todos los adultos mayores pudieran recibir, como un derecho legítimo, una pensión.

Desde este espacio ofrecemos un conjunto de propuestas que puedan servir para alimentar constructivamente la discusión, encaminada a saldar la deuda de los trabajadores para que el proceso político no pierda su carácter obrerista y popular pero que necesita revisar algunas estructuras de funcionamiento, principalmente las llamadas a producir recursos, recordemos la famosa libreta de apuntes económicos de Chávez donde asentaba el origen o imputación de los recursos.

La deuda en cifras:

Carlos López, vocero de la FTUV, anunció en una entrevista televisiva que cada trabajador recibiría una cantidad promedio de 2.900 Bs. Equivalente a 500$ a una tasa del BCV de 5,8 Bs/$. El ministerio de Educación, en su referencia de Wikipedia, se cita que tiene una nómina de 552.000 trabajadores aproximadamente. Aunque del ministerio de educación Universitaria no existe una cifra pública del número de trabajadores, es menor y para este ejercicio de cálculos se puede estimar en 200.000 trabajadores porque es una estructura mucho más pequeña. Así la población a recibir este beneficio, será aproximadamente 750.000 trabajadores y el monto de este bono se aproxima a los 375 millones de dólares. Esta deuda se agravará porque el monto igual se debe cancelar en noviembre como concepto de bono de aguinaldos, esa vez para los más de cinco millones de trabajadores del país.

Por otro lado, con bombos y platillos, el SENIAT anunció que en mayo su cifra de recaudación fue de 1.817,93 millones de bolívares, equivalente (hoy) a 313,436 millones de dólares, o sea que se requieren prácticamente 1,2 veces la recaudación del SENIAT para cubrir esta deuda.

También tomado de la página del BCV nos encontramos que para el mes de mayo (última cifra publicada) que la liquidez monetaria fue de 8.021,06 millones de bolívares, y cuando la comparamos con la del mes de abril, se observa que la liquidez creció un 3,48% en ese mes. Mientras que la inflación se ubicó en ese mes de mayo en 6,5%.

Primera Opción: El SENIAT

De acuerdo a lo visto numéricamente, se puede decir que la recaudación del SENIAT en mayo equivale al 22% de la liquidez monetaria. Esa cifra parece ser alta pero cuando nos vamos a las cifras de la CEPAL notamos que Venezuela es el país de Latinoamérica donde los impuestos son aporte porcentual más bajo de la región al Producto Interno Bruto, actualmente está por debajo del 10% mientras que países como Brasil y argentina superan el 30%.

No hacen falta mayores análisis para saber que el SENIAT permite una gran evasión fiscal en el país, son muchos comercios que cobran IVA y no dan factura, pero también las pequeñas y medianas empresas y todo lo que son servicios profesionales independientes, todo eso repercute en el impuesto sobre la renta (ISLR)

El SENIAT se compara con el turista que al llegar a la playa pone una sombrilla y se sienta todo el día a tomar coca cola, ya se conformó con lo que recauda y no parece importarle su función en el sistema financiero nacional. En las ramas de restaurantes, ferreterías, ropa y calzado por citar algunas donde es más notable la evasión, cada vez que un comercio deja de emitir una factura se está robando, al menos, un 20% de esa venta, discriminada en 16% del IVA, 2% ISLR y 2% de impuestos municipales. En muchos casos, la emisión de la factura tampoco es garantía que el contribuyente haga la declaraciones debidas.

Basta que el SENIAT redoble los esfuerzos en la gestión tributaria para aumentar la recaudación, lo peor es que de las cifras que recauda el SENIAT, la mayor parte es por IVA, eso quiere decir que es un recurso que los consumidores o el pueblo cancela y no es retribuido al sistema económico nacional.

Ese robo que se comete contra la nación, que tiene tanto o mayor impacto económico que el despojo de SITGO y del oro en el banco de Inglaterra, hace que los que tienen posibilidad de cobrar impuestos y no declararlos se enriquezcan cada día más, aumentado la brecha social entre pobres y ricos en nuestro país.

Segunda Opción: El Crédito Bancario

Recientemente Bloomberg publicó un artículo sobre la economía venezolana donde reseñaba la capacidad financiera del Banco de Venezuela como el principal banco del país con el 26% del sistema bancario. Pese a que el existe una restricción en la capacidad financiera de los bancos para dar créditos por el encaje legal actual del 73%, esta es una opción para explorar porque las corrientes neoliberales mantienen que no se deben endeudar para cubrir salarios, lo cierto es que SUDEBAN no garantiza un seguimiento al carácter productivo del crédito y muchas veces esos recursos que entregan las bancas comerciales, también conocidas como el paraíso de los fondos prestables, no llega al sistema productivo y se desvía en la financiarización (no es financiamiento) del sistema económico.

El crédito bancario puede ser con bancos internacionales, o con colocación de bonos de la deuda pública. A Venezuela le fue bien cuando adquirió bonos de la deuda pública de Argentina y Bolivia y por supuesto a esos países como beneficiarios.

Tercera Opción: Aumento de la Liquidez Monetaria

Este es un tema que ha resultado muy controvertido y de poco consenso en la economía nacional, pero viéndolo en cifras nos da otra perspectivas porque el monto no significativamente elevado como para no jugar con las opciones financieras que permite el sistema económico. El monto de los 375 millones de dólares representa una variación de un 0,03% sobre la reducida liquidez monetaria del país, cuando comparamos el impacto inflacionario, si se le atribuye a eso, en los aumentos mensuales vemos que la inflación guarda una relación del doble con respecto al crecimiento de la liquidez. Por lo tanto, el impacto económico de esta medida no sería fuerte como si lo tiene el impacto político de no cancelar estas deudas.

Ahí están un conjunto de propuestas que bien pueden ayudar a saldar la deuda contraída de los trabajadores, porque por otro lado se demostró que cuando se aumentó el salario de los trabajadores también mejoró la economía del país.



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Endert Gil Montserrat

Ingeniero Electricista y docente de la UPTAEB-LARA .

 endertgil@gmail.com

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