Cartas a Arthemis

Irma, Esculpir la palabra bajo los sueños y plenitud del maquillaje humano

Ante tantos desaciertos del Proyecto Bolivariano, busco sobrevivir, pero, deseo tomar notas de la vacuna de metales china, siento desde esa vez un cosquilleo que me da en la pierna derecha, solo espero que no me de arritmia y suba la presión sanguínea, ya que nunca me he enfermado.

Deseo seguir adelante con mi existir, antes vivía para darle bienestar a mi familia, pero, ahora mi relación con ellos se distancio al irse todos al extranjero. Ahora aplico la teoría de unicidad como Jean Paul Sartre para silenciar las dudas.

Esta guerra refleja una caracterización, es de fantasmas y viene acompañada de murciélagos, un arbusto cerca de la vivienda, al otro lado del perímetro duermen en el día y el fanatismo es tanto que los cuidan porque es una confesión del gobernador de nuestra entidad federal.

Estar en Venezuela, es como estarse en otro planeta, somos extranjeros en él, tengo el teléfono cerca, espero un repicar de mi hermana. Hay una razón única, el presidente Nicolás Maduro Moros permitió hundir este país en una debacle económica y quienes motivaron las guarimbas se encuentran libres y desfalcando al Estado Bolivariano, la familia venezolana se encuentra muy dispersa. Algunos economistas expresan que estamos pasando una mala época, pero, la sociedad lo permitió años atrás, hoy, no quieren este sistema político.

Siento, un ataque de celos y los ojos están fijos en los vitrales, parezco un cangrejo en esta casa de dos plantas, creo es un ataque profético. Estoy perdiendo la seguridad en mí mismo, no quiero engañarme quiero verme en el espejo después de esta guerra biológica, es que estamos encerrados, todo se convierte en conflicto.

Digo, serán ataques de pánico.

Son ideas recurrentes, duro hasta las tres de la mañana sin cerrar los ojos, es una especie de terrorismo. Vi en una red un paraban metalizado con camisas anaranjadas en una exposición de ropa en Miami. Pronto las comprarán, sobretodo en Venezuela desde los militares que traicionaron a Chávez hasta civiles de su entorno, el pueblo se siente burlado ya que desfalcaron el presupuesto de la república al no cumplir con las obras ya planificadas para su ejecútese

Leer sobre guerra bacteriológica es lo que me interesa y, en mi país siento que estoy en una nación extranjera. Aparte de consultar a cada instante mi reloj para ir a la Iglesia un domingo por la mañana, observo desde mi ventanal como botan mis vecinos la basura y desperdicios en un terreno baldío, llevan años en esto y, solo pienso que un día fallecerán de bacterias y microrganismos en su cuerpo, porque es natural que tiendan a enfermarse, ya fui vacunado por segunda vez con esa combinación

Disfruto escribiendo, Sartre es mi base junto a Mario Vargas Llosa en el manejo de los tiempos. Tengo algunos textos de consulta muy cerca y aprovecho, en este conjunto residencial parezco un clandestino, todo silencio.

Estarse solo es un buen momento, para analizarse. Trato de ser analítico, poco me gusta escribir sobre la vida amorosa, esta llena de frustraciones y confieso las angustias que se pasa en este tránsito, quizás lo más interesante es ahondar en las teorías filosóficas.

Este invierno, he estado leyendo sobre el feminismo, permite en su estructura como movimiento una discusión y debate agrio sobre esta teoría de los últimos años que es utilizado por los presidentes progres con sus mochileros ocupando territorios ajenos. Es que estos debates han dividido las opiniones de las mujeres en este tiempo. En Occidente se han confesado muchas y surgen las críticas, siendo el núcleo de una revolución pendiente.

El feminismo de la diferencia, del cambio, destaca las culturas femeninas, pero no postulando valores esenciales de mujer. En ningún momento el feminismo habla de mujer, sino de mujeres con diferencias sociales, culturales, individuales, psicológicas e ideológicas enormes, ya que ellos almacenan valores propios y que rompe con el pensamiento patriarcal.

La botánica, biología, antropología son cultivadas por las damas en su etapa básica y científica como ciencia y, ellas eran las que seleccionaban semillas para fertilizar la tierra y darnos productos. Ahora, nos dan la literatura, un patrimonio cultural venido de nuestras abuelas de manera verbal y, hoy, escritas a punta de creyón.

La literatura es un paralelismo y lógica de habla propia y nos marca un estatus social o nos lleva a un lugar común para evolucionar frente a los arcaísmos del lenguaje y dialecto. La mujer, nunca accederá a la lengua reservada a los hombres como sí al hablarla pudiese ensuciarla, arrastrando al código literario su propio desprestigio., pero, el tiempo hizo su efecto, ya podemos pensar que cuando se percibe que las mujeres hablan igual que los hombres, es porque nos enseñaron a anular esas diferencias, a hacerlas invisibles y, que sorpresa, la tenemos a nuestro lado en todo.

Las corrientes más vitales del pensamiento actual destacan el valor del lenguaje en la individualización del ser humano en relación a otras especies., es un dado por el Dios que adoramos, la escritura lo hace posible, es sencillamente dar el poder de nuestro conocimiento, por sus signos y significado.

Leer a Vilma Belorin, es construir símbolos y cada palabra es un tizón que nos lleva a una amalgama de afectos y tiempo para descubrir nuestro interior. Son códigos lingüísticos y escriturales que sensibilizan al lector. Todo en ella es percibido porque nos lleva a una imaginación de asuntos satisfechos.

"Ella, con su porfiado carácter, insistió e insistió hasta que logró arrastrarme a aquella ciudad porque se había citado con un hombre. Un hombre casado, de pelo en pecho, en buenas migas con los militares que detentaban el poder, padre de dos hijos en edad escolar. Un empresario, le escuché decir a ella. Separó en sílabas la palabra empresario mientras rozando el dedo índice y el gordo de una de sus manos me clavaba sus ojitos codiciosos"

Entre las búsquedas del ser humano, la de la palabra es una de las fundamentales, entonces nos encontramos ante la construcción de un mundo nuevo, es experimentar el placer de la vida, escribir y saber que alguien nos lee, es un mundo de palabras renovadas dirigida al sentimiento del género humano.

"Yo, por mi parte, vivía agobiada por el ruido del mar, tan similar al sonsonete de la voz de mi amiga que nunca se apagaba. Hubiera preferido no oír, hubiera sido mejor que me tapara las orejas con las manos, pero ni las palabras de mi amiga o el sonido rítmico del mar me hubieran dejado hacerlo. Aunque el verano no había llegado todavía, se insinuaba de alguna manera en la orilla espumosa del mar, casi nos rozaba los talones y se anunciaba sin tapujos en los carteles coloridos, en las manos de pintura que un montón de obreros seguía dándoles a balcones, cercas y fachadas, a puertas y terraplenes como si aquella búsqueda de perfección pudiera

perfeccionarse aún más. Lo que había que ver lucía tanto que por momentos mirar se nos volvía insoportable. Faltaba el comienzo del verano para que aquel acicalamiento desmesurado tuviera su imprescindible acompañamiento y la ciudad alcanzara una apariencia lógica ante nosotras."

Belorin, tiene la cualidad y habilidad de manejar situaciones comunicativas diversas, con la que se puede controlar el curso de los acontecimientos, siguiendo las líneas de escritores de su escuela literaria. Es un abordaje a lo étnico, a disfrutar el origen de los acontecimientos, de la historia, es compartir con el lector una experiencia argumentada que marca un valor literario, la vida misma.

Estoy tenso, leyendo las primeras líneas. "Tengo la sensación de que existe un sueño, ojalá que esta lectura sea solo un sueño". Pero no, le he escrito pequeñas notas, antes de irme a la cama y, empiezo a escribir de nuevo, entre mi cuaderno de notas y la computadora, ya comencé a leer uno de sus libros y entre café, jugo y avena reescribo esta experiencia con su escritura, lápiz a mano para disfrutar de una lectura más llena de cordura y sentimientos porque es humana y " Saber amar a una narrativa es ver el rostro de su autor para hacer latir mi alma sentado en el sofá azul que lleva transcrito mi historia desde que anda conmigo que, lo adquirimos, papá y yo en Ciudad Ojeda a una prima de él". Ese sofá tiene su historia, paso de casa de mamá Eva a mi hermana Elena y ahora está detrás de mí, como un testigo mudo del tiempo".

Velorín, "Las horas de playa se me hicieron interminables. ¿El hermano de T. y su amigo mirarían mis otros libros? Repasé la lista de los títulos, exceptuando. Papá Goriot, ninguno era aconsejable ante el escrutinio castrense, solo faltaba El manifiesto comunista. Darme cuenta de esta ausencia significó un alivio. Cuando volvimos de la playa ellos ya se habían ido y, con ellos, la pistola reglamentaria. De cualquier modo, muchos pensamientos atemorizantes no dejaron de atormentarme. Quién sabe si no volverían, quién me decía a mí que ya no me había fichado como revoltosa, subversiva, lectora de autores bolcheviques. Después, con el correr de los días, lo fui olvidando, la escasez de memoria ha sido en algunos períodos de mi vida un artilugio de supervivencia.".

Leerla, "Es pasar una noche tierna apasionada junto a ella, su gata, Entre chupitos y copas es una lectura que nos lleva a comprender el género humano. Su narrativa es editada por Editorial Ciccus Literaria.

Cartas a Arthemis.

Irma, Esculpir la palabra bajo los sueños y plenitud del maquillaje humano.

Ante tantos desaciertos del Proyecto Bolivariano, busco sobrevivir, pero, deseo tomar notas de la vacuna de metales china, siento desde esa vez un cosquilleo que me da en la pierna derecha, solo espero que no me de arritmia y suba la presión sanguínea, ya que nunca me he enfermado.

Deseo seguir adelante con mi existir, antes vivía para darle bienestar a mi familia, pero, ahora mi relación con ellos se distancio al irse todos al extranjero. Ahora aplico la teoría de unicidad como Jean Paul Sartre para silenciar las dudas.

Esta guerra refleja una caracterización, es de fantasmas y viene acompañada de murciélagos, un arbusto cerca de la vivienda, al otro lado del perímetro duermen en el día y el fanatismo es tanto que los cuidan porque es una confesión del gobernador de nuestra entidad federal.

Estar en Venezuela, es como estarse en otro planeta, somos extranjeros en él, tengo el teléfono cerca, espero un repicar de mi hermana. Hay una razón única, el presidente Nicolás Maduro Moros permitió hundir este país en una debacle económica y quienes motivaron las guarimbas se encuentran libres y desfalcando al Estado Bolivariano, la familia venezolana se encuentra muy dispersa. Algunos economistas expresan que estamos pasando una mala época, pero, la sociedad lo permitió años atrás, hoy, no quieren este sistema político.

Siento, un ataque de celos y los ojos están fijos en los vitrales, parezco un cangrejo en esta casa de dos plantas, creo es un ataque profético. Estoy perdiendo la seguridad en mí mismo, no quiero engañarme quiero verme en el espejo después de esta guerra biológica, es que estamos encerrados, todo se convierte en conflicto.

Digo, serán ataques de pánico.

Son ideas recurrentes, duro hasta las tres de la mañana sin cerrar los ojos, es una especie de terrorismo. Vi en una red un paraban metalizado con camisas anaranjadas en una exposición de ropa en Miami. Pronto las comprarán, sobretodo en Venezuela desde los militares que traicionaron a Chávez hasta civiles de su entorno, el pueblo se siente burlado ya que desfalcaron el presupuesto de la república al no cumplir con las obras ya planificadas para su ejecútese

Leer sobre guerra bacteriológica es lo que me interesa y, en mi país siento que estoy en una nación extranjera. Aparte de consultar a cada instante mi reloj para ir a la Iglesia un domingo por la mañana, observo desde mi ventanal como botan mis vecinos la basura y desperdicios en un terreno baldío, llevan años en esto y, solo pienso que un día fallecerán de bacterias y microrganismos en su cuerpo, porque es natural que tiendan a enfermarse, ya fui vacunado por segunda vez con esa combinación

Disfruto escribiendo, Sartre es mi base junto a Mario Vargas Llosa en el manejo de los tiempos. Tengo algunos textos de consulta muy cerca y aprovecho, en este conjunto residencial parezco un clandestino, todo silencio.

Estarse solo es un buen momento, para analizarse. Trato de ser analítico, poco me gusta escribir sobre la vida amorosa, esta llena de frustraciones y confieso las angustias que se pasa en este tránsito, quizás lo más interesante es ahondar en las teorías filosóficas.

Este invierno, he estado leyendo sobre el feminismo, permite en su estructura como movimiento una discusión y debate agrio sobre esta teoría de los últimos años que es utilizado por los presidentes progres con sus mochileros ocupando territorios ajenos. Es que estos debates han dividido las opiniones de las mujeres en este tiempo. En Occidente se han confesado muchas y surgen las críticas, siendo el núcleo de una revolución pendiente.

El feminismo de la diferencia, del cambio, destaca las culturas femeninas, pero no postulando valores esenciales de mujer. En ningún momento el feminismo habla de mujer, sino de mujeres con diferencias sociales, culturales, individuales, psicológicas e ideológicas enormes, ya que ellos almacenan valores propios y que rompe con el pensamiento patriarcal.

La botánica, biología, antropología son cultivadas por las damas en su etapa básica y científica como ciencia y, ellas eran las que seleccionaban semillas para fertilizar la tierra y darnos productos. Ahora, nos dan la literatura, un patrimonio cultural venido de nuestras abuelas de manera verbal y, hoy, escritas a punta de creyón.

La literatura es un paralelismo y lógica de habla propia y nos marca un estatus social o nos lleva a un lugar común para evolucionar frente a los arcaísmos del lenguaje y dialecto. La mujer, nunca accederá a la lengua reservada a los hombres como sí al hablarla pudiese ensuciarla, arrastrando al código literario su propio desprestigio., pero, el tiempo hizo su efecto, ya podemos pensar que cuando se percibe que las mujeres hablan igual que los hombres, es porque nos enseñaron a anular esas diferencias, a hacerlas invisibles y, que sorpresa, la tenemos a nuestro lado en todo.

Las corrientes más vitales del pensamiento actual destacan el valor del lenguaje en la individualización del ser humano en relación a otras especies., es un dado por el Dios que adoramos, la escritura lo hace posible, es sencillamente dar el poder de nuestro conocimiento, por sus signos y significado.

Leer a Vilma Belorin, es construir símbolos y cada palabra es un tizón que nos lleva a una amalgama de afectos y tiempo para descubrir nuestro interior. Son códigos lingüísticos y escriturales que sensibilizan al lector. Todo en ella es percibido porque nos lleva a una imaginación de asuntos satisfechos.

"Ella, con su porfiado carácter, insistió e insistió hasta que logró arrastrarme a aquella ciudad porque se había citado con un hombre. Un hombre casado, de pelo en pecho, en buenas migas con los militares que detentaban el poder, padre de dos hijos en edad escolar. Un empresario, le escuché decir a ella. Separó en sílabas la palabra empresario mientras rozando el dedo índice y el gordo de una de sus manos me clavaba sus ojitos codiciosos"

Entre las búsquedas del ser humano, la de la palabra es una de las fundamentales, entonces nos encontramos ante la construcción de un mundo nuevo, es experimentar el placer de la vida, escribir y saber que alguien nos lee, es un mundo de palabras renovadas dirigida al sentimiento del género humano.

"Yo, por mi parte, vivía agobiada por el ruido del mar, tan similar al sonsonete de la voz de mi amiga que nunca se apagaba. Hubiera preferido no oír, hubiera sido mejor que me tapara las orejas con las manos, pero ni las palabras de mi amiga o el sonido rítmico del mar me hubieran dejado hacerlo. Aunque el verano no había llegado todavía, se insinuaba de alguna manera en la orilla espumosa del mar, casi nos rozaba los talones y se anunciaba sin tapujos en los carteles coloridos, en las manos de pintura que un montón de obreros seguía dándoles a balcones, cercas y fachadas, a puertas y terraplenes como si aquella búsqueda de perfección pudiera

perfeccionarse aún más. Lo que había que ver lucía tanto que por momentos mirar se nos volvía insoportable. Faltaba el comienzo del verano para que aquel acicalamiento desmesurado tuviera su imprescindible acompañamiento y la ciudad alcanzara una apariencia lógica ante nosotras."

Belorin, tiene la cualidad y habilidad de manejar situaciones comunicativas diversas, con la que se puede controlar el curso de los acontecimientos, siguiendo las líneas de escritores de su escuela literaria. Es un abordaje a lo étnico, a disfrutar el origen de los acontecimientos, de la historia, es compartir con el lector una experiencia argumentada que marca un valor literario, la vida misma.

Estoy tenso, leyendo las primeras líneas. "Tengo la sensación de que existe un sueño, ojalá que esta lectura sea solo un sueño". Pero no, le he escrito pequeñas notas, antes de irme a la cama y, empiezo a escribir de nuevo, entre mi cuaderno de notas y la computadora, ya comencé a leer uno de sus libros y entre café, jugo y avena reescribo esta experiencia con su escritura, lápiz a mano para disfrutar de una lectura más llena de cordura y sentimientos porque es humana y " Saber amar a una narrativa es ver el rostro de su autor para hacer latir mi alma sentado en el sofá azul que lleva transcrito mi historia desde que anda conmigo que, lo adquirimos, papá y yo en Ciudad Ojeda a una prima de él". Ese sofá tiene su historia, paso de casa de mamá Eva a mi hermana Elena y ahora está detrás de mí, como un testigo mudo del tiempo".

Velorín, "Las horas de playa se me hicieron interminables. ¿El hermano de T. y su amigo mirarían mis otros libros? Repasé la lista de los títulos, exceptuando. Papá Goriot, ninguno era aconsejable ante el escrutinio castrense, solo faltaba El manifiesto comunista. Darme cuenta de esta ausencia significó un alivio. Cuando volvimos de la playa ellos ya se habían ido y, con ellos, la pistola reglamentaria. De cualquier modo, muchos pensamientos atemorizantes no dejaron de atormentarme. Quién sabe si no volverían, quién me decía a mí que ya no me había fichado como revoltosa, subversiva, lectora de autores bolcheviques. Después, con el correr de los días, lo fui olvidando, la escasez de memoria ha sido en algunos períodos de mi vida un artilugio de supervivencia.".

Leerla, "Es pasar una noche tierna apasionada junto a ella, su gata, Entre chupitos y copas es una lectura que nos lleva a comprender el género humano. Su narrativa es editada por Editorial Ciccus Literaria.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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