Javier Vivas no era un preso político

En Venezuela, la confrontación socio-política ha venido generando tergiversaciones graves en temas universalmente delicados como el de los llamados prisioneros políticos, también llamados presos de conciencia, que es importante para reflexionar acerca del mismo.

Los luchadores y luchadoras por la libertad, la justicia y la sociedad digna siempre han encontrado en los regímenes despóticos (pero también en muchos llamados democráticos (caso España, Colombia y Estados Unidos, por citar algunos) formas de represión variadas para detener sus luchas. Miles fueron torturados, mutilados, asesinados, desaparecidos, desterrados puestos en prisión durante largos años. Presos políticos emblemáticos fueron el Mahatma Gandhi (múltiples veces detenido en su lucha por la Independencia de la India), Nelson Mandela (27 años preso por luchar contra la política segregacionista, "apartheid" en Suráfrica), Oscar López Rivera de Puerto Rico (35 años preso en Estados Unidos por luchar por la Independencia de Puerto Rico). Igualmente en Venezuela durante la IV República la persecución, represión y encarcelamiento fue una política de estado, sobre todo contra quienes luchaban contra las dictaduras del siglo XX y la democracia represiva de los gobiernos adeco-copeyanos. Todo ello ha sido ampliamente documentado y aún quedan secuelas de estas realidades.

Conceptualmente, un preso político o prisionero político es cualquier persona a la que se mantenga en la cárcel o detenida de otro modo, por ejemplo bajo arresto domiciliario , sin haber cometido un delito tipificado sino porque sus ideas supongan un desafío o una amenaza para el sistema político establecido, sea este de la naturaleza que sea.

Según la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, "un preso político debe considerarse como tal únicamente si, La detención ha sido efectuada violando alguna de las garantías fundamentales establecidas en el Convenio Europeo de Derechos Humanos o cualquiera de sus protocolos. En particular, libertad de pensamiento, conciencia, religión, libertad de expresión o información, libertad de reunión o asociación….O si la detención ha sido impuesta por razones puramente políticas sin conexión con ningún delito tipificado".

Por su lado, Amnistía Internacional considera que un [preso de conciencia] es "toda persona encarcelada o sometida a otras restricciones físicas por sus convicciones políticas, religiosas o cualquier otro motivo de conciencia, así como por su origen étnico, sexo, color, idioma, origen nacional o social, situación económica, nacimiento, orientación sexual u otras circunstancias, siempre que esa persona no haya recurrido a la violencia ni propugnado su uso".

Ahora, en Venezuela muchos delincuentes comunes, terroristas (y hasta corruptos) que han asolado la sociedad venezolana, colocando bombas, asediando personas, secuestrando ciudadanos, atacando edificaciones públicas y privadas y hasta centros de salud y educativos y usar redes sociales para someter al odio público a otras personas, han acudido al expediente de ser calificados como perseguidos políticos, o presos políticos para evadir sus responsabilidades penales y/o civiles y ser amparados por grupos de derechos humanos sorprendidos en su buena fe, o por gobiernos adversarios de Venezuela. De tal manera que en Colombia, Panamá, Perú, Estados Unidos, España se encuentran miles de aprovechadores de esa situación Incluso, se constituyeron bufetes y organizaciones (supuestas ONGs) para tramitar tal estatus y hasta cobrar grandes sumas por sus servicios,

En tal sentido, el ciudadano Javier Vivas Santana, así como los beneficiados por el indulto del presidente Nicolás Maduro, no califican para ser denominados presos políticos. El caso de Javier Vivas Santana lo explicamos ampliamente en un artículo publicado el 18 de abril de 2020 https://www.aporrea.org/ddhh/a289402.html donde manifestamos que el sujeto de marras: "expuso al escarnio público a una dama, oficial de la Guardia Nacional Bolivariana, quien estaba en una acción de plena intimidad a la que tiene derecho cualquier ser humano, sin que por ello haya de delatársele como lo hizo Vivas Santana al publicar fotografías sin autorización y con mensajes de descalificación como "teniente porno", prostituta, revelando su identificación completa (apellidos y nombres, cédula de identidad, nombre de su jefe inmediato y el número de un supuesto expediente abierto a la ciudadana mencionada) y donde adicionalmente Vivas Santana afirma "la prostitución de la FAN".

En este sentido, Vivas Santana buscó el escándalo y la descalificación tanto de la oficial de la Guardia Nacional, como a todo el componente de la FANB, sin importarle para nada las consecuencias de ese hecho, es decir, la exposición pública de fotografías no autorizadas por nadie, de un acto íntimo, sin valorar si esta ciudadana tiene familiares, amigos, hijos, padres, que pueden ser afectados con dicha publicación. En realidad no es más que la violación inescrupulosa de la intimidad de una dama".

Lo que hizo Vivas Santana no tiene nada que ver con lo político y está tipificado en nuestras leyes penales y en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, e incluso, violando la Convención Americana sobre Derechos Humanos, o Pacto de San José

ESTE NO ES UN CASO POLÍTICO. Es un caso de la jurisdicción penal, civil (y por ende, axiológico) donde debe sentarse un precedente claro acerca de hasta dónde puede llegar la exacerbación de las personas y que no crucen la delgada línea entre libertad de expresión y vulneración de los derechos de los demás.

Las llamadas redes sociales o digitales no son mecanismos donde pueda llegarse al libertinaje de decir y publicar "lo que le dé la gana" a la gente. Ellas también tiene regulaciones, pues cada vez son más impactantes ante las personas y la sociedad. La instantaneidad de las mismas y sus efectos perniciosos generan en las víctimas huellas que a veces pueden ser imborrables.

Así que el ciudadano Vivas Santana queda impune de los delitos cometidos contra esa dama a la que no se le hizo justicia. Ni siquiera una disculpa pública por lo que hizo en un acto que no tenga empacho en calificar como MISOGINIA. De hecho, una de sus principales publicaciones refleja la miseria de su personalidad al cuestionar el hecho que una periodista de Telesur esté recluida en una clínica privada por enfermedad grave y solicite ayuda. https://www.aporrea.org/misiones/n358541.html

Anécdota personal con el personaje: Al salir en libertad Vivas Santana publicó varios "twetts" donde coloca el acta de liberación para tratar de demostrar que si fue un preso político, a lo que respondí:

"Usted no fue preso político. El acta de libertad dice que estaba preso por delito de PROMOCIÓN O INCITACIÓN AL ODIO al someter al escarnio y al odio público a una venezolana en ataque a la mujer y debía ser castigado con la ley. Gracias a Maduro ahora está en libertad"

¿La respuesta del ciudadano Vivas?: Bloquear mi cuenta y negarse al debate.



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Cécil Gerardo Pérez


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